Por: Lily García
No me canso de repetirlo: la vida está compuesta por ciclos de ganancias y pérdidas. El hecho de que la vida es cambio es ley universal. Nada permanece estático. Todo se transforma. Hay transformaciones deseadas y otras, no solo no deseadas, sino devastadoras. No conozco un solo ser humano que no haya atravesado por al menos una pérdida en su vida, además del inevitable proceso de duelo que acompaña tanto pérdidas grandes como pequeñas.
¿Qué es el duelo? El duelo se define como el proceso de adaptación emocional luego de haber sufrido una pérdida. Y a pesar de que las pérdidas son experiencias comunes, todavía existen muchos mitos acerca de lo que debería o no ser un proceso de duelo. Hoy quisiera mencionar algunos de ellos porque me parece que mientras más entendamos lo que podemos esperar del duelo, más preparados vamos a estar para reconstruirnos saludablemente.
Lee: Suéltame, que me ahogas…
Mito 1: El duelo solo se siente cuando perdemos a un ser querido (y eso incluye mascotas). No es cierto. Existen muchos tipos de pérdida, y, por lo tanto, se puede estar en duelo luego de un divorcio o rompimiento amoroso; de un diagnóstico de una enfermedad; de un despido laboral o una reducción de sueldo; de una pérdida económica, y hasta de la pérdida de una ilusión, algo que ansiábamos lograr y nunca se dio.
Mito 2: El duelo es un proceso lineal en el cual se atraviesan varias etapas. Sí bien es cierto que se han definido cinco etapas generales del duelo, una persona no tiene necesariamente que pasar por todas, y menos en el orden en que se han establecido. Estas etapas son: la negación, el coraje, la negociación, el dolor o depresión, y, finalmente, la resolución o aceptación. Pero luego de una pérdida hay quienes pueden pasar por todas las etapas en diferentes momentos, y no en ese orden. Lo importante es que no nos quedemos estancados en ninguna de ellas.
Mito 3: El tiempo lo cura todo. No. Cuando se maneja saludablemente un proceso de duelo, el tiempo sí va a transformar el dolor, pero no lo va a borrar totalmente. Siempre habrá recuerdos. Siempre habrá momentos duros. Pero con el tiempo dolerá de una forma distinta.
Mito 4: Ya es hora de que hayas superado tu pérdida. No. Muchas veces escuchamos estas palabras de personas que nos aman y que se preocupan por nuestro sufrimiento post pérdida. Pero no hay un tiempo de expiración para el duelo. La literatura menciona que luego de una pérdida significativa no debemos tomar decisiones difíciles o hacer grandes cambios hasta por lo menos después de un año. La razón es que posiblemente durante ese tiempo no estemos pensando racionalmente porque las emociones nos estarán dominando. Pero eso no quiere decir que después de un año se deja de llorar o sentir. Sí se debería poder ya estar viviendo una vida productiva y ajustándonos a nuestra nueva realidad. Pero procesar un duelo puede tomar la vida entera.
Mito 5: Si estás en duelo debe estar llorando o triste. No. El duelo se puede manifestar con aislamiento, coraje, o sensación de no sentir nada, entre muchas otras formas. Y dentro de un círculo familiar o de amistades, cada persona procesa el duelo de forma individual. De ahí que es importante respetar los procesos de otros y exigir que respeten los nuestros.
Te puede interesar: El renacer de Janet
Mito 6: Tienes que ser “fuerte” ante tu pérdida. No. El dolor que sentimos ante una pérdida nos da el permiso para desmoronarnos y que sean otros los que nos sostengan. No hay nada saludable en esconder sentimientos para que otros vean lo “fuertes” que somos. Se llora cuando se tiene que llorar. El demostrar el dolor no nos hace débiles, sino que nos recuerda que somos “vulnerables”. Y la capacidad para la vulnerabilidad es siempre una fortaleza.
Espero que puedas navegar saludablemente tus procesos de duelo y entender que en cada pérdida hay encerrada una gran lección. Ojalá puedas descubrirla y crear una vida con propósito a pesar de tu dolor. Voy a ti…