El diagnóstico de cáncer transforma no tan solo la vida del paciente, sino la salud mental.
Para el psicólogo clínico Gilvic Carmona, especialista en mindfulness y salud mental, es fundamental reconocer el impacto emocional que conlleva esta experiencia, tanto para la persona afectada como para sus cuidadores.
“El diagnóstico no define quién eres. Es una experiencia que estás atravesando, pero no tu identidad”, afirmó Carmona.
El golpe emocional: tres reacciones comunes
Según Carmona, las personas suelen reaccionar de tres maneras al momento del diagnóstico:
- Con resiliencia inmediata.
- Con resistencia o negación.
- Con aislamiento y tristeza profunda.
Independientemente de la reacción inicial, el psicólogo recordó que las emociones no siguen un patrón lineal.
“Puedes pensar que ya superaste la etapa de la negación y de momento algo te hace regresar a ella. No se trata de un proceso ordenado. Es humano”, explicó.
El estrés durante el tratamiento
El tratamiento representa otro reto emocional. “Muchos pacientes sienten que pierden el control de su vida. Están rodeados de médicos que a veces ni conocen y que les dicen qué hacer, cómo hacerlo y cuándo hacerlo”, señaló Carmona. Esta sensación de despersonalización puede provocar ansiedad, confusión y miedo.
A esto se suma la presión social: recomendaciones de personas bien intencionadas pero mal informadas que sobrecargan emocionalmente al paciente.
“Hay que estar pendiente a las señales del cuerpo y la mente: si no estás durmiendo, si no tienes apetito, si te aíslas, si tiemblas… todo eso puede ser ansiedad que necesita atención”, expresó el psicólogo.
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El cuidador también necesita cuidado
“Un cuidador estresado transmite ese estrés. Las emociones se contagian porque el cerebro tiene neuronas espejo. Si llegas al cuarto del paciente con ansiedad, él lo va a sentir”, explicó.
Por eso, Carmona enfatiza que el autocuidado del cuidador es tan esencial como el cuidado del paciente.
También hizo una invitación a la conciencia plena:
“No puedes acompañar a otro si estás desconectado de ti. Estar presente no es solo estar físicamente; es estar emocionalmente disponible”.
Herramientas prácticas para mejorar la salud mental
Entre las estrategias que recomendó el psicólogo para afrontar la ansiedad y el miedo están:
- Respirar conscientemente.
- Practicar mindfulness o atención plena.
- Buscar espacios de apoyo emocional.
- Aceptar las emociones sin juicio.
“La quimioterapia puede doler, sí. Pero si respiras, si te conectas con el ahora, puedes encontrar pequeños momentos de calma incluso en medio del dolor”, aseguró.
Una nueva forma de ver la vida
Para el Dr. Carmona, el cáncer puede convertirse en un punto de inflexión:
“Muchos pacientes me dicen: ‘No quiero volver a ser quien era antes’. El cáncer les enseñó a valorar, a priorizar, a vivir con más conciencia. Eso también es sanación.”
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