junio 6, 2025

Carbohidratos de alta calidad se asocian con mayor longevidad saludable en mujeres

Una investigación basada en el Nurses’ Health Study, un estudio de cohorte prospectivo que ha seguido a más de 121.000 enfermeras registradas desde 1976 en Estados Unidos; reveló asociaciones significativas entre la calidad de los carbohidratos consumidos en la mediana edad y la probabilidad de alcanzar un envejecimiento saludable. El estudio se centró en una cohorte de mujeres que alcanzaron entre 70 y 93 años de edad y fue publicado recientemente en The American Journal of Clinical Nutrition.

Durante 32 años de seguimiento, las investigadoras encontraron que una mayor ingesta de carbohidratos totales y de alta calidad se asoció positivamente con un envejecimiento saludable. Por cada incremento del 10 % en las calorías provenientes de carbohidratos, las probabilidades de un envejecimiento saludable aumentaron un 17 %, y este efecto fue aún mayor para los carbohidratos de alta calidad, con un aumento del 31 %.

Las fuentes de carbohidratos que más se asociaron con mejores resultados en el envejecimiento fueron los cereales integrales, frutas, verduras y legumbres. Por ejemplo, el consumo de frutas se asoció con hasta un 16 % más de probabilidades de cumplir los criterios de envejecimiento saludable, mientras que el de vegetales se asoció con hasta un 31% más.

En contraste, el estudio encontró asociaciones negativas para los carbohidratos refinados y las verduras con almidón. La ingesta de carbohidratos refinados se vinculó con un 13 % menos de probabilidades de envejecer saludablemente, y el consumo de verduras con almidón, como las papas, con un 10 % menos.

La fibra dietética también emergió como un factor clave. Cada aumento de una desviación estándar en la ingesta de fibra total se asoció con un 17 % más de probabilidades de envejecimiento saludable. Las fibras provenientes de frutas, vegetales y cereales también mostraron asociaciones positivas con el envejecimiento saludable.

Conoce: De la tiroides y envejecimiento, hasta la obesidad: abecé de la endocrinología

Respecto a los indicadores glucémicos, el índice glucémico (IG) más alto y una mayor proporción de carbohidratos totales respecto a fibra dietética se asociaron con un 24 % y un 29 % menos probabilidades de envejecer saludablemente, respectivamente.

Cuando se analizaron los distintos dominios del envejecimiento saludable (ausencia de enfermedades crónicas, buena función física, cognitiva, mental y sin discapacidad), la ingesta de carbohidratos de alta calidad mostró asociaciones favorables en todos los dominios, con incrementos de probabilidad que oscilaron entre el 8 % y el 24 %. En cambio, los carbohidratos refinados se asociaron negativamente con estos dominios, con disminuciones de probabilidad entre el 6% y el 9%.

En análisis de sustitución, reemplazar el 5 % de las calorías de los carbohidratos refinados por carbohidratos de alta calidad, grasas totales o grasas trans naturales (AGT) se asoció con entre un 8 % y un 16 % más de probabilidades de envejecimiento saludable. En cambio, sustituir carbohidratos por proteínas —especialmente proteínas animales o vegetales— se asoció con un riesgo menor de envejecimiento saludable, con una reducción de hasta el 37 % en las probabilidades cuando se sustituía por PUFA (grasas poliinsaturadas).

Los efectos beneficiosos de la ingesta de carbohidratos y fibra fueron más pronunciados en mujeres con un consumo de fibra por encima de la mediana y un índice glucémico por debajo de la media, lo que sugiere que no solo importa la cantidad de carbohidratos, sino su calidad y la interacción con otros componentes de la dieta.

La fibra, además de mejorar la salud digestiva, podría modular la inflamación crónica, la salud cardiovascular, la función cognitiva y la longevidad a través de mecanismos relacionados con el microbioma intestinal. Metabolitos como el indolepropionato, productos de la fermentación de fibra por bacterias intestinales, han sido asociados con beneficios cardiovasculares y mayor expectativa de vida.

Fortalezas y limitaciones

El estudio presenta fortalezas como una muestra grande, múltiples mediciones dietéticas durante décadas y un análisis exhaustivo de dominios clave del envejecimiento. Sin embargo, sus autoras señalan que la muestra está compuesta por mujeres con altos niveles educativos y patrones dietéticos más saludables que la población general, lo que puede limitar la generalización de los hallazgos.

También se destaca que, aunque se intentó controlar múltiples variables, no puede descartarse la existencia de factores de confusión residuales. Además, la información dietética y de salud se recopiló más de una década atrás, lo cual podría no reflejar patrones actuales.

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