Durante años, la creatina ha sido popular principalmente entre atletas y fisicoculturistas por su capacidad para mejorar el rendimiento físico. Sin embargo, nuevas investigaciones están ampliando su potencial mucho más allá del mundo del deporte. Desde la función cerebral y la salud mental hasta su posible rol en el embarazo y enfermedades crónicas, la creatina podría ser una aliada clave en distintos aspectos de la salud humana.
Tradicionalmente asociada con el crecimiento muscular, la creatina también se almacena en el cerebro y participa activamente en la producción de energía celular. Esta propiedad ha captado la atención de científicos como el Dr. Ali Gordjinejad, investigador del centro Forschungszentrum Jülich en Alemania, quien estudia cómo la creatina puede afectar la función cerebral en condiciones de estrés, como la privación de sueño.
En su estudio, un grupo de voluntarios recibió una dosis elevada de creatina (35 g) o un placebo y fueron evaluados en tareas cognitivas durante la noche. Los resultados revelaron que quienes consumieron creatina mostraron una velocidad de procesamiento mental significativamente mayor, lo que sugiere que la suplementación podría compensar el estrés energético cerebral temporal, al menos a corto plazo.
“Si la demanda energética de las células es alta, entonces se activa la fosfocreatina, que actúa como reserva de energía”, explica Gordjinejad.
Salud mental: un posible apoyo en trastornos como la depresión
Más allá del rendimiento cognitivo, algunos estudios han explorado la relación entre la creatina y la salud emocional. Un estudio citado por la BBC, según Douglas Kalman, profesor clínico de la Universidad Nova Southeastern (EE. UU.), encontró que pacientes con depresión tratados con terapia cognitivo-conductual (TCC) más creatina mejoraron más que aquellos tratados solo con TCC.
Conoce: La saliva como indicador en la prevención de lesiones deportivas
Kalman señala que la creatina podría influir en los niveles de neurotransmisores al mejorar la disponibilidad de energía cerebral. Esta hipótesis cobra relevancia especialmente en poblaciones vulnerables como los veganos, quienes, según investigaciones del profesor Sergej Ostojic (Universidad de Agder, Noruega), tienen niveles musculares de creatina significativamente más bajos, lo cual podría vincularse con una mayor prevalencia de síntomas depresivos.
No obstante, en 2023, Ostojic lideró un estudio con 19 pacientes con covid prolongado en Serbia quienes recibieron 4 g diarios de creatina durante seis meses reportaron mejoras en síntomas como la niebla mental y la concentración, en comparación con el grupo placebo. Se observó que los pacientes más afectados al inicio presentaban los niveles más bajos de creatina en cerebro y músculo.
Además, un estudio poblacional con más de 25.000 participantes mayores de 52 años encontró que un pequeño aumento de creatina en la dieta (0,09 g adicionales al día) estaba relacionado con una reducción del 14% en el riesgo de cáncer, lo que sugiere que este compuesto podría tener efectos antioxidantes protectores.
Creatina durante el embarazo y la infancia
La creatina también está mostrando un papel clave en etapas críticas del desarrollo humano, esto fue investigado por Stacey Ellery, investigadora de la Universidad Monash (Australia), ha documentado cómo este compuesto interviene en procesos reproductivos como la motilidad espermática, el desarrollo placentario, el crecimiento fetal e incluso la lactancia.
En embarazos complicados, como los que cursan con preeclampsia, se ha observado que el cuerpo materno puede aumentar naturalmente la producción de creatina como mecanismo adaptativo. Sin embargo, aún no existen estudios que avalen la suplementación con creatina en mujeres embarazadas, por lo que cualquier intervención debe ser siempre consultada con un profesional médico.
Los primeros cálculos sobre requerimientos de creatina en bebés, realizados por Ostojic, indican que los lactantes necesitan entre 7 y 8,4 mg por día, aunque aún se requieren más datos para establecer recomendaciones nutricionales oficiales.
Creatina y envejecimiento: combate contra la sarcopenia
Con el paso de los años, la pérdida de masa muscular —conocida como sarcopenia— afecta la movilidad, independencia y calidad de vida. La creatina podría desempeñar un papel preventivo importante en este contexto.
“A medida que las personas envejecen, pierden masa muscular, y varios estudios han demostrado que la creatina puede ayudar a ralentizar este proceso”, afirma Kalman.
Además, los estudios sugieren que la creatina puede mantener la función neuromuscular, reducir el riesgo de caídas y mejorar la respuesta al ejercicio físico en adultos mayores.
¿Estamos consumiendo suficiente creatina?
Finalmente, a investigación dice que la creatina se encuentra en alimentos como la carne roja, el cerdo y el pescado, pero un estudio reciente citado por Ellery reveló que 6 de cada 10 mujeres no alcanzan los niveles diarios recomendados (13 mg/kg de masa corporal/día), y casi el 20% de las embarazadas no consume ninguna fuente dietaria de creatina.