Lily García en BeHealth archivos - BeHealth https://www.behealthpr.com/tag/lily-garcia-en-behealth/ Tu conexión con la salud Fri, 09 Feb 2024 23:33:42 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.8.1 https://www.behealthpr.com/wp-content/uploads/2020/04/cropped-BE-16-1-32x32.png Lily García en BeHealth archivos - BeHealth https://www.behealthpr.com/tag/lily-garcia-en-behealth/ 32 32 Corazón agradecido… corazón saludable https://www.behealthpr.com/corazon-agradecido-corazon-saludable/ Sun, 11 Feb 2024 09:44:00 +0000 https://www.behealthpr.com/?p=61344 Todos conocemos personas que se dedican a quejarse constantemente, centrándose en lo que han perdido o en lo que ya no está presente, sin aprovechar la oportunidad de reconocer las múltiples bendiciones que tienen frente a ellos. La realidad es que la forma en que percibimos la vida determina nuestra reacción ante ella. Puedes ver …

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Todos conocemos personas que se dedican a quejarse constantemente, centrándose en lo que han perdido o en lo que ya no está presente, sin aprovechar la oportunidad de reconocer las múltiples bendiciones que tienen frente a ellos. La realidad es que la forma en que percibimos la vida determina nuestra reacción ante ella. Puedes ver las pérdidas como oportunidades para crecer y aprender, expresando tu gratitud, o puedes optar por verlas desde la perspectiva de una víctima, sintiéndote disminuido por los desafíos que la vida te ha presentado.

Lo que muchos desconocen es que, más allá de la fortaleza espiritual que acompaña al agradecimiento, este también conlleva numerosos beneficios para la salud. En el ámbito de la salud mental, diversos estudios han demostrado que los síntomas de la depresión y la tristeza disminuyen cuando practicamos la gratitud. Es natural que aquellos que encuentran motivos para agradecer experimenten una mayor felicidad en su día a día y tengan la capacidad de construir relaciones interpersonales más saludables.

Además, se ha descubierto que el agradecimiento reduce los niveles de ansiedad al mantenernos enfocados en el presente, en lo que tenemos y reconocemos hoy en nuestras vidas. Este cambio de perspectiva nos permite vivir el momento actual, disminuyendo el estrés no porque no haya caos externo, sino porque el agradecimiento se convierte en el ancla que nos mantiene en paz y equilibrio internos.

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Es natural que, si el agradecimiento reduce la tristeza, la ansiedad y el estrés, también se convierta en una medicina eficaz para la salud cardiovascular. Nuestro cuerpo responde a nuestras emociones, y diversos estudios han demostrado que el bienestar derivado del agradecimiento tiene un impacto positivo en los marcadores de riesgo cardiovascular, como el fallo cardiaco, la función cardiaca y la actividad del sistema nervioso autónomo.

Este descubrimiento ha impulsado el crecimiento significativo de la llamada «investigación en gratitud», especialmente en pacientes con enfermedades cardiovasculares. Los sentimientos de bienestar y felicidad asociados con el agradecimiento se han revelado como una fuerza curativa positiva para el corazón.

¿Cómo puedes aprender a ser más agradecido? Comienza escribiendo diariamente algo por lo cual dar gracias, ya sea algo aparentemente insignificante que marcó la diferencia en tu día o una de tus grandes bendiciones. Establecer esta rutina de buscar cosas para agradecer aligerará tu corazón. Además, es fundamental reducir la velocidad en la vida cotidiana. La prisa es enemiga del mindfulness y amiga del estrés. Al tomar el tiempo para respirar y vivir en el momento presente, nos volvemos más conscientes de las maravillas que nos rodean, permitiéndonos apreciarlas y agradecer su presencia en nuestras vidas.
Practica la gratitud cuando sientas que la ansiedad, el enojo o la tensión aumentan. Cambia tu enfoque mental y sumérgete en el recuerdo de un momento en el que experimentaste profundo agradecimiento, ya sea por un gesto generoso o por haber hecho feliz a alguien.

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Finalmente, no hay mejor manera de cultivar la gratitud que expresándola verbalmente a los demás. Agradece a tu pareja, hijos, nietos, amigos o incluso a las personas que realizan tareas cotidianas, reconociendo su importancia en tu vida. Validar a los demás refuerza los lazos y nos conecta con la energía positiva del agradecimiento. Practica la gratitud por ti, por tus seres queridos y por tu corazón.

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Nos vemos en la próxima https://www.behealthpr.com/nos-vemos-en-la-proxima/ Sun, 28 Jan 2024 09:42:00 +0000 https://www.behealthpr.com/?p=60474 Los que me conocen, o conocen mi historia de vida, saben que me he casado y me he divorciado tres veces. En mis charlas, y cuando hago “stand up comedy”, bromeo con tener un superpoder que las mujeres envidian. El poder consta en que mis ex, ya sean maridos o ex parejas, o se mudan …

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Los que me conocen, o conocen mi historia de vida, saben que me he casado y me he divorciado tres veces. En mis charlas, y cuando hago “stand up comedy”, bromeo con tener un superpoder que las mujeres envidian. El poder consta en que mis ex, ya sean maridos o ex parejas, o se mudan de Puerto Rico y nunca los vuelvo a ver, o se mueren. En otras palabras, que no puedo tener un encuentro “incómodo” con un ex en algún lugar de Puerto Rico, porque aún a los que están vivos, no los veo desde hace años. 

Y ese es el caso del que fue mi primer esposo, mucho antes de yo ser periodista y figura pública. Fuimos novios desde mis diecisiete años y me casé teniendo veintiuno. Ya a los veintiséis me estaba divorciando. Tomé esa difícil decisión porque me di cuenta de que nuestras visiones de vida y lo que aspirábamos en términos de nuestro futuro como pareja, no eran compatibles.  Pienso que como nuestra relación siempre fue de larga distancia, porque en esos cuatro años de noviazgo solo nos veíamos en vacaciones, en realidad no nos conocíamos bien. Y cuando se dio la convivencia, me di cuenta de que a pesar de que era un excelente ser humano, yo no caía dentro del marco de lo que él había visualizado como esposa. Hubiese tenido que dejar de ser yo para hacerlo feliz, y eso era algo que no estaba dispuesta a negociar. 

Nunca lo volví a ver después del divorcio porque él hizo su vida fuera de Puerto Rico. Eso fue hace cuarenta años. Ni él ni su familia inmediata, padres y hermanos, me volvieron a hablar o procurar. No me perdonaron el que yo terminara la relación. Fue algo que me dolió mucho, ya que los consideraba familia. Pero así es la vida. Sí he mantenido comunicación con algunas de sus primas y primos que siempre me han tenido mucho cariño.  

Fue precisamente una de esas primas quien se comunicó conmigo a principios de enero para informarme que él había fallecido. Fue duro escucharlo, no solo porque él solo tenía sesenta y siete años y nunca me enteré de que estaba enfermo, sino también porque albergaba la esperanza de que en algún momento nos pudiésemos sentar a hablar y sanar las heridas que dejó nuestra separación. 

A principios del 2020 hice un intento por comunicarme con él escribiéndole un correo electrónico. Fue un comienzo de año convulso en muchos sentidos. Enero nos recibió en Puerto Rico con dos terremotos de más de 6 de intensidad. A nivel personal fui diagnosticada con artritis reumatoide. Y a pocas semanas llegó el encierro por la pandemia. Sentí que era el momento para intentar atar ese único “cabo suelto” que tenía.  El “combo” de esos sucesos me motivó a conseguir su email y escribirle.  

En el correo le dejaba saber lo mucho que me alegraba de que había podido construir una vida personal y profesional exitosa y feliz (lo sabía por lo que me había contado una amiga en común). Le dije lo que tal vez nunca le había dicho, lo importante que había sido en mi vida independientemente de que la relación entre nosotros no hubiese funcionado. Y terminé escribiéndole que, si en algún momento venía a Puerto Rico, me gustaría mucho que pudiésemos encontrarnos y hablar.  Nunca me contestó, pero pienso que yo no esperaba que lo hiciera. Tal vez le escribí para mí, no para él. Pero tampoco me rebotó el email, como ocurre cuando uno tiene la dirección incorrecta. Así que es posible que lo haya leído. Les cuento esto porque si en estos momentos en tu vida tienes un cabo suelto por ahí que entiendes te gustaría intentar amarrar, no sigas esperando para dar el paso. La vida se nos va, y aunque nada nos garantiza que las heridas van a sanarse, por lo menos nos queda la satisfacción de haber hecho el intento. En mi caso, como creo en la reencarnación, sé que el encuentro se volverá a dar en algún momento. Mientras tanto, a ti, HC, gracias por el amor y por lo aprendido, y nos vemos en la próxima.

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De aventuras viajeras… https://www.behealthpr.com/de-aventuras-viajeras/ Sun, 14 Jan 2024 09:05:00 +0000 https://www.behealthpr.com/?p=59791 En noviembre pasado pinté la casa por dentro y decidí mover la energía de mi hogar regalando y botando muebles, y cambiando cuadros y decoraciones de lugar. Todavía estoy en el proceso de colgar cuadros, pero les confieso que mi espacio se siente distinto, más liviano, más abierto y más yo.   Decidí dedicar una pared …

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En noviembre pasado pinté la casa por dentro y decidí mover la energía de mi hogar regalando y botando muebles, y cambiando cuadros y decoraciones de lugar. Todavía estoy en el proceso de colgar cuadros, pero les confieso que mi espacio se siente distinto, más liviano, más abierto y más yo.  

Decidí dedicar una pared en la entrada de la casa a mis viajes, los más significativos que he hecho hasta el momento. Estoy incluyendo fotos y máscaras (las he coleccionado por años), de algunos de esos lugares especiales que he visitado. Buscar las fotos en los álbumes ha sido como viajar en una cápsula del tiempo a momentos maravillosos.  

Me percaté que he visitado cuatro de las siete maravillas del mundo:  Machu Picchu en Perú, el Taj Mahal en India, el Coliseo en Roma y, la más reciente, la Gran Pirámide de Giza en Egipto. Ya llegaré a algunas de las otras. He viajado dos veces a la India. En la segunda ocasión me afeité allá la cabeza como parte de un proceso de renovación física y emocional luego de mi divorcio. Fue un peregrinaje en el cual crecí mucho espiritualmente pero también me reí tanto con ese grupo espectacular de compañeros del centro budista Ganden Shedrub Ling al cual pertenezco. 

Otro viaje que nunca olvidaré fue el que hice con mis padres y mi ex esposo a Europa en crucero. Papi y mami nunca habían ido a Europa, así que ahorré para invitarlos y vivir esa experiencia con ellos. Pasear con ellos en góndola en Venecia; pasar el susto de verlos montados juntos en una motora en Santorini; y haber tenido la oportunidad de ver a mi madre respirar el Vaticano y la Capilla Sixtina, fueron momentos que todavía hoy, casi veinte años más tarde, hacen que me emocione al recordarlos. 

Claro, tenemos que admitir que viajar antes era más fácil. Ahora es un acto de valentía en muchos sentidos, especialmente después de la pandemia. El salir a tiempo es un milagro. Si llega el avión a veces no hay pilotos ni asistentes de vuelos, y cuando hay tripulación, no llega el avión. Mi viaje más reciente fue, como todos los años, a Tampa, a pasar la Navidad allá con dos de mis hermanas y sus familias. El año pasado, después de posponerse el vuelo cinco horas, terminaron cancelándolo hasta el otro día y yo terminé durmiendo en el aeropuerto de Isla Verde para poder salir al día siguiente a las cinco de la mañana.   

Este año, para mi sorpresa, el avión estaba allí ya desde dos horas antes. Y abordamos a tiempo. Pero cuando estábamos ya adentro nos dicen que se dañó una pieza del aire acondicionado y tardarían como veinte minutos en arreglarla.  “Ok”, pensé “Son solo veinte minutos”. Todo el mundo respiró cuando comenzamos a sentir el friito saliendo del aire. Y fue ahí que nos soltaron la bomba. El piloto nos informó que mientras arreglaban el aire alguien se había percatado de que el avión tenía una goma vacía, y que tendríamos que salir todos de la nave, con nuestros equipajes de mano, para que pudiesen cambiar la goma.  Inhalé y exhalé.  

Ya llevaba como cuatro horas en el aeropuerto y la espera fue como de hora y media más. Un grupito de nosotros ya nos habíamos hecho panas. Y todos teníamos que escuchar cada veinte minutos más o menos el nuevo mensaje que te da la bienvenida al Aeropuerto Luis Muñoz Marín. Es la voz de Dayanara Torres y dice más o menos así: “Bienvenidos al Aeropuerto Internacional Luis Muñoz Marín.  Soy Dayanara Torres, Miss Universo 1993 y embajadora del Aeropuerto Internacional Luis Muñoz Marín…” Y por ahí sigue hablando de las maravillas de Puerto Rico. Ah…y después se repite en inglés. Dayanara tiene una voz hermosa, pero después que la has escuchado cincuenta veces en una noche como que uno va perdiendo la paciencia. En una de esas no pude controlarme y dije en voz alta “Si Dayanara vuelve a darme la bienvenida me va a dar algo”. Y todos se rieron porque estoy segura de que estaban pensando lo mismo y nadie se atrevía a decirlo.  

La cosa es que el vuelo salió con casi cuatro horas de retraso, pero llegamos a Tampa y, por supuesto, todos los boricuas aplaudimos al aterrizar.  Lo pasé divino allá con mi familia, aunque me tomó como dos días borrarme de la mente la voz de Dayanara. Estoy loca por encontrármela para contarle. Y aún a pesar de todo…seguiré viajando. 

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