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*Apoyado por Crohns & ColitisCondiciones AutoinmunesEnfermedad de Crohn

Efectos de la enfermedad de Crohn en el organismo

La enfermedad de Crohn es un trastorno autoinmunitario crónico que afecta a todo el tubo digestivo. Al tratarse de una enfermedad inflamatoria, también puede provocar problemas graves en otras partes del cuerpo.

La enfermedad inflamatoria intestinal (EII) representa un grupo de trastornos intestinales que provocan la inflamación del tubo digestivo. Entre ellas destacan la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn. En Estados Unidos, entre 1 y 1,3 millones de personas padecen EII, y se cree que unos 780.000 estadounidenses viven con la enfermedad de Crohn.

La principal diferencia entre ambas es que la colitis ulcerosa afecta sólo al colon, mientras que la enfermedad de Crohn afecta a todo el tubo digestivo, desde la boca hasta el ano, por lo que los enfermos de Crohn pueden sufrir complicaciones físicas y emocionales mucho más diversas.

Los síntomas habituales del Crohn son complicaciones digestivas, dolor abdominal y pérdida de peso. En casos graves, la enfermedad puede ser mortal. Los enfermos de Crohn suelen tener brotes de actividad de la enfermedad seguidos de un periodo de remisión. Las remisiones pueden ser breves o durar muchos años.

No existe cura para la enfermedad de Crohn, pero hay varios ajustes en el estilo de vida y tratamientos que pueden mejorar la calidad de vida y aumentar las posibilidades de una remisión más prolongada.

Aparato digestivo

La enfermedad de Crohn afecta principalmente al tubo digestivo. La zona más común de actividad de la enfermedad afecta a la parte inferior del intestino delgado (íleon). La inflamación también puede afectar a otras partes del intestino, provocando hinchazón y engrosamiento. Con el tiempo, el tejido cicatricial grueso puede estrechar el paso u obstruir el intestino por completo. Si esto ocurre, puede ser necesario extirpar parte del intestino.

Las úlceras también pueden desarrollarse en cualquier parte del tubo digestivo, incluso en lo más profundo de la pared intestinal.

Pueden abrirse fístulas, o conductos anormales, entre una parte del intestino y otra, o entre el intestino y la vejiga, el ano, la vagina o la piel. Esto puede permitir que el contenido intestinal eluda parte del intestino. Puede provocar una mala absorción de nutrientes. Las fístulas que desembocan en la piel pueden permitir que el drenaje intestinal se acumule en la piel.

Alrededor del 30% de los enfermos de Crohn desarrollan fístulas. Las fístulas aumentan el riesgo de infección y absceso.

Las personas con Crohn también pueden desarrollar fisuras anales, o pequeños desgarros en el revestimiento del canal anal. Las fisuras pueden provocar grietas, hemorragias, dolor y picor.

La diarrea crónica, combinada con una absorción deficiente de nutrientes, puede provocar carencias vitamínicas y desnutrición.

La enfermedad de Crohn aumenta el riesgo de desarrollar cálculos renales y biliares, fiebre y enfermedades hepáticas. Los brotes pueden causar aftas en la boca, que tienden a desaparecer junto con los síntomas gastrointestinales.

Los enfermos de Crohn también corren un mayor riesgo de desarrollar cáncer de colon.

Salud mental y emocional

El cuerpo y la mente son inseparables, y los síntomas de la enfermedad de Crohn pueden provocar dificultades emocionales. Aunque la causa principal de la enfermedad de Crohn no es emocional, pueden producirse reagudizaciones en momentos emocionalmente más difíciles. Hacer frente a una enfermedad crónica grave ya es difícil, por lo que es importante controlar el estrés y los niveles emocionales.

Sistema cardiovascular

La absorción deficiente de hierro puede causar anemia. Si no se trata, la anemia ferropénica puede provocar problemas cardíacos, como latidos rápidos o irregulares. Con el tiempo, puede desarrollar un corazón agrandado o insuficiencia cardíaca. Durante el embarazo, la carencia de hierro se asocia a partos prematuros y bajo peso al nacer. En los niños, la anemia puede retrasar el crecimiento y el desarrollo.

Padecer EII triplica el riesgo de desarrollar un coágulo sanguíneo en una vena profunda (trombosis venosa profunda) o un coágulo que obstruya una arteria pulmonar (embolia pulmonar). Este riesgo puede ser aún mayor cuando se está hospitalizado.

Los corticosteroides, que pueden utilizarse para tratar la enfermedad de Crohn, pueden aumentar el riesgo de padecer hipertensión arterial. A veces se utilizan inmunomoduladores y terapias biológicas para tratar la enfermedad de Crohn. El uso de estos medicamentos inmunosupresores puede aumentar el riesgo de linfoma, un tipo de cáncer de la sangre.

Sistema óseo

La enfermedad de Crohn no suele debilitar los huesos, pero los pacientes pueden tener problemas relacionados, con o sin inflamación.

Entre el 10 y el 20 por ciento de las personas con EII padecen artralgia. Estos dolores en las articulaciones no implican inflamación ni dañan la articulación. Alrededor del 30% de las personas con EII padecen artritis. Este tipo de dolor articular está causado por la inflamación. La artritis puede reducir la flexibilidad y dañar permanentemente las articulaciones.

Es posible que los médicos no puedan determinar al principio si la artritis está asociada a la enfermedad de Crohn. Cuando lo está, los síntomas suelen mejorar cuando lo hacen los síntomas intestinales. Si el tratamiento de la enfermedad de Crohn incluye corticosteroides, puede aumentar el riesgo de fracturas óseas, dolor e inflamación articular y osteoporosis.

Ojos (sistema nervioso central)

Alrededor del 10% de las personas con EII tienen problemas oculares. El más frecuente es la inflamación de la úvea (uveítis), que es la capa media de la pared ocular. Esto puede causar

  • dolor
  • sensibilidad a la luz
  • visión borrosa
  • enrojecimiento

Los síntomas suelen mejorar cuando la enfermedad de Crohn está bajo control.

Piel (sistema tegumentario)

Las personas con Crohn tienen un riesgo ligeramente mayor de desarrollar eritema nodoso o pioderma gangrenoso en los tobillos, las espinillas o los brazos.

El eritema nodoso es la aparición de protuberancias rojas en la piel. El pioderma gangrenoso es cuando aparece pus y ulceraciones profundas en la piel. Ambos tienden a desaparecer junto con los demás síntomas de un brote de Crohn.

Fuentes: HealthLine

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