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¿Qué biológicos hay para tratar la psoriasis?

Existen muchas opciones para tratar la psoriasis. Puedes probar cremas, pomadas, inyecciones, pastillas, fototerapia y otros más. Pero si tus síntomas son graves y las terapias que has probado no te han aliviado lo suficiente, puede que haya llegado el momento de considerar los fármacos biológicos.

Se trata de fármacos dirigidos a las partes específicas del sistema inmunitario que reaccionan de forma exagerada en la psoriasis. A veces pueden controlar los síntomas cuando otros tratamientos de la psoriasis no han dado resultado.

¿Cómo funcionan los biológicos?

Son medicamentos fabricados a partir de células vivas. Las células se modifican genéticamente en el laboratorio para que produzcan determinadas proteínas. A diferencia de los medicamentos que actúan sobre todo el sistema inmunitario, los biológicos solo bloquean las partes responsables del crecimiento excesivo de células cutáneas.

Estos fármacos se administran en forma de inyección o infusión por vía intravenosa. De este modo se evita el estómago, donde los ácidos se comerían las proteínas de los fármacos e impedirían su acción.

¿Qué biológicos hay para tratar la psoriasis?

Los medicamentos biológicos para la psoriasis pueden dividirse en cuatro grupos:

Inhibidores del factor de necrosis tumoral α (TNF  α)

Son los primeros medicamentos biológicos usados para tratar la psoriasis. Actúan uniéndose al TNF α —y, por tanto, impidiendo su unión al receptor— o inhibiendo la activación del receptor del TNF y, por consiguiente, neutralizando selectivamente los procesos inflamatorios relacionados con su actividad. 

Cuatro de ellos (infliximab, etanercept, adalimumab y certolizumab) están aprobados tanto para la psoriasis en placas como para la artritis psoriásica; golimumab solo está aprobado para la artritis psoriásica. Además, existen biosimilares de infliximab, adalimumab y etanercept.

Inhibidores de la interleucina IL-17

Secukinumab e ixekizumab inhiben la actividad de la IL-17A, y brodalumab bloquea su receptor. Bimekizumab inhibe tanto la IL-17A como la IL-17F8. Secukinumab e ixekizumab están indicados, además de para la psoriasis en placas moderada-grave, para la artritis psoriásica.

Inhibidores de las interleucinas IL-12 e IL-23

Ustekinumab es un anticuerpo monoclonal dirigido contra la subunidad p40, compartida por la IL-12 y la IL-23; por tanto, impide la unión de ambas interleucinas con sus receptores y suprime así la inflamación mediada por estas interleucinas en la psoriasis. También es útil en la artritis psoriásica. 

Inhibidores de la interleucina IL-23

Tildrakizumab, guselkumab y risankizumab se unen a la subunidad p19 de la IL-23 para impedir la activación del receptor. El dejar la IL-12 intacta podría suponer un avance en el tratamiento de la psoriasis, ya que esta última vía ha demostrado efectos antiinflamatorios en modelos con animales. Guselkumab y risankizumab están indicados, además de para la psoriasis en placas moderada-grave, para la artritis psoriásica.

Por lo general, las guías clínicas recomiendan primero un medicamento sistémico convencional, a pesar de que tienen más efectos secundarios y de que los biológicos son los medicamentos más efectivos para la psoriasis moderada a grave. La limitación para el tratamiento con medicamentos biológicos es el coste.

Fuentes: American Academy of Dermatology, WebMD, Academia Española de Dermatología y Venereología

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