Conoce el ABC de la esofagitis eosinofílica
La esofagitis hace relación a la inflamación del esófago y eosinofílica quiere decir que la inflamación contiene un infiltrado de eosinófilos, que son un tipo de glóbulos blancos los cuáles son reclutados en las áreas donde hay reacciones alérgicas.
“Una esofagitis eosinofílica es una inflamación del esófago que se caracteriza por estar infiltrada por este tipo de células”, detalló el Dr. Kermit Richiez, especialista en gastroenterología en entrevista con BeHealth.
¿Qué se conoce de la condición?
De acuerdo con el gastroenterólogo, se ha tratado de determinar si esta es una progresión de la condición de reflujo pero se ha convertido en una entidad completamente aparte que hace años era tratada por pediatras y que en las últimas décadas ha presentado un aumento en la incidencia que aun no evidencia la razón del incremento.
La edad promedio donde se diagnostica esta enfermedad es sobre los 30 años, “Lo vemos mayormente en pacientes entre los 20 y los 35 y la vemos comúnmente sobre los 34 años, pero puede ocurrir a cualquier edad”, sostuvo el Dr. Richiez.
Anteriormente la condición era tratada principalmente por pediatras que buscaban una entidad alérgica del esófago y posteriormente los gastroenterólogos de adultos empezaron a detectar en las biopsias que tomaban a los adultos eosinófilos infiltrados dentro de la pared del esófago.
Síntomas
“Sería lógico pensar que cuando tú tragas el solo hecho de estar sentado o de pie sería suficiente para que la gravedad llevara el bolo alimenticio hacia el estómago. Sin embargo, no es tan sencillo como eso, se necesita un movimiento bien coordinado de los músculos que rodean el esófago para que ese bolo alimenticio llegue hasta el estómago”, explicó el gastroenterólogo.
Cualquier disfunción en el proceso de conducir el bolo alimentico desde la boca hasta el estómago es una disfunción y puede ser síntoma de esofagitis eosinofílica.
¿Se puede prevenir la condición?
No existe un tratamiento preventivo ya que no se puede determinar quién va a presentar la condición. Sin embargo, existen algunas asociaciones como por ejemplo otras condiciones alérgicas como el asma o la dermatitis atópica.
“Cuando un paciente tiene uno de esas condiciones y además tiene síntomas del esófago como acidez, dolor de pecho, dolor para tragar o episodios donde se ha encajado la comida en el esófago, entonces tenemos un alto grado de sospecha para ir a diagnosticarla”, puntualizó el Dr. Richiez.