A veces nos damos un golpe o tenemos una caída y no sabemos si es algo leve o si necesitamos atención médica. Si tienes dudas, aquí te dejamos cinco señales claras que pueden indicar que una radiografía es buena idea:
1. El dolor sigue ahí y no mejora
Si pasaron más de 24 a 48 horas desde la lesión y el dolor sigue igual o peor, aunque hayas hecho reposo o tomado algún analgésico, es momento de ir al médico. Puede que necesites una radiografía para descartar algo más serio.
2. Se te hinchó y salió un moretón
La hinchazón o los moretones son normales después de un golpe, pero si no bajan con el tiempo o parecen exagerados, puede haber una fractura escondida. Una radiografía te dará claridad.
3. No puedes mover bien la zona o te cuesta apoyar peso
Si te duele mover la muñeca, el tobillo o cualquier articulación, o si no puedes apoyar bien el pie después de una lesión, podrías tener una fractura, incluso puede ser leve y permitirte ciertos movimientos, pero si el malestar no pasa, no lo ignores.
4. Algo se ve fuera de lugar
Si notas que la parte lesionada está deformada, torcida o se ve rara (como si el hueso se saliera de su lugar), ¡detente! Eso puede ser una fractura grave y necesitas atención inmediata con una radiografía. Recuerda que no tratar la fractura puede provocar una consolidación inadecuada y una deformidad permanente.
5. Escuchaste un “crack” o sentiste que algo se rompió
Ese chasquido que escuchaste o sentiste puede ser señal de una fractura o de que un tendón o ligamento se rompió. Aunque no haya dolor intenso al principio, vale la pena que un profesional te revise para determinar el tipo de lesión y su gravedad.
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¿Qué puede mostrarte una radiografía?
Una radiografía es súper útil para ver si tienes algo hueso roto, una fractura, una dislocación o problemas en las articulaciones.
También puede ayudar a detectar algunas condiciones en los pulmones o en el pecho. Pero debes tener claro que, si lo que tienes es un esguince, una distensión o una lesión en músculos o ligamentos, la radiografía no lo va a mostrar. En esos casos, el médico podría pedirte otros estudios, como una resonancia magnética.
Cuando tengas estas señales, busca el centro más cercano y acude sin cita previa. La radiografía puede tomar de diez a quince minutos, pero generalmente se requiere una evaluación para valorar la lesión y el tratamiento necesario y esto puede tomar incluso horas, por lo que es importante que acudas con disponibilidad de tiempo.
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