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Terapia CAR-T: una nueva esperanza para quienes viven con enfermedades autoinmunes

Durante años, muchas personas con lupus, artritis idiopática juvenil o esclerosis múltiple han vivido dependiendo de tratamientos inmunosupresores que no siempre logran controlar su enfermedad. Pero una nueva herramienta científica está cambiando el panorama: la terapia CAR-T, originalmente creada para tratar ciertos tipos de cáncer, ahora muestra resultados prometedores en patologías autoinmunes graves y resistentes a tratamiento. ¿Cómo funciona y por qué está generando tanta expectativa?

Reprogramar el sistema inmune: así actúa la terapia CAR-T

La Dra. Elivette Zambrana, reumatóloga pediátrica, lo explica de manera sencilla en entrevista con BeHealth: “La terapia CAR-T consiste en extraer linfocitos T del paciente, modificarlos genéticamente para que expresen un receptor quimérico dirigido contra un antígeno específico, y luego reintroducirlos en el cuerpo”.

En el caso del cáncer, esos linfocitos se programan para atacar células tumorales. Pero en enfermedades autoinmunes, el blanco son los linfocitos B autoreactivos, que producen autoanticuerpos y atacan por error a tejidos sanos.

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Uno de los blancos más comunes es el antígeno CD19, presente en los linfocitos B. Al dirigir los linfocitos CAR-T contra esas células, se logra una reducción drástica de los autoanticuerpos sin destruir por completo el sistema inmunológico.

¿Un reinicio del sistema inmunológico?

Más allá de atacar células problemáticas, lo verdaderamente innovador es que esta terapia permite una especie de «reinicio» inmunológico.

“Desde el punto de vista fisiopatológico, esto ocurre a través de una depleción profunda y sostenida de linfocitos B autoreactivos”, señala la doctora Zambrana.

Al eliminar estas células, se reduce significativamente la producción de autoanticuerpos y se permite que el sistema inmunológico se regenere, pero de forma más tolerante.

Además, se ha observado que tras la terapia hay una reconstitución del repertorio de linfocitos B con menos autorreactividad y un aumento de células T reguladoras, que ayudan a controlar la respuesta inmune. Todo esto contribuye a que el cuerpo “aprenda” a dejar de atacarse a sí mismo.

Resultados alentadores y futuro esperanzador

Aunque su uso en enfermedades autoinmunes aún está en etapas tempranas, los resultados son muy prometedores.

“En pacientes con lupus eritematoso sistémico severo y multiorgánico, se ha reportado remisión completa sostenida por más de un año sin necesidad de medicamentos inmunosupresores”, afirma Zambrana.

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También se han observado respuestas positivas en casos de artritis idiopática juvenil, miositis inflamatoria, esclerosis múltiple, esclerosis sistémica, síndrome de Sjögren y neuromielitis óptica. En muchos de estos pacientes, los beneficios no son solo clínicos, sino funcionales: disminución de la fatiga, mejor calidad de vida y regreso a las actividades diarias.

“La terapia CAR-T representa un gran avance en la reumatología”, concluye la especialista. “Aunque todavía está en fases experimentales, podría transformar nuestro enfoque clínico, pasando de una inmunosupresión crónica a una reprogramación inmunológica dirigida”.

Lo que empezó como una herramienta contra el cáncer, hoy abre una puerta esperanzadora para quienes conviven con enfermedades autoinmunes difíciles de tratar. Un verdadero salto hacia una medicina más personalizada y eficaz.

Redacción BeHealth

Grupo multimedios especializado en promover la preservación de la salud física, mental y emocional.

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