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*Apoyado por Pacientes EIIEnfermedad de Crohn

Enfermedad de Crohn, ¿cuándo es necesaria la cirugía?

El tratamiento de la enfermedad de Crohn, una de las dos enfermedades inflamatorias crónicas del intestino junto con la colitis ulcerosa; ofrece varias opciones terapéuticas: terapias con medicamentos, cuando es necesario, terapias quirúrgicas. Pero, ¿en qué casos se debe utilizar la cirugía?

El objetivo del tratamiento de la enfermedad de Crohn es el control efectivo de los síntomas y la prevención de las complicaciones; aliviando el impacto de la enfermedad y mejorando la calidad de vida de los pacientes. Alrededor del 70% de los pacientes con la enfermedad de Crohn recurren a la cirugía durante su vida, cuando las terapias con medicamentos ya no pueden controlar los síntomas o hay pruebas de complicaciones, que solo pueden resolverse mediante la cirugía.

Las fístulas, los abscesos (principalmente perianales) y las estenosis intestinales son las principales complicaciones de la enfermedad y son las que más frecuentemente requieren tratamiento quirúrgico. El tipo de tratamiento depende de la extensión y la gravedad de las lesiones.

Beneficios de la cirugía en la enfermedad de Crohn

La cirugía en general tiene el gran potencial de mejorar rápidamente la calidad de vida de los pacientes en los que los intentos farmacológicos no han sido eficaces, pero no es, sin embargo, concluyente; ya que la enfermedad de Crohn es una enfermedad crónica en la que puede surgir la necesidad de una nueva intervención en el futuro.

Por ello, se han desarrollado técnicas quirúrgicas especializadas para preservar el intestino en la mayor medida posible y para dañar la pared abdominal lo menos posible.

A pesar de los notables progresos de la cirugía moderna, tres años después de la cirugía, alrededor del 80% de estos pacientes muestran signos de reaparición de la enfermedad en la endoscopia; y algunos de estos pacientes pueden necesitar una nueva cirugía en el futuro.

El desarrollo de terapias de drogas y, en particular, la introducción de drogas biológicas, puede ayudar a reducir la recurrencia; y, con ello, la necesidad de nuevas cirugías.

Por este motivo consideramos importante la sinergia entre el cirujano y el gastroenterólogo; para poder acompañar la terapia quirúrgica con la posterior continuación de la terapia farmacológica, reduciendo y retrasando la aparición de reincidencias.

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