Ginecólogo archivos - BeHealth https://www.behealthpr.com/tag/ginecologo/ Tu conexión con la salud Tue, 06 Aug 2024 03:57:15 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.8 https://www.behealthpr.com/wp-content/uploads/2020/04/cropped-BE-16-1-32x32.png Ginecólogo archivos - BeHealth https://www.behealthpr.com/tag/ginecologo/ 32 32 Efecto Barbie: cómo la película impulsó el interés por la salud ginecológica https://www.behealthpr.com/efecto-barbie-como-la-pelicula-impulso-el-interes-por-la-salud-ginecologica/ Mon, 05 Aug 2024 15:47:28 +0000 https://www.behealthpr.com/?p=70487 Cuando Barbie deja atrás el brillante y perfecto mundo de Barbie Land para aventurarse en el mundo real, se enfrenta a muchas novedades. Entre ellas, una visita al ginecólogo. Este detalle de la película «Barbie» de 2023 no solo es un guiño a la vida adulta, sino que ha tenido un impacto real en el …

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Cuando Barbie deja atrás el brillante y perfecto mundo de Barbie Land para aventurarse en el mundo real, se enfrenta a muchas novedades. Entre ellas, una visita al ginecólogo. Este detalle de la película «Barbie» de 2023 no solo es un guiño a la vida adulta, sino que ha tenido un impacto real en el interés del público por la salud ginecológica.

Aumento en las búsquedas relacionadas con la ginecología

Un nuevo estudio publicado en JAMA Network Open reveló que el final de la película aumentó significativamente las búsquedas en internet sobre temas ginecológicos. Analizando 34 consultas de búsqueda, los investigadores encontraron un aumento del 51% en las búsquedas de «ginecólogo» y «ginecología» en la semana siguiente al estreno de la película en julio de 2023. Las búsquedas de «definición de ginecólogo» y preguntas como «¿Qué hace un ginecólogo?» aumentaron un 154%.

Influencia de la cultura pop en la salud pública

Este fenómeno no es nuevo. La cultura pop ha influido anteriormente en las conductas de salud del público. Ejemplos incluyen la transmisión en directo de la colonoscopia de Katie Couric en 2000 y el ensayo de Angelina Jolie sobre el cáncer de mama, que provocaron aumentos significativos en la realización de colonoscopias y pruebas genéticas. Inspirados por estos precedentes, los investigadores decidieron estudiar el «efecto Barbie» en la salud reproductiva de la mujer.

El estudio observó que, aunque hubo un incremento en las búsquedas, no se vio un cambio significativo en las búsquedas de términos como «cita con el ginecólogo». Sin embargo, los autores creen que la visibilidad de estos temas en la cultura pop puede aumentar la conciencia y la proactividad en el cuidado de la salud reproductiva a largo plazo.

Eva Sénéchal, autora principal del estudio e investigadora en la Universidad McGill, comentó: «Hacer que estos temas parezcan menos abstractos y aterradores, simplemente aludiendo a ellos en películas y cosas que la gente consume en su vida cotidiana, ayuda a que la gente sea más consciente de algo con lo que las mujeres se enfrentan en su vida diaria».

Importancia de la educación en salud reproductiva

La Dra. Nitu Bajekal, ginecóloga y obstetra con sede en Londres, destacó la importancia de normalizar la salud ginecológica a través de la cultura popular. «Ir al ginecólogo no debe estar lleno de sentimientos de fatalidad y pesimismo», señaló. Al hacer que el cuidado ginecológico sea un tema más accesible y menos tabú, se puede fomentar un ambiente donde las personas se sientan más cómodas hablando de estos temas y acudiendo a sus citas médicas.

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La directora de «Barbie», Greta Gerwig, explicó que la inclusión de la visita al ginecólogo en la película tenía como objetivo dar a las niñas una sensación de normalidad respecto a estos cuidados. «Cuando era adolescente, recuerdo sentirme avergonzada de mi cuerpo. Sentía que todo tenía que estar oculto», comentó Gerwig.

El Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos recomienda una primera visita al ginecobstetra entre los 13 y 15 años, y la prueba de Papanicolaou a partir de los 21 años. La Dra. Heather Irobunda, ginecobstetra en New York City Health and Hospitals Corporation, sugiere que la primera cita sea una oportunidad para conocer al médico y entender en qué consisten los exámenes ginecológicos, asegurando que las pacientes se sientan seguras y bien informadas.

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Viejas y “atrofiadas”  https://www.behealthpr.com/viejas-y-atrofiadas/ Sun, 25 Feb 2024 08:24:14 +0000 https://www.behealthpr.com/?p=62095 He sido paciente del mismo ginecólogo prácticamente la mitad de vida. A través de más de treinta años me ha visto atravesar por muchas etapas y cambios, no solo físicos, sino emocionales también. Pero ya a sus ochenta, él está a punto de retirarse, y aunque no ha tomado todavía la decisión, decidí buscar una …

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He sido paciente del mismo ginecólogo prácticamente la mitad de vida. A través de más de treinta años me ha visto atravesar por muchas etapas y cambios, no solo físicos, sino emocionales también. Pero ya a sus ochenta, él está a punto de retirarse, y aunque no ha tomado todavía la decisión, decidí buscar una nueva alternativa para comenzar el proceso de desapego. Después de todo, si hay un especialista con quien necesitamos sentir confianza y compenetración es con ese que va a estar examinando áreas tan íntimas de tu cuerpo que posiblemente nadie ha visto nunca.  

Y así llego a mi primera cita con este ginecólogo. Antes de verlo, la enfermera me tomó mis vitales y me hizo una serie de preguntas, entre ellas, una que entiendo es necesaria, pero me mueve las entrañas. “¿Está activa sexualmente en este momento?” “No, por desgracia…” le respondí tratando de ponerme graciosita, y ella me sonrió como con pena.

Después paso donde el médico, un poco sobrepeso él, y que tendría cerca de cincuenta años. Lee los datos que le pasó la enfermera y vuelve a preguntar: “¿Entonces no está activa sexualmente?” Y dale. Y yo loca porque me preguntara “¿y por qué?” para contarle lo difícil que está la calle para las mujeres de mi edad.  Inhalé y exhalé y seguí a la enfermera al cuarto de examen.  

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Me acosté y espatarré en la “burra” (término con el cual coloquialmente se conoce la camilla donde los ginecólogos y/o obstetras realizan sus exámenes) y el médico comenzó a hacerme el incómodo pero necesario Papanicolau. Y tan pronto terminó, lo escucho decir: “Aquí hay atrofia…” “Perdón, doctor, ¿que hay qué?” le pregunté un poco en shock. “Sí”, repitió enfático, “aquí hay atrofia.”  “¿Y qué quiere decir eso?”, seguí preguntando. “Bueno, que, con la falta de estrógeno y los años, las paredes de la vagina se afinan y se atrofian”.  Así, directo al punto.

Al preguntarle cuales eran las consecuencias, me respondió: “Bueno, con la resequedad en el área puede haber aumento en infecciones vaginales, a veces sangrado, y dolor al tener relaciones sexuales, pero como usted no está activa sexualmente no creo que eso sea un problema”. ¿En serio?  ¿Iba a seguir recordándomelo?  

No me malentiendan, no es que esté en negación acerca de lo que ocurre cuando perdemos el estrógeno luego de la menopausia. Podría dar una charla sobre el tema. Estoy clara. Pero es la forma. Y recordé cuando en tantas ocasiones mi médico de toda la vida me decía después del examen: “Estás como una nena de quince”. Posiblemente lo hacía para que me sintiera bien. O tal vez en los últimos años, como ya tenía problemas de visión, no se dio cuenta de mi “atrofia”. O tal vez no creía que fuese tan grave la cosa como para mencionármela.

Lo cierto es que no sé cuánto tiempo llevo “atrófica”, pero lo que sí sé es que hay formas y hay formas de decir las cosas. Espero que un médico sea sincero conmigo, pero que esa honestidad vaya acompañada de algo de empatía, por favor. Les tengo que confesar que en un momento dado me pasó por la mente decirle: “Yo estaré atrófica, pero si usted no baja de peso veo un infarto en su futuro”. Pero no lo hice.  

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Me habló sobre un posible tratamiento con estrógeno en crema, y me dio una cita de seguimiento para discutir el resultado del Papanicolau. No, no regresé. Y ese día por primera vez a mis sesenta y cinco años me sentí vieja, vieja y atrofiada. Pero me consoló el hecho de que esta experiencia me estaba proveyendo material para una columna y, en algún momento, para un stand-up comedy. 

Solicité más adelante el resultado de la prueba para tenerlo en récord cuando vaya el año que viene a otro ginecólogo. O creo que voy a intentar con una ginecóloga para ver si encuentro más solidaridad y empatía. Posiblemente una ya entradita en años y que esté tan atrofiada como yo.  Les sigo contando.

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