El síntoma más evidente es la pérdida repentina de cabello en parches redondos u ovales en el cuero cabelludo u otras áreas pilosas. Estas áreas pueden ser completamente lisas y sin cabello. En algunos casos, las uñas también pueden verse afectadas, presentando cambios en su apariencia.

Puede ser temporal o permanente, ya que la recuperación del cabello es impredecible. En algunos casos, el cabello puede volver a crecer de manera espontánea, pero en otros, la pérdida de cabello puede persistir o repetirse con el tiempo.

La causa exacta no se comprende completamente, pero se cree que una combinación de factores genéticos y autoinmunes desempeña un papel importante. El sistema inmunológico ataca los folículos pilosos, lo que lleva a la interrupción del ciclo de crecimiento del cabello.

Sí, aunque no hay una solución única que funcione para todos. Estos pueden incluir tratamientos tópicos con corticosteroides, medicamentos orales inmunosupresores, terapias con luz ultravioleta (fototerapia) y tratamientos tópicos con minoxidil. Consultar a un dermatólogo es importante para determinar el enfoque más adecuado para cada persona.