Marisoll Hernández cumple 40 años en su faceta en la cocina, pero es clara en afirmar que esta profesión llegó a su vida sin ella esperarla.
A sus 20 años estudió decoración de interiores y, en un viaje familiar en el que buscó hacer sus prácticas profesionales, llegó a colaborar en el restaurante vegetariano de su tío.
Entre las madrugadas, las compras de los vegetales y con nulos conocimientos de la cocina, en su regreso conoció al chef Augusto y se quedó trabajando junto a él por ocho meses sin ningún tipo de pago.
Entre 80 hombres cocinando y portando su primer uniforme de cocinera pasaron tres años, en los que se enamoró de esta profesión.
“Para el chef Augusto y toda la brigada, mis respetos y mis agradecimientos siempre. Ha sido la mejor experiencia de toda mi vida.»
Para Marisoll, ser chef es un disfrute y no una profesión con la que debe asumir ciertas exigencias. Lejos de ser la niña que se iba sin despedirse, que llegaba tarde y que no prestaba mucha atención a las preparaciones, hoy es una mujer con enfoque que se enorgullece de enseñar a los demás y ser líder para ellos.
Los retos como profesional
Trabajar para los demás es el reto más grande a nivel profesional. Hoy se siente orgullosa de tener seis restaurantes y está preparando la inauguración del séptimo.
“Tengo el orgullo y el honor de ser la chef exclusiva del Museo de Arte de Puerto Rico y ese es un reto maravilloso. Va a ser un pequeño espacio para actividades privadas en lo que engranamos y puedo, por fin, tener mi restaurante.”
Tras 19 años en catering, lleva el mismo tiempo buscando un espacio para su restaurante y se siente feliz de pronto lograrlo.
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Marisol, la escritora
En los años de trayectoria en la cocina y viajes, su manera de expresarse era a través de escritos cortos en papel que se fueron convirtiendo en tesoros como el que escribió a sus 16 años llamado “Tiempo perdido” y que fue publicado hace tres años junto con otros sentimientos y pensamientos del pasado en su primer libro de poesía llamado “Enamorada”.
Próximamente, hará el lanzamiento de dos nuevos libros que incluyen relatos e ilustraciones creadas por ella misma.
La estudiante de 62 años
“Para mí es el orgullo más grande y una de las cinco mejores decisiones que he tomado en mi vida. En mi cumpleaños número 60 tomé la decisión de que para yo ser alguien tenía que seguir nutriéndome a mí misma y para ello tenía que estudiar.»
Señala que le encanta y asiste de lunes a jueves a clases en las que comparte con compañeros de 18 y 19 años y esta experiencia le ha permitido conocer mucho de las nuevas generaciones.
“Yo puedo ser la mamá de las maestras y soy con el número la abuela de mis compañeros de estudio y mira, me fascina”, señala entre risas.
Cuidando su bienestar
Aunque confiesa no ser muy disciplinada con el ejercicio, utiliza su bicicleta estática con regularidad. Aunque ama la carne roja, promete ante las cámaras dejar de hacerlo un poco y optar por una alimentación más sana, consciente de la edad que tiene.
“Hago una salsa fresca con tomate, cebolla, albahaca, pimientos y todo lo que hay por ahí y le pongo a los huevos, la pasta, la carne y ahí le pongo mi toque saludable.”
Está orgullosa de tener 62 y se siente en el mejor momento de su vida, además “a los 64.5 se gradúa de la uni” y por eso les dice a las personas que nunca es tarde para cumplir metas, para soñar en grande y para hacer realidad nuevos propósitos.
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