Un estudio publicado recientemente en la revista JAMA Network Open reveló que las personas que logran perder exceso de peso durante la adultez temprana pueden reducir hasta en un 50 % el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas en etapas posteriores de la vida.
El análisis, liderado por el Dr. Timo E. Strandberg, profesor de Geriatría de la Universidad de Helsinki (Finlandia) y médico jefe del Hospital Universitario de dicha ciudad, se basó en datos recopilados de más de 23,000 participantes a través de tres estudios longitudinales realizados en Gran Bretaña y Finlandia. Este es uno de los pocos trabajos que examina los beneficios de una pérdida de peso sostenida en el tiempo, más allá de la prevención de la diabetes.
A diferencia de investigaciones anteriores centradas en los efectos negativos de la obesidad, este estudio pone el enfoque en cómo tomar acción temprana puede tener un impacto duradero sobre la salud general.
Entre las condiciones que los investigadores evaluaron se encuentran: infartos, accidentes cerebrovasculares, distintos tipos de cáncer, asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), así como el riesgo general de mortalidad.
“Aunque corregir el sobrepeso en la mediana edad sin tratamiento quirúrgico o farmacológico es un desafío, nuestros resultados sugieren que es factible y puede estar asociado con un menor riesgo a largo plazo de enfermedades cardiovasculares, otras afecciones crónicas y resultados de mortalidad asociados con el sobrepeso”, detalla el estudio.
Para muchos expertos, esta publicación reafirma que el cuidado de la salud está en nuestras manos y que tomar decisiones informadas, como prevenir o reducir el sobrepeso, puede ser clave para evitar múltiples enfermedades, incluso aquellas comúnmente asociadas con el envejecimiento.
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Detalles de la investigación
El análisis se basó en tres estudios de largo plazo. El Whitehall II comenzó en 1985 con 4,118 participantes (72 % hombres), el Estudio de Empresarios de Helsinki se inició en 1964 con 2,335 hombres, y el Estudio del sector público finlandés recopiló datos desde el año 2000 con 16,696 participantes (82.6 % mujeres). Estos seguimientos a lo largo de varias décadas fortalecen la evidencia sobre los beneficios sostenidos de mantener un peso saludable desde edades tempranas.
Los investigadores dirigidos por Strandberg dividieron a los sujetos, que tenían una media de 40 años al inicio del estudio, en cuatro grupos:
- en aquellos con un peso persistentemente normal (IMC < 25),
- con una reducción del sobrepeso al peso normal,
- con un aumento de normal a sobrepeso y
- en aquellos con sobrepeso persistente (IMC ≥ 25).
El hallazgo subraya la importancia de mantener un peso saludable desde edades tempranas, no solo para mejorar la calidad de vida en el presente, sino para prevenir complicaciones a futuro y promover un envejecimiento más saludable.
Los expertos recomiendan apuntar a 150 minutos de ejercicio moderado (como caminar o andar en bicicleta) cada semana, más dos días de actividades de fortalecimiento muscular y comer una dieta de rica en frutas, verduras, nueces y aceite de oliva.
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