Impacto del clima en los brotes de dermatitis atópica y cómo prevenirlos
¿Tienes dermatitis atópica y cuando hace frío aumentan los síntomas? Es normal. Los cambios de clima inciden drásticamente en los rebrotes de esta enfermedad dermatológica, por lo que si la padeces y sufres más picor, no te asustes.
Por ello, los meses de tu país en los que hay invierno puede que experimentes con más frecuencia resequedad en la piel y más piquiña. Los expertos en dermatología aseguran que, en contraste, cuando el paciente se expone a climas más húmedos y cálidos puede que no se exacerbe la dermatitis.
Esto se debe a que las bajas temperaturas reducen la grasa protectora que se produce en la piel, por lo que su producción es más pobre y, por ende, hay mayor riesgo a que se desarrollen los factores ya mencionados.
Una vez esto sucede, la piel empieza deshidratarse y, como padeces dermatitis, los síntomas son más severos en comparación con las personas que no la tienen. Por ello hay más riesgo de que los eccemas aumenten considerablemente durante los días de frío.
La principal recomendación para estas temporadas es que, bajo ningún motivo, olvides aplicarte la crema o gel hidratante que te prescribió tu médico tratante. Además, intenta estar bien abrigado; eso sí, hazlo con ropa que no cause un efecto contrario y también logre irritarte.
La primavera, el otoño y el verano
Como ya lo mencionamos, los climas frescos y cálidos benefician a tu piel, por lo que por estas temporadas sí es recomendable salir a dar paseos por el parque o la playa conservando la debida protección contra los rayos solares.
Sin embargo, debes tener en cuenta que el polen, el pasto y algunos alergenos del medio ambiente también podrían causar afectaciones a tu dermis y cutis, por lo que sí tienes historial de ser alérgico lo mejor es que te abstengas de visitar esos espacios.
En esa línea, evita usar esqueletos, short o pantalonetas y, por el contrario, utiliza pantalones y camisas, sacos o buzos de manga larga que protejan tu piel del estrés ambiental que podría poner ‘en jaque’ la salud de tu piel.
Otro consejo que puedes seguir para que las partículas del medio ambiente no logren afectarte es que no dejes secando la ropa al aire libre para que no se le peguen partículas que puedan empeorar tu dermatitis.
Además, si está haciendo un día caluroso, no olvides ponerte gafas de sol, gorra o sombrero y aplicarte bloqueador solar. Eso sí, revisa que sea uno que no altere tu piel. Así mismo, cuídate del sudor, en algunos pacientes esta sustancia suele causarles una sintomatología adversa.
Si tu médico tratante te ha prescrito fármacos o algún otro tratamiento, para cualquier estación del año, es indispensable que no lo abandones y, por el contrario, lo consumas con juicio.