Qué hacer si un compañero se desmaya en la oficina: tips y RCP
Los desmayos, o síncopes, son episodios relativamente comunes que pueden ocurrir en cualquier lugar, incluyendo el lugar de trabajo. Saber cómo actuar en estos momentos puede marcar una gran diferencia en la salud y seguridad de la persona afectada. Estos son algunos consejos prácticos y una guía sobre cómo realizar la reanimación cardiopulmonar (RCP) en caso de que un compañero se desmaye en la oficina.
¿Qué hacer en caso de desmayo?
Lo primero que debes hacer es mantener la calma para poder actuar de manera efectiva y brindar la mejor ayuda posible. Verifica la seguridad del entorno para asegurarte de que no haya peligros alrededor que puedan haber causado el desmayo o que puedan poner en riesgo a otros.
Luego, evalúa la respuesta de la persona llamándola por su nombre y dándole una palmada suave en los hombros para ver si responde. Si la persona no responde, llama inmediatamente a los servicios de emergencia (911 o el número correspondiente en tu país).
Si la persona está respirando y no tiene lesiones evidentes, colócala en posición de recuperación. Esto implica ponerla de lado con la cabeza ligeramente inclinada hacia atrás para mantener abiertas las vías respiratorias. Afloja cualquier prenda de vestir que pueda estar apretada, como corbatas, collares o cinturones, y cúbrela con una manta o cualquier prenda disponible para evitar que pierda calor corporal. Observa a la persona de cerca hasta que lleguen los servicios de emergencia, prestando atención a su respiración y pulso.
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¿Cuándo hacer RCP?
En caso de que la persona no esté respirando, es fundamental iniciar la RCP lo antes posible. Coloca a la persona boca arriba sobre una superficie firme y arrodíllate junto a su pecho. Coloca el talón de una mano en el centro del pecho, entre los pezones, y la otra mano sobre la primera. Mantén los codos rectos y usa el peso de tu cuerpo para aplicar compresiones fuertes y rápidas (100-120 compresiones por minuto) a una profundidad de aproximadamente 5-6 cm.
Si estás capacitado y dispuesto a hacerlo, alterna entre 30 compresiones y 2 respiraciones de rescate. Para las respiraciones de rescate, abre las vías respiratorias inclinando la cabeza hacia atrás y levantando el mentón, pinza la nariz y cubre la boca de la persona con la tuya, formando un sello, y da dos respiraciones lentas y completas, observando si el pecho se eleva. Continúa con el ciclo hasta que llegue la ayuda profesional o la persona muestre signos de vida.
Si hay un desfibrilador externo automático (DEA) disponible, enciéndelo y sigue las instrucciones de voz. Coloca los electrodos en el pecho desnudo de la persona según las indicaciones y permite que el DEA analice el ritmo cardíaco. Si se recomienda una descarga, asegúrate de que nadie esté en contacto con la persona antes de administrarla.
Además de estos pasos, es útil conocer a tus compañeros y estar al tanto de sus condiciones médicas, así como tener un plan de acción en caso de emergencia. Considera recibir entrenamiento en primeros auxilios y RCP, ya que muchas organizaciones ofrecen cursos que pueden salvar vidas. Mantén un botiquín de primeros auxilios accesible y bien surtido en la oficina. Promover un ambiente saludable en el trabajo, con pausas regulares, hidratación adecuada y una dieta equilibrada, también puede ayudar a reducir el riesgo de desmayos.
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