Investigadores japoneses han dado un paso significativo en la ciencia médica con el desarrollo de sangre artificial, un avance que podría marcar un antes y un después en la medicina. Sin embargo, aunque los primeros resultados son prometedores, la producción a gran escala sigue siendo un desafío pendiente.
Mientras tanto, la escasez de sangre continúa siendo una preocupación global. En Francia, por ejemplo, el servicio nacional de sangre alerta constantemente sobre una crítica disminución en las donaciones, registrando cifras por debajo de las 10,000 unidades diarias requeridas para cubrir las necesidades de transfusiones.
Esta situación es aún más grave para los pacientes con tipos de sangre poco comunes, donde la compatibilidad se vuelve más difícil y las solicitudes se vuelven urgentes.
En este contexto, la búsqueda de alternativas científicas como la sangre artificial cobra cada vez más relevancia.
¿Qué es la sangre artificial?
Un equipo de investigadores de la Universidad de Nara, en Japón, publicó el artículo «Primer ensayo de fase 1 en humanos de vesículas de hemoglobina como glóbulos rojos artificiales desarrollados para su uso como alternativa a las transfusiones». en donde evidenció que ha desarrollado vesículas de hemoglobina (HbV), una forma de hemoglobina encapsulada en una capa lipídica que imita la función de los glóbulos rojos.
Estas células artificiales están diseñadas para transportar oxígeno desde los pulmones a los tejidos del cuerpo y devolver dióxido de carbono a los pulmones para su eliminación.
En 2022, estas investigaciones llevaron a cabo un ensayo clínico con 12 voluntarios sanos, a quienes se les inyectaron 100 ml de HbV sin registrar efectos adversos graves, por lo que el equipo planea avanzar hacia una dosis de hasta 400 ml en un grupo más amplio de participantes, siempre y cuando se confirme la seguridad.
Los próximos estudios evaluarán su eficacia hemodinámica y respiratoria, y se proyecta una posible producción industrial para el año 2030.
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Ventajas clave
Uno de los beneficios más destacados de esta sangre artificial es su capacidad de almacenamiento. A diferencia de la sangre donada, que caduca a las seis semanas, las HbV podrían conservarse hasta dos años a temperatura ambiente y hasta cinco años si se congelan.
Además, este tipo de sangre carece de antígenos del sistema ABO y Rh, lo que la hace teóricamente compatible con cualquier receptor, un factor crucial para situaciones de emergencia o cuando no hay tiempo para pruebas de compatibilidad.
Este avance representa una luz de esperanza para millones de personas en el mundo que dependen de transfusiones de sangre, y aunque aún queda camino por recorrer, la posibilidad de contar con una fuente alternativa y duradera podría transformar el futuro de la medicina.
Necesidades en Puerto Rico
En Puerto Rico se necesita un promedio mínimo de 300 a 400 pintas diarias para poder abastecer las necesidades de los pacientes en los hospitales.
Aunque el 60 % de la población puede donar, pero solamente el 5 % es donante voluntario y las transfusiones de sangre aumentan un 9 % cada año.
Las estadísticas del Departamento de salud de Puerto Rico revelan que anualmente se hacen más de 250,000 cirugías que requieren de productos de las donaciones de sangre.
El uso de la sangre donada es vital para la recuperación de estos pacientes. la sangre solo se puede obtener de personas voluntarias que estén dispuestas a donarla para salvarle la vida a otro ser humano.
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