Para la Dra. Mansilla, ser madre y profesional de la salud no son dos caminos separados, sino dos partes esenciales de una vida con propósito.
La especialista en endocrinología y quien ocupa el cargo de presidenta de la Sociedad para la Obesidad y Síndromes Asociados Inc, la maternidad le da una razón profunda para todo lo que hace, mientras que su trabajo le permite tocar vidas a través del conocimiento, el servicio y la empatía.
«Dedicar tiempo a mi hija es una prioridad real. Cada momento que paso con ella, ya sea ayudándola con una tarea, escuchándola al final del día o simplemente compartiendo un silencio, se vuelve valioso y único»
Para Mansilla, no se trata la cantidad de tiempo, sino la presencia plena, lo que deja huella y ese mismo pensamiento, también la lleva al consultorio, aprendiendo a estar más atenta, más humana con cada paciente.
Como muchas mujeres, ha enfrentado el desafío del tiempo, que nunca parece suficiente para todo lo que exige la vida: ser madre, líder, cuidadora, guía. Sin embargo, encontró en la organización y el amor herramientas poderosas para estar donde realmente importa. «No se trata de estar en todo, sino de donde importa o te necesitan»
Los desafíos de la maternidad
Durante su residencia médica vivió uno de los momentos más duros: largas jornadas, presión académica, y muy poco espacio para ejercer la maternidad como deseaba. Pero lejos de rendirse, reafirmó que ambas vocaciones podían convivir.
«El tiempo era escaso, casi inexistente incluso para lo más básico, como la lactancia. El nivel de estrés y la exigencia académica muchas veces dejaban poco espacio para ejercer la maternidad como uno desea»
Sin embargo, su disciplina, su determinación y con el apoyo recibido, supo que se puede ser madre y crecer como profesional, incluso en los momentos más exigentes.
El sueño de ser mamá
A las mujeres que sueñan con la maternidad sin renunciar a sus metas, les deja un mensaje claro: “No renuncien a ninguna de sus pasiones. Ser madre no debe significar olvidarse de uno mismo, y tener una carrera no debe impedirnos disfrutar de la maternidad”
Más que una gran historia, su vida está llena de pequeños momentos que dejan huella. Su hija, constantemente le ha preguntado: “¿Cómo lo haces todo, mami?” En esa pregunta, la Dra. Mansilla encuentra su mayor motor.
Sabe que con cada decisión y ejemplo, le muestra que el equilibrio es posible, incluso cuando no es perfecto. Ese es el legado que quiere dejar: que se puede construir una vida plena, sin dejar atrás el amor y los anhelos propios.
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