La crianza en los niños es un proceso que los prepara para la independencia. Los padres pueden adoptar diversas formas para ayudarles a medida que los niños crecen y se desarrollan.
Al momento de educar y criar a los niños, es fundamental cuidar los hábitos y procurar que las experiencias que tienen nuestros hijos sean positivas. Esto promueve un desarrollo sano y una vida más feliz.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) aconsejan que para una crianza positiva, los padres deben brindarle a sus hijos un buen comienzo en la vida. Esto consta de nutrirlos bien, protegerlos y guiarlos.
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Estrategias de crianza
Existe una estrategia que se puede poner en práctica para aprovechar pequeñas ventanas de tiempo durante el día para establecer vínculos genuinos y afectuosos con los niños. Se trata de la regla de los nueve minutos, la cuál se le atribuye al fallecido neurocientífico Jaak Panksepp, reconocido por desarrollar el campo de la neurociencia afectiva (el estudio de cómo el cerebro procesa las emociones.
Esta regla se define en tres momentos específicos del día en los que se le debe prestar mucha atención para favorecer un desarrollo positivo en los niños y así mejorar la comunicación con ellos. Es una estrategia avalada por la neurociencia para la crianza de hijos felices y seguros.
Tres minutos durante la mañana: debemos tener en cuenta que la forma en la que nos despertamos influye significativamente en el ánimo que se tendrá durante el día, también ocurre en los niños. Lo recomendable es despertarlos de forma suave y progresiva, donde se trate de no interrumpir sus ciclos de sueño.
Tres minutos después de salir del colegio: estos minutos ofrecen una oportunidad para reconectar y estar presentes en sus vidas. En ellos debemos mostrar interés en lo que realizan durante el día y en lo que les preocupa. Poner en práctica estos minutos hará que los niños se sientan comprendidos y valorados.
Tres minutos antes de dormir: estos son los minutos más importantes del día, ya que la forma en la que los niños se van a la cama condiciona la calidad del sueño. Se recomienda dedicar este tiempo de atención plena antes de dormir para ayudar a establecer una conexión emocional con los niños. Los expertos aconsejan incluir hábitos de higiene del sueño para que faciliten un descanso reparador.
Aplicar estas estrategias no significa que no existan otros momentos esenciales en el día a día para la atención de los niños, esto se presenta cómo una alternativa para crear la comunicación y comprensión de ellos.
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