Con un firme llamado a la vocación de servicio, la sensibilidad humana y la práctica compasiva de las profesiones de la salud, la Universidad Central del Caribe (UCC) celebró este viernes su Quincuagésimo Cuarta Colación de Grados, en la que se graduaron 183 nuevos profesionales, incluyendo 79 nuevos médicos y 104 egresados en ramas como quiropráctica, ciencias biomédicas, tecnología de imágenes médicas y consejería en abuso de sustancias.
Durante la ceremonia, la doctora Waleska Crespo, presidenta de la UCC, exhortó a los graduandos a ejercer su carrera “con ciencia, conciencia y servicio con integridad”, en un contexto de crecientes retos para el sistema de salud, incluyendo el envejecimiento poblacional.
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La líder académica resaltó la importancia del cuidado propio como parte del compromiso con una atención compasiva, e insistió en que la colaboración interprofesional y la responsabilidad social deben ser pilares en la brújula profesional de cada egresado.
El acto de graduación también fue escenario para el reconocimiento de trayectorias ejemplares mediante la entrega de dos doctorados Honoris Causa. Uno de ellos fue otorgado de manera póstuma al industrial y filántropo Edgardo Fábregas, quien durante 16 años formó parte de la Junta de Síndicos de la institución, fungiendo como tesorero y colaborador clave en el fortalecimiento institucional.
El segundo reconocimiento fue conferido a la ingeniera química Olga González Sanabria, científica puertorriqueña de renombre internacional y pionera en la NASA, donde se convirtió en la primera mujer en dirigir el Centro de Ingeniería del Glenn Research Center. Natural de Patillas, Sanabria fue pieza clave en el desarrollo de las baterías de níquel-hidrógeno utilizadas en la Estación Espacial Internacional.
En su mensaje a los graduandos, instó a mantener la integridad, el aprendizaje continuo y la colaboración como claves del liderazgo profesional. “La mejor suerte es cuando la oportunidad se encuentra con la preparación”, afirmó.
El orador principal del evento fue el doctor William Félix, médico de familia y especialista en medicina deportiva, emergencias y sistemas de inteligencia artificial aplicada a la salud. Félix, egresado de la UCC y director médico de las finales de la NBA, ofreció un discurso centrado en la humildad, la incertidumbre inherente a la práctica médica y la necesidad de conservar la humanidad en cada intervención clínica. Compartió cómo la pandemia de COVID-19 lo llevó a reenfocar su vocación hacia la salud pública y anunció su decisión de regresar a Puerto Rico para liderar iniciativas que fortalezcan el sistema de salud y mejoren la calidad de vida en la Isla.
“El mundo les pedirá respuestas, y muchas veces no las tendrán. No porque fallen, sino porque la medicina, la ciencia y la vida no siempre las tienen. Lo único que jamás debe faltar es la humanidad”, reflexionó Félix.
La clase graduanda estuvo compuesta en un 62 % por mujeres y destacó por su diversidad, con profesionales provenientes de disciplinas como la contabilidad y la arquitectura. Además, varios estudiantes alcanzaron grados doctorales en medicina y acupuntura con promedios perfectos de 4.0 puntos.
Un dato significativo fue que el 59 % de los nuevos médicos realizarán su residencia médica en Puerto Rico, una señal alentadora ante la urgente necesidad de retención de talento médico en la isla.
Con una ceremonia cargada de emoción, inspiración y compromiso social, la Universidad Central del Caribe reafirmó su papel como semillero de profesionales de la salud comprometidos no solo con la ciencia, sino con el bienestar humano.