¿Qué estás masticando? El chicle podría contener microplásticos
Un nuevo estudio piloto ha señalado que masticar un solo chicle podría liberar entre cientos y miles de microplásticos en la saliva.
La investigación se encuentra en etapa de revisión por parte de expertos y ha sido presentada en la American Chemical Society en San Diego y se espera, que una vez culmine su revisión, el informe se publique en la revista Journal of Hazardous Materiales Letreros a finales de este año.
El Dr. Sanjay Mohanty, autor principal del estudio y profesor asociado de la Escuela Samueli de Ingeniería de la Universidad de California en Los Ángeles, señaló que el objetivo no es alarmar a nadie y explicó:
“Los científicos no saben si los microplásticos son peligrosos para nosotros o no. No hay ensayos en humanos. Pero sabemos que estamos expuestos a los plásticos en la vida cotidiana, y eso es lo que queríamos examinar aquí”.
¿Qué son los microplásticos?
Son fragmentos de polímeros entre los 5 milímetros (0,2 pulgadas) y 1 micrómetro (1/25.000 de pulgada). Los plásticos más pequeños se consideran nanoplásticos, que se miden en milmillonésimas de metros.
Los polímeros son materiales formados por muchas unidades pequeñas que se repiten y se unen en cadenas largas. Son conocidos por ser duraderos y flexibles.
La mayoría de los plásticos están hechos de polímeros creados en laboratorios, pero también existen en la naturaleza, como la celulosa de las plantas.
En el caso del chicle, de acuerdo con los investigadores, se usan polímeros (naturales o sintéticos) para que sea más elástico, tenga buena textura y mantenga el sabor por más tiempo.
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¿Cómo ingresan los microplásticos en el organismo?
Los microplásticos ingresan al cuerpo humano por medio de la ingestión e inhalación, según estudios previos, e incluso se ha descubierto su presencia en diversas partes o fluidos corporales, como la sangre, los pulmones, la placenta, el cerebro y los testículos.
Por eso, los autores basaron su investigación en identificar otras posibles fuentes de ingestión de microplásticos y sus concentraciones.
“El chicle es uno de los alimentos que elegimos porque es el único en el que se utiliza polímero plástico como ingrediente”, explicó Mohanty a CNN. Aclarando que es por medio de elección propia, mientras que en otros casos. “Otros alimentos están contaminados con microplásticos debido a cómo se procesan y envasan”.
Detalles de la investigación
Recopilación de pruebas
- Un participante debía masticar un chicle durante 4 minutos;
- Durante este tiempo, cada 30 segundos se recogía la saliva segregada en un tubo de centrifugado controlado por un investigador.
- Posteriormente, el participante debía enjuagar su boca de 3 a 5 veces con agua altamente purificada, repitiendo este mismo proceso hasta siete veces para cada chicle.
- En algunos casos, se eligió masticar un chicle durante un tiempo de 20 minutos y se recogió la saliva cada 2 minutos, para que el equipo pudiera determinar si la cantidad de tiempo en la que se masticaba el chicle, repercutía en el número de microplásticos desprendidos o no.
- Para identificar los tipos y la cantidad de microplásticos en cada chicle, los autores del estudio utilizaron métodos de filtración y análisis químico, como la microscopía.
- Se identificó que el 94 % de los microplásticos se liberaron en los primeros ocho minutos de masticación.
Los análisis revelaron que solo 1 gramo de chicle liberaba aproximadamente 100 microplásticos de media, y que 1 gramo de algunos chicles liberaba hasta 637 microplásticos. Un chicle típico puede pesar entre 1 y varios gramos, según diversos informes.
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Hallazgos
Las herramientas de análisis químico utilizadas en el estudio no pueden identificar partículas más pequeñas de 20 micrómetros, explicó Mohanty.