El dolor de la menstruación se conoce como dismenorrea, que aparece antes o durante el periodo femenino y se caracteriza por dolor en la pelvis y el abdomen. Hay mujeres que lo pueden sufrir de manera leve y otras de manera más severa.

Hay relación directa entre el dolor menstrual y la dismenorrea, de hecho, podría ser uno de los alicientes de esta condición que suele causar el crecimiento, fuera del útero, de un tejido similar al revestimiento del útero, lo que provoca dolor, infertilidad o ambos.

Diferencias

En esa línea, debes saber que la principal diferencia entre el dolor de la menstruación y el derivado de la endometriosis es cómo evoluciona su intensidad debido a que la dismenorrea, por lo general, desaparece al finalizar el periodo. Sin embargo, en la endometriosis, en buena parte de los casos, es persistente.

Otro aspecto que debes tener en cuenta es que el dolor dependerá de la sensibilidad de cada fémina. Sin embargo, hay mujeres que no presentan dolor pélvico ni en la endometriosis ni cuando les llega el periodo. De hecho, hay pacientes que podrían tener endometriosis con dolor en su zona pélvica y cuando presentan la menstruación no experimentarlo.

Es más, hay pacientes que, a la hora de sufrir dolor pélvico, podrían confundir su endometriosis con otros trastornos como quistes ováricos, enfermedad inflamatoria pélvica e, incluso, síndrome del intestino irritable. Por ello, es pertinente que asistas a controles periódicos para diferenciar esas anomalías y saber si, en efecto, tienes endometriosis u otras patologías.

Cómo diferenciarlos

Para saber cómo distinguir la endometriosis de una menstruación dolorosa debes tener en cuenta factores como si el dolor va ligado al sangrado porque la dismenorrea suele aparecer antes de que llegue el periodo debido a que este suele asentarse y volverse más recurrente durante la ovulación.

Sin embargo, cuando en efecto es endometriosis, en la mayoría de las pacientes se presenta el dolor persistente y suele empeorar entre más edad tiene la mujer. Además, de manera mensual, suele aparecer casi siempre en las mismas fechas.

En ocasiones, cuando es endometriosis, los analgésicos no ayudan, contrario a la menstruación debido a que hay algunos medicamentos que sí disminuyen el dolor que ocasiona la llamada “regla”.

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No obstante, muchas mujeres presentan el problema de irregularidades en su menstruación. La ciencia médica ha evaluado las razones que pueden ocasionar un periodo menstrual irregular. 

De acuerdo con la Oficina de Salud de la Mujer (OASH, por sus siglas en inglés), los períodos irregulares son una fase normal en las adolescentes y las mujeres que se acercan a su menopausia. No obstante, en las jóvenes se espera que el periodo se regule con el tiempo. 

Ante esta problemática que puede provocar ansiedad en la población femenina, OASH expuso algunas razones que pueden ocasionar un periodo menstrual irregular. 

Según la OASH, los trastornos alimentarios pueden provocar retrasos en la menstruación. Algunas de las condiciones asociadas con el período menstrual irregular son la anorexia, bulimia y el trastorno por atracón. 

Asimismo, indican que las mujeres que presentan condiciones de tiroides como el hipotiroidismo o tiroide hiperactiva genera irregulares en el período. Esto porque la tiroide produce más hormonas de la necesarias para el funcionamiento corporal.

Por su parte, la diabetes descontrolada también produce irregularidades en el periodo menstrual. Según la OASH, la producción adicional de grasa ocasiona una sobreproducción de estrógeno, la hormona sexual femenina. El alto nivel de estrógeno genera cambios en el ciclo menstrual. 

La OASH indicó que la utilización de ciertos medicamentos para la ansiedad o epilepsia ocasionan cambios en la menstruación. 

Asimismo, el síndrome de ovario poliquístico (SOP) genera desequilibrios hormonales que resultan en periodos menstruales irregulares. 

El SOP es una condición que ocasiona la sobreproducción de andrógeno, la hormona que regula el desarrollo de las características sexuales masculinas. Según la OASH, aproximadamente 1 de cada 10 mujeres con periodos menstruales irregulares padece de esta condición. 

Por su parte, la OASH ha establecido que la enfermedad inflamatoria pélvica (EIP)  es otra causa de la irregularidad en el período menstrual. La EIP se conoce como una infección en el órgano reproductivo femenino. 

También, se ha demostrado que los altos niveles de estrés crónico pueden generar una menstruación anormal. 

Igualmente, la sobreproducción de prolactina en la sangre ocasiona alteraciones en el ciclo menstrual. La prolactina es la hormona para el crecimiento de los senos en la pubertad y productora de leche materna luego del parto.  

Ante los problemas de irregularidades en el periodo menstrual, es recomendable  visitar un ginecólogo para evaluación. Cada caso es individual y el especialista puede ofrecer tratamientos para regular la menstruación. 

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De acuerdo con la ciencia médica, las féminas que padecen colitis ulcerosa y enfermedad de Crohn suelen tener síntomas premenstruales mucho más severos como cefaleas y dolor menstrual.

Inclusive, durante la menstruación, las pacientes podrían ver más agudos los síntomas de la EII que padecen como la diarrea y el dolor abdominal. De hecho, también podría ocasionar que el ciclo menstrual se vuelva irregular e, inclusive, en muchos casos, las anomalías durante el periodo podrían ser un signo de alerta de problemas en los intestinos.

La ciencia lo dice

Incluso, varios estudios han encontrado que, a un año de que una paciente recibiera el diagnóstico de una ELL, habían presentado anomalías durante su menstruación. Varias de ellas, además, presentaron cambios en la duración del flujo, lo que se podría asociar con la colitis o Crohn que, después, les fue diagnosticada.

No obstante, hay que aclarar que, en buena parte de los casos, varias de las pacientes que recibieron el diagnóstico y empezaron a tratarse contra el ELL, empezaron a notar mejoría en la irregularidad que las aquejaba.

Es más, existe la posibilidad de que la condición que padeces haga que tu periodo no solo se vuelva irregular sino que, en algunos casos, haga que este no vuelva a llegar. Esto, en ciertas eventualidades, por largos periodos de tiempo.

Según han explicado los expertos, estos cambios se deben, en buena medida, a que el organismo femeno enfrenta cambios bruscos en las hormonas; cuando se presenta el periodo, las mujeres liberan  sustancias llamadas prostaglandinas, que también podrían incidir en mayor sintomatología. Sin embargo, podrían estar relacionados a otros factores como el tratamiento prescrito. 

En las pacientes pediátricas, que fueron diagnosticadas con colitis u Crohn durante su niñez o adolescencia, pueden tardar más años en desarrollar su primera menstruación. De hecho, si antes de recibir el diagnóstico, tus cólicos o dolores menstruales eran fuertes, puede que después de desarrollar la condición, estos empeoren.

Los tratamientos

Desafortunadamente, existen algunos fármacos para el tratamiento de las enfermedades inflamatorias del intestino que también podrían incidir de manera negativa en el ciclo menstrual de la población femenina. Los más comunes suelen ser budesonida, prednisolona, metilprednisolona y prednisona.

Así mismo, existen investigaciones que han evidenciado una clara relación entre las ELL, alteraciones durante la menstruación, y el consumo de medicamentos biológicos. Buena parte de las paciente desarrolló:

• Irritabilidad
• Nerviosismo
• Dolor pélvico
• Fatiga

Tratamiento

Debes saber que, como en todos los casos, antes de adoptar cualquier tratamiento debes asistir al médico que, por lo general, para controlar la sintomatología de la EII durante el ciclo menstrual recomiendan el consumo de pastillas anticonceptivas. Sin embargo, reiteramos, debes contar con la recomendación de un especialista.

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Conocimos el emotivo e inspirador testimonio de una escritora puertorriqueña que sufre endometriosis desde su niñez, Vanessa Marzán, quien nos contó que lo más difícil de asimilar fue cuando llegó su primera menstruación, dado que no fue como a las demás niñas, sino que le trajo serios ‘dolores de cabeza’.

“Cada paciente con endometriosis tiene una historia diferente. Hay mujeres que pueden estar forradas de endometrio o más, y no darse cuenta y tener una vida sin dolor y otras tener simplemente algunos quistes de chocolate, como le llaman los médicos y morir del dolor y del sufrimiento todos los meses”,  expresó Vanessa antes de dar a conocer cómo fue que vivió sus primeros encuentros con esta condición crónica.

“Mi primer periodo, yo estaba en 6.º grado, así que habría tenido 11 o 12 años. Yo no te puedo explicar la experiencia tan horrible de ese primer periodo. El periodo vino acompañado de fiebre, de diarrea, de vómitos. Para mí fue traumático, de adolescente me tuvieron que ir a buscar ese día a la escuela y desde ese día en adelante mi vida cambió”, reconoció la paciente.

La sintomatología

Por lo general, las pacientes que desarrollan esta enfermedad enfrentan fuertes cólicos, dolor al orinar y defecar, así como otros difíciles síntomas. ¿Cómo le fue a Vanessa?

“Yo recuerdo que todos los meses cuando estaba en la escuela, en la secundaria tenía que faltar mínimo un día porque el dolor era tan fuerte, acompañado de esa fiebre, que si yo me paraba, me dolía, si me quedaba acostada, me dolía. Así que mi solución era, aparte de tomar medicamentos para el dolor y de ponerme compresas, era caminar. Tenía que mantenerme todo el tiempo caminando porque si me acostaba me dolía y si me quedaba paraba me dolía”, recuerda.

En ese entonces, hacia los años 80, la ciencia médica no se preocupaba tanto por los dolores pélvicos como ahora. O, por lo menos, es lo que asegura Vanessa, quien le agradece a las redes sociales y al internet por visibilizar esa difícil condición de la salud femenina. 

“Gracias a Dios va pasando el tiempo y las generaciones van cambiando, nos vamos empoderando. Yo creo que las redes sociales y plataformas como esta son de gran ayuda”, dijo la paciente, quien cree que su condición podría ser genética y que su madre también pudo padecerla, pero como no era tan común hablar al respecto, ella jamás recibió el diagnóstico.

“Mi periodo siempre ha sido profuso, mis periodos siempre han sido de ocho a nueve días y son abundantes. O sea, yo todavía padezco de anemia crónica por la cantidad tan profusa de sangre. Aunque intente tomar suplementos siempre hay una deficiencia por ese lado”, reveló.

La necesidad del entorno

Adaptarse a un ambiente laboral, académico o social teniendo endometriosis, según nos cuenta Vanessa, ha sido de los principales retos. Incluso, revela que ha tenido que recurrir a métodos poco convencionales para poder encajar y que su enfermedad no le juegue malas pasadas.

“Yo me ponía de todo, hasta Pampers. Lo triste o traumático para las pacientes es que la endometriosis no se ajusta a mi calendario, el mundo no se ajusta a mis necesidades, yo me tengo que ajustar al mundo. Entonces, un día como hoy, que tenía mi sesión fotográfica para el lanzamiento del libro y estoy en mi tercer día de periodo, es frustrante cuando tú ves tu calendario y tú dices es que yo no puedo cambiar mis compromisos de trabajo y ajustarlo a los días que estoy en periodo, pues es que no funciona la vida así. Ahí es donde yo creo que entra el tema de la comunicación”, reflexionó.

Importancia de decirle a los demás

En pleno siglo veintiuno aún existen miedos de cómo decirle a los jefes, compañeros o demás personas que uno tiene alguna condición crónica. Vanessa reflexiona sobre el tema y le deja un mensaje a quienes, como ella, enfrentan esa difícil enfermedad.

“Cómo yo educo a mis clientes en el caso de que yo trabaje para una empresa, cómo yo educo a mi empleador para que entienda que cuando yo le digo que estoy en periodo ya él entienda que no es que estoy en periodo y punto sino que padezco de una condición crónica y lo que conlleva en mi caso esa condición”, dijo.

Además, destacó la resiliencia que las féminas con endometriosis poseen a la hora de un brote de su enfermedad: “Las pacientes de endometriosis estamos tan conscientes que esas otras tres semanas (cuando no tienen periodo) damos los 500% de trabajo, porque estamos tan conscientes que no queremos ser discriminadas, incluso cuando estamos pasando por lo que estamos pasando y el dolor que estamos pasando, intentamos darlo todo”, resaltó.

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Existen dos tipos de dismenorrea, la primaria que se presenta como parte del proceso normal de la menstruación al final de la adolescencia y al principio de la veintena, y afecta a más del 50% de las mujeres. En segundo lugar está la dismenorrea secundaria que se debe a un trastorno ginecológico y es más probable que afecte a las mujeres en edad adulta.

Causas

La dismenorrea parece estar causada por niveles excesivos de prostaglandinas, hormonas que hacen que el útero se contraiga durante la menstruación y el parto. El dolor se debe a la liberación de estas hormonas cuando el endometrio (el revestimiento del útero) se desprende durante la menstruación, lo que hace que el útero se contraiga y reduzca el flujo de sangre.

Los factores que pueden agravar aún más el dolor asociado a la dismenorrea primaria son la inclinación del útero hacia atrás (retroversión del útero) en lugar de hacia delante, los períodos más largos, intensos o irregulares, la falta de ejercicio, el estrés psicológico o social, el tabaquismo, el consumo de alcohol, el sobrepeso, los antecedentes familiares de dismenorrea y el inicio de la menstruación antes de los 12 años.

La dismenorrea secundaria puede ser el resultado de una serie de trastornos, como los siguientes:

• Adenomiosis: el tejido que recubre el útero (llamado endometrio) comienza a crecer dentro de sus paredes musculares.
• Endometriosis: partes del revestimiento endometrial se escapan del útero y se implantan en otros órganos de la pelvis.
• Fibromas: tumores benignos que crecen en la pared uterina o se adhieren a ella.
• Infección de transmisión sexual (ITS).
• Uso de un dispositivo intrauterino.
• EPI: infección que afecta principalmente a las trompas de Falopio, pero que también puede afectar a los ovarios, el útero y el cuello uterino.
• Tumor o quiste de ovario.

Síntomas y complicaciones

El principal síntoma de la dismenorrea es el dolor, que se produce en la parte baja del abdomen durante la menstruación y que también puede sentirse en las caderas, la parte baja de la espalda o los muslos. Otros síntomas pueden ser náuseas, vómitos, diarrea, mareos, dolor de cabeza o fatiga.

En la mayoría de las mujeres, el dolor suele comenzar poco antes o al inicio de la menstruación, alcanza su punto máximo unas 24 horas después del comienzo del sangrado y empieza a desaparecer al cabo de 2 o 3 días. Los coágulos sanguinolentos o los trozos de tejido del revestimiento del útero pueden ser expulsados del útero, causando dolor.

El dolor de la dismenorrea puede ser espasmódico (calambres pélvicos intensos que se producen al comienzo de la menstruación) o congestivo (dolor sordo y persistente). Los síntomas de la dismenorrea secundaria suelen aparecer antes que los de la dismenorrea primaria en el ciclo menstrual y suelen persistir durante un periodo más largo.

En el 5-15% de los casos, el dolor que experimentan las mujeres con dismenorrea primaria es lo suficientemente intenso como para interferir en las actividades diarias y puede provocar la ausencia de la escuela o el trabajo.

Diagnóstico

Las mujeres que experimentan dolor menstrual deben hablar con su médico para determinar si existe una causa subyacente que pueda estar provocando una dismenorrea secundaria. El médico llevará a cabo un examen ginecológico y puede solicitar análisis de sangre y orina.

También puede recomendar una ecografía para obtener una imagen de los órganos internos o realizar una laparoscopia para ver el útero directamente.

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Pero, lo cierto es que así ya lo sepas o no, tu embarazo sigue adelante y en la semana 3, se convierte en la semana del embarazo donde inicia el desarrollo embrionario, gracias a que el espermatozoide y el óvulo se unen en una de las trompas de Falopio para formar un cigoto, (conjunto de células que se dividen rápidamente). Si se libera más de un óvulo y estos son fertilizados, o si el óvulo fertilizado se divide en dos, puedes tener múltiples cigotos.

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El o los cigotos comúnmente tienen 46 cromosomas: 23 de la madre y 23 del padre, los cuales sirven para determinar el sexo del bebé y algunos de sus rasgos físicos.

Poco después de la fertilización, el cigoto se desplaza por la trompa de Falopio hacia el útero. Al mismo tiempo, comenzará a dividirse y formará un grupo de células muy pequeñas que se conocen como mórula.

En esta semana pueden presentarse algunos síntomas que dejarás pasar si no estás tan concentrada en la planificación para la llegada de un bebé, pero si prestas especial atención lograrás identificarlos.

Algunos signos de la semana 3 de embarazo son:

Al implantarse el óvulo fecundado, no habrá presencia de menstruación. Así, algunas el día de la implantación pueden notar presencia de sangre en el mucus cervical, sensibilidad en las mamas, cansancio, mayor percepción de los olores o dolores similares a los del ciclo menstrual.

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¡No lo olvides!

El seguimiento médico durante el embarazo es indispensable para garantizar el adecuado estado de salud tuyo y el de el bebé que viene en camino, así que es importante acudir con el médico primario o especialistas tan pronto sepas que pronto llegará a casa un bebé para alegrar tus días.

Con información: Mayo Clinic

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Esto, en muchos casos hace que las mujeres sean infértiles, pues los ovarios no producen cantidades normales de la hormona estrógeno ni liberan óvulos regularmente.

Aunque suele compararse con la menopausia prematura, es una condición diferente, pues las mujeres con insuficiencia ovárica primaria pueden tener períodos irregulares u ocasionales durante años y pueden llegar a quedar embarazadas, mientras que, en la menopausia prematura, hay ausencia de períodos y no pueden quedar embarazadas.

Síntomas

Su sintomatología suele ser similar a la de la menopausia o deficiencia de estrógeno. Entre los más comunes se destacan:

• Períodos menstruales irregulares o salteados.
• Dificultad para quedar embarazada
• Calores
• Sudores nocturnos
• Sequedad vaginal
• Ojos secos
• Irritabilidad o dificultad para concentrarse
• Disminución del deseo sexual

¿Cuándo consultar con el especialista?

Diferentes factores como episodios de estrés, cambios en la dieta o quedar en embarazo, pueden hacer que tu periodo menstrual no se presente, si no conoces la razón exacta y no lo has tenido por tres meses, es importante que consultes.

Si lo relacionas con la menopausia, pero eres muy joven, también es importante confirmar el diagnóstico, pues en el caso de tener bajos los niveles de estrógeno, puedes llegar a presentar pérdida ósea o tener riesgo de enfermedad cardíaca.

Causas

Diferentes factores pueden desencadenar la aparición de la insuficiencia ovárica primaria, los más usuales son:

• Defectos cromosómicos. Algunos trastornos genéticos pueden interferir como el síndrome de Turner en mosaico, en el cual una mujer tiene solo un cromosoma X normal y un segundo cromosoma X alterado.

• Toxinas. La quimioterapia y la radioterapia son causas comunes de insuficiencia ovárica inducida por toxinas que llegan a dañar el material genético de las células.

El humo del cigarrillo, productos químicos, pesticidas y diversos virus también podrían ocasionarla.

• Una respuesta del sistema inmunitario al tejido ovárico (enfermedad autoinmunitaria). Aunque es poco común, en algunos casos, el sistema inmunitario produce anticuerpos contra el tejido ovárico, dañando los folículos que contienen óvulos

Factores de riesgo

Los factores que aumentan el riesgo de tener insuficiencia ovárica primaria es:

• Edad. Sin ser común antes de los 30 años, podría presentarse en una edad temprana e incluso en adolescentes, sin embargo, el riesgo más común se centra entre los 35 y los 40 años.

• Antecedentes familiares. Tener antecedentes familiares de insuficiencia ovárica primaria aumenta el riesgo de presentar la condición.

• Cirugía ovárica. Las cirugías que implican los ovarios aumentan el riesgo.

Complicaciones

La insuficiencia ovárica primaria puede ocasionar incapacidad para quedar en embarazo, niveles bajos de estrógeno que ocasionan huesos débiles y quebradizos (osteoporosis) o que aumnetan el riegso de presentar enfermedda cardíaca.

Estos factores, también podrían llevar a las mujeres a presentar episodios de depresión o ansiedad.

Con información Mayo Clinic

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La adenomiosis es a la vez una condición que suele afectar tanto el bienestar físico como emocional de entre un 20 a 35 % de las mujeres en edad reproductiva.

Sintomatología

Aunque en ocasiones puede presentarse sin algún tipo de signo, sus síntomas más frecuentes son:

• Sangrado no relacionado con la menstruación.
• Menstruaciones abundantes o prolongadas.
• Menstruaciones dolorosas.
• Cólicos intensos o dolor pélvico punzante.
• Dolor durante las relaciones sexuales.
• Dolor en la parte baja de la espalda.
• Infertilidad.

En esta condición, las células del endometrio y penetran en el interior de la pared muscular del útero, en donde continúan realizando sus funciones con normalidad, pero con la presencia de cada nuevo ciclo menstrual, estas células se engrosan y ocasionan molestias desde leves hasta crónicas en la paciente.

Adenomiosis y endometriosis

Son enfermedades caracterizadas por generar fuertes episodios de dolor, dificultad para alcanzar un embarazo e impedimento para llevar una vida normal.

“En la adenomiosis, el tejido endometrial aparece en el músculo de la matriz, mientras que en la endometriosis, el endometrio, que también se implanta fuera de su lugar habitual, puede aparecer casi en cualquier parte del cuerpo, desde la pelvis hasta la parte del abdomen donde se encuentra el recto, en los ovarios o la vejiga, en el hígado, el intestino y el apéndice, o en zonas más alejadas como el diafragma, la pleura, el pulmón, el cerebro o los ojos”, señala el  portal Women’s.es.

La adenomiosis sigue siendo tema de discusión entre médicos y científicos pues se evalúa si es una enfermedad independiente o si se trata de un tipo en particular de endometriosis.

Diagnóstico

Como en el caso de la endometriosis, esta es una enfermedad en la que el diagnóstico suele recibirse años después de presentar los primeros síntomas.

Si se tienen sospechas, puedes pedir a tu médico que practique una ecografía transvaginal o una resonancia magnética nuclear, las dos han demostrado ser herramientas diagnósticas no invasivas muy precisas.

Para las mujeres que tienen molestias graves por la adenomiosis, los tratamientos hormonales pueden ayudar.

Recuerda

Cada mujer presenta unos síntomas de forma particular y por ende su tratamiento debe ser individualizado.

Consulta con tu especialista sobre tratamientos, dietas y tipos de ejercicios que te ayuden a manejar y controlar los síntomas de la adenomiosis.

Con información: Womens.es.

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El SPM aparece los días posteriores a la ovulación porque los niveles de estrógeno y progesterona comienzan a caer de manera dramática si no estás embarazada y desaparecen días después de la llegada del periodo cuando las hormonas suben de nuevo.

Este síndrome premenstrual, suele ser más común en mujeres entre los 20 y los 30 años y aunque para muchas de ellas, es molesta la presencia de estos síntomas, el malestar es tolerable y fácil de controlar, mientras que, para otras, es una situación incapacitante que no les permite realizar las acciones habituales como trabajar o ir a estudiar.

Síntomas del síndrome premenstrual

Muchas de las mujeres que se han enfrentado a un episodio de síndrome premenstrual señalan sentir desagrado, dolor o incomodidad. Entre los signos más comunes se encuentran:

• Dolor en la parte baja del abdomen.
• Hinchazón abdominal.
• Fuertes dolores de cabeza.
• Cambios en su estado de ánimo caracterizados por irritabilidad o enojo.
• Problemas de insomnio.
• Brotes de acné.

Prevalencia del SPM

En promedio tres de cada cuatro mujeres señalan haber tenido los síntomas del síndrome premenstrual en algún momento, pero solo el 5% de quienes se encuentran en edad reproductiva lo presentan de forma más severa, comúnmente conocida como trastorno disfórico premenstrual.

¿A quiénes afecta más el síndrome premenstrual?

Suele ser común en mujeres con:

• Altos niveles de estrés
• Antecedentes familiares de depresión.
• Depresión posparto, depresión o ansiedad.

Además, las variaciones de serotonina, un químico del cerebro, que se cree cumple una función esencial en los cambios de humor, pueden desencadenar los síntomas, especialmente los emocionales, del síndrome premenstrual.

Si no logras controlar los síntomas y si por el contrario no son manejables si cada vez mas intenso , es recomendable que consultes con tu medico para evaluar la posibilidad de tener otra condición.

¿Cómo puedes tratar los síntomas?

Algunas mujeres con sintomatología leve, pueden manejar el dolor con infusiones naturales o apoyadas en medicamentos de venta libre, para el manejo de cólicos, dolor de espalda o dolor de cabeza.

Sin embargo, quienes se enfrentan a síntomas más fuertes, pueden consultar con su médico y evaluar si pueden llevar un tratamiento con medicamentos bajo prescripción médica, como los ansiolíticos para el manejo de la ansiedad, antidepresivos para el manejo de síntomas emocionales o anticonceptivos hormonales para el manejo del malestar físico.

Recuerda que resulta fundamental contar con el acompañamiento médico, ya que cada mujer es diferente y algunos de estos tratamientos pueden generar efectos secundarios.

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• Antecedentes familiares de menstruación irregular
• Menopausia
• Menarquía
• Estrés físico
• Estrés psicológico
• Tabaquismo 
• Efectos secundarios de medicamentos

En ese orden de ideas te contaremos algunos detalles que debes tener en cuenta para que sepas cuando es normal y cuando no una menstruación irregular. La primera recomendación que te damos es que lleves un control sobre tus ciclos menstruales, esto te permitirá conocer cuándo debería llegar, si se demoró de más, entre otra valiosa información. 

Lo normal

De acuerdo a MayoClinic, el ciclo menstrual, que se cuenta desde el primer día de un período hasta el primer día del siguiente, no es el mismo para todas las mujeres. En ese sentido, ten en cuenta que el flujo menstrual podría presentarse cada 21 a 35 días y durar de 2 a 7 días.

Cuando una adolescente tiene sus primeras menstruaciones,los ciclos largos son comunes. Sin embargo, los ciclos menstruales tienden a acortarse y a volverse más regulares a medida que envejeces.

Además, si ya estás cerca a la menopausia, podrías tener ciclos irregulares, por lo que existe un mayor riesgo de cáncer uterino y por eso debes informar a tu doctor cualquier sangrado irregular durante la perimenopausia al proveedor de atención médica.

Información anormal que debes avisar

Ten en cuenta que debes mantener comunicación estricta con tu ginecólogo, quien podría prescribirte algún método anticonceptivo que ayudaría a regular los ciclos menstruales. En ese sentido, avisa si:

• Tus períodos se detienen repentinamente por más de 90 días y no estás embarazada.
• Tus períodos se vuelven irregulares después de haber sido regulares.
• Sangras durante más de siete días.
• Sangras más de lo habitual o mojas más de una toalla sanitaria o tampón cada una o dos horas.
• Tus períodos son de menos de 21 días o más de 35 días de diferencia
• Sangras entre períodos menstruales.
• Presentas dolor intenso durante el período menstrual.
• De repente te da fiebre y te sientes mal después de usar tampones.

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