La microbiota intestinal desempeña funciones que son relevantes mediante las que contribuye directa o indirectamente a la estabilidad del organismo humano. Además, el desequilibrio de la microbiota puede ocasionar el agravamiento de diferentes enfermedades crónicas como:
- La obesidad
- Diabetes tipo 2
- Enfermedad inflamatoria del intestino
- Síndrome metabólico
- Depresión y ansiedad
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La microbiota es un ecosistema de bacterias que habita en nuestros sistemas digestivos y nos ayuda en el proceso de descomponer los alimentos que consumimos.
La importancia de cuidarla
Cuando ocurre un desequilibrio en la microbiota intestinal existe la posibilidad de favorecer a procesos patológicos, de los cuales influyen en el desarrollo de diferentes enfermedades autoinmunes.
Además, las conexiones del sistema nervioso central con la microbiota intestinal a través de sustancias bacterianas que funcionan como neurotransmisores o precursores de los mismos, pueden explicar como el desequilibrio de la microbiota puede tener afectaciones en el estado de ánimo.
Consecuencias
El mal cuidado de nuestra microbiota puede traer afectaciones graves para nuestra salud. Su desequilibrio no solo causa problemas intestinales sino que también se pueden desarrollar consecuencias extraintestinales. Se pueden presentar las siguientes complicaciones:
- Trastornos gastrointestinales: incluyen síntomas como diarrea, estreñimiento, gases, etc.
- Enfermedades metabólicas: se puede presentar obesidad o diabetes.
- Problemas de salud bucal: como caries o enfermedades periodontales.
- Infecciones del tracto genitourinario: se pueden desarrollar cistitis y candidiasis.
- Alteraciones de la respuesta del sistema inmunitario: esto favorece a que se desencadenen enfermedades autoinmunes, autoinflamatorias, alergias y atopias, entre otros.
Opciones para cuidarla
Un factor clave para tratar de fortalecerla, consiste en aumentar la diversidad microbacteriana, donde se puede incluir en el día a día pequeños cambios que pueden contribuir a cuidar la microbiota.
3 factores claves para cuidar la microbiota:
- Aumentar el consumo de prebióticos: consiste en consumir, granos integrales, plátanos, hortalizas de hoja verde y alcachofas. Este tipo de alimentos ayudan a nutrir a las bacterias y favorecen el desarrollo de una microbiota de calidad.
- Incluir más alimentos a la dieta: cuando se realiza este paso, la microbiota va a tener mayor diversidad. Se pueden incluir más de los siguientes alimentos, lácteos, frutas, verduras, frijoles, lentejas, garbanzos, nueces o semillas.
- No obsesionarse con una dieta perfecta: se debe llevar una vida saludable sin llevar una dieta a los excesos, es importante disfrutar de la comida.
Los especialistas de la salud recomiendan escuchar a nuestro cuerpo, ya que el suele ser el primero en decir qué es lo que necesita.
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