Abecé de la disfagia: la anomalÃa que dificulta tragar
¿Has tenido dificultades para que tu comida pase del esófago al estómago? Pues podrÃas tener disfagia, un trastorno que, aunque raro, es bastante común en varios pacientes. A continuación te contamos un abecé de esta condición que se caracteriza por el impedimento para que los alimentos y lÃquidos ingresen al cuerpo de manera normal.
Lo difÃcil de este trastorno es que, en algunos pacientes, puede llegar a ser doloroso porque mientras la comida o bebidas pasan por la garganta, hay un fuerte malestar, que imposibilita la deglución.
De hecho, no solo pasa con la comida o los lÃquidos, sino que también podrÃa ser cuando pasas saliva. Por ello, si ves que es recurrente, no dudes en asistir cuanto antes al médico debido a que, en casos graves, podrÃa generarse una especie de bulto en el esófago que podrÃa necesitar cirugÃa.
SintomatologÃa
Lo curioso de esta anomalÃa, además de causar sÃntomas fÃsicos, es que podrÃa empezar a generar trastornos de salud mental que vienen acompañados, según ha descrito la literatura médica cientÃfica, de risas fuertes, lágrimas y gritos.
Asà mismo, en casos más graves, la disfagia podrÃa ser responsable de que el paciente sufra conciencia borrosa, convulsiones, asà como enfermedades de la glándula tiroides y el corazón.
Aunque se cree en la población general que esta enfermedad ocurre en la vejez, lo cierto es que podrÃa presentarse en cualquier momento de la vida. Eso sÃ, en los adultos mayores, es mucho más común, por lo que si vives con uno de estos pacientes es importante que empieces a observar cómo es su proceso de deglución, para evidenciar si padece esta anomalÃa.
Otros sÃntomas que podrÃan ayudar a identificar la disfagia podrÃan incluir:
- Babeo
- Ronquera
- Regreso de la comida (regurgitación)
- Acidez estomacal frecuente
- Alimentos o ácido estomacal que vuelve a la garganta
- Pérdida de peso
- Tos o arcadas al tragar
Ten en cuenta que, si tu disfagia te impide respirar, debes pedir ayuda cuanto antes porque podrÃa causar asfixia. Alerta a alguien con quien estés cerca o llama de inmediato a la lÃnea de emergencias.
Causantes
Esta enfermedad no es por comer mucho, como se cree comunmente. Puede ser causada por múltiples factores que van desde daños y problemas musculares y nerviosos hasta el estrechamiento de las vÃas respiratorias y esofágicas.
Otros de los posibles desencadenantes de la disfagia suelen incluir el proceso de deglución que tienes en tu organismo. Existen 3:
- Oral (voluntario), cuando una persona controla el sorbo por su cuenta.
- FarÃngeo (involuntario rápido), cuando una persona traga sin control.
- Esófago (lento involuntario) con avance lento e incontrolado de los alimentos a través del esófago.
Además, debes enterarte que no solo hay un tipo de esta anomalÃa: existen, al menos, 10 categorÃas que podrÃan incidir en tu estado de salud. Todas incluyen problemas para deglutir pero su presentación suele ser diferente. Algunos de los más comunes son la acalasia, que es cuando el músculo esofágico inferior (esfÃnter) no se relaja adecuadamente para permitir que los alimentos ingresen al estómago; y el espasmo difuso, que provoca contracciones del esófago de mucha presión y descoordinadas, en general, después de tragar.
Otros de los tipos menos frecuentes pero que debes conocer de la mano de un experto son la constricción esofágica, los tumores esofágicos, los cuerpos extraños que aparecen en la zona, el anillo esofágico, entre otros.
Tratamientos y diagnósticos
Si desarrollas algunos de los sÃntomas antes descritos, como ya te dijimos, debes ir al médico para que te evalúe. Allà harán un análisis de tu historial clÃnico, palparán la zona afectada y, posiblemente, te sometan a ciertos exámenes como el coprograma, la laringoscopia, entre otros, para saber si tienes la condición.
Una vez te la diagnostiquen te prescribirán agentes farmacológicos para atacar posibles bacterias. En casos graves tendrán que operarte para remover la anomalÃa y, desde allÃ, empezarás a adecuar mejores hábitos para comer. Esto incluye practicar ejercicios para coordinar los músculos de esa parte del cuerpo, que deberás realizar con la toma de medicamentos y mejores hábitos alimenticios.