Trabajar de noche desde casa: más productivo, pero ¿a qué precio?
Con el teletrabajo, muchas personas encuentran conveniente trabajar durante la noche, afirmando ser más productivas en esas horas. Sin embargo, este hábito puede tener consecuencias negativas a largo plazo tanto en la salud física como mental, debido al desajuste en el ciclo circadiano y la falta de descanso adecuado.
El cuerpo humano necesita repararse durante la noche. Si bien una noche de mal descanso no representa un gran problema, la falta de sueño regular afecta el bienestar físico y emocional, generando irritabilidad, problemas de concentración y aumento en los niveles de estrés. Esto puede derivar en trastornos del sueño, burnout y una mayor dificultad para la resolución de problemas.
Impacto en la salud a largo plazo
La investigación publicada en el Journal of Clinical Sleep Medicine respalda estas afirmaciones, destacando que trabajar en turnos nocturnos aumenta el riesgo de accidentes laborales, diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer, como el de mama, próstata y colon. Además, trabajar de noche puede generar sentimientos de aislamiento y soledad, afectando la satisfacción laboral y la calidad de vida.
Asimismo, los cambios abruptos en los patrones de sueño, como pasar de un turno diurno a uno nocturno, tienen un impacto aún mayor en la salud mental. Este cambio puede alterar el ciclo circadiano, el reloj biológico interno que regula los ciclos de sueño y vigilia, afectando negativamente la memoria a corto plazo y la concentración. A largo plazo, este desajuste puede incrementar el riesgo de desarrollar depresión.
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El rol de la luz y las hormonas
La exposición a la luz artificial durante las noches, especialmente la de pantallas, puede confundir al cerebro, haciéndolo creer que es de día y dificultando la conciliación del sueño. Esto altera la segregación de hormonas como el cortisol y la melatonina, que regulan el estrés y los ciclos de vigilia. Muñoz advierte que cuando el cortisol se descontrola, aumenta la ansiedad y la irritabilidad, afectando la energía física y mental.
La falta de sueño adecuado también reduce la producción de hormonas esenciales, como la hormona del crecimiento y la testosterona, lo que incrementa el riesgo de obesidad, hipertensión y diabetes.Recomendaciones para mitigar los efectos
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda minimizar la exposición a la luz intensa durante la noche y adoptar configuraciones de luz nocturna en dispositivos electrónicos. Además, es esencial que tanto trabajadores como empleadores tomen medidas para proteger el bienestar de quienes eligen trabajar de madrugada. Fomentar un equilibrio entre el trabajo nocturno y un descanso adecuado es clave para mantener la salud y la productividad a largo plazo.
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