Trump cancela más de 800 millones en fondos para salud LGBTQ: Riesgo en avances científicos
En un movimiento que ha generado controversia, la administración del presidente Donald Trump ha decidido cancelar más de 800 millones de dólares en fondos destinados a la investigación sobre la salud de la comunidad LGBTQ, afectando una serie de estudios clave sobre enfermedades como el VIH, el cáncer y otras que impactan a minorías sexuales y de género.
Según un análisis realizado por The New York Times, se han eliminado 323 de las 669 subvenciones que fueron aprobadas por los Institutos Nacionales de Salud (NIH), muchas de las cuales estaban vinculadas a la salud de las personas LGBTQ. Esto ha generado preocupación entre los profesionales de la salud, quienes alertan que esta decisión podría tener repercusiones graves en los avances conseguidos en el tratamiento y prevención de enfermedades.
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Entre los proyectos cancelados se encuentra un importante estudio de 41 millones de dólares de la Universidad Estatal de Florida, diseñado para prevenir el VIH en jóvenes. Este grupo, compuesto por adolescentes y adultos jóvenes, representa cerca del 20 % de las nuevas infecciones por VIH cada año en Estados Unidos.
Los NIH justificaron la cancelación de los fondos, indicando que estos estudios ya no se alineaban con las prioridades de la agencia. En cartas enviadas a los investigadores, los NIH mencionaron que varios de los proyectos se enfocaban en áreas como identidad de género y equidad social, considerándolos no prioritarios para su agenda. Esta justificación ha sido ampliamente criticada por los afectados, quienes argumentan que las decisiones responden a una agenda política y no científica.
Investigación científica y comunidades vulnerables
En varios casos, los laboratorios que investigan sobre salud LGBTQ han tenido que despedir personal o suspender ensayos clínicos. Katie Edwards, profesora de la Universidad de Michigan, lamentó la cancelación de seis de sus estudios, entre ellos uno centrado en la prevención de suicidios y violencia sexual en adolescentes transgénero.
Por otro lado, el Dr. Matthew Spinelli, investigador de la Universidad de California en San Francisco, expresó su frustración por la cancelación de un estudio sobre el uso de doxiciclina para prevenir enfermedades de transmisión sexual, que ya había avanzado considerablemente antes de que se detuviera por falta de financiamiento.
A pesar de que los NIH insisten en que la decisión responde a su política de priorizar «la ciencia basada en la evidencia», muchos investigadores y críticos sostienen que la administración Trump está tomando decisiones que afectan directamente a la salud de una parte significativa de la población estadounidense. Las personas LGBTQ representan cerca del 10 % de los adultos en el país, y los recortes podrían tener efectos devastadores en su acceso a atención médica adecuada.
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Además, Trump ha propuesto una reducción sustancial en el presupuesto de los NIH, de 48,000 millones de dólares a 27,000 millones de dólares, como parte de su agenda para frenar lo que él considera una «ideología de género radical». Esta propuesta ha generado una fuerte oposición entre científicos y activistas, quienes argumentan que los recortes no tienen justificación científica.
Consecuencias
La cancelación de estos fondos significa un retroceso en la lucha contra enfermedades como el VIH, y frena la innovación en terapias y programas de prevención dirigidos a la comunidad LGBTQ. Simon Rosser, profesor de la Universidad de Minnesota, alertó que estas medidas podrían crear una “jerarquía de pacientes”, con un sistema de atención que favorece a ciertos grupos sobre otros, lo que perjudicaría aún más a las poblaciones más vulnerables.
La decisión de la administración Trump también recalca las tensiones entre la política y la ciencia, y pone en evidencia las dificultades que enfrentan los investigadores para llevar a cabo estudios esenciales para mejorar la salud de las comunidades LGBTQ. Las consecuencias de este recorte podrían sentirse a largo plazo, afectando no solo a los investigadores, sino también a las personas que dependen de estos estudios para acceder a mejores tratamientos y prevención.