Anemia por deficiencia de vitaminas
El término anemia por carencia de vitaminas especifica una disminución de la producción de glóbulos rojos causada por la reducción de los niveles de algunas vitaminas.
¿Qué es la anemia por carencia de vitaminas?
La anemia por carencia de vitaminas se caracteriza por una disminución de la producción de glóbulos rojos causada por la carencia de vitaminas. Las vitaminas implicadas son la vitamina B12, el ácido fólico (folatos) y la vitamina C, es decir, el ácido ascórbico.
¿Cuáles son las causas de la anemia por deficiencia de vitaminas?
La anemia por deficiencia de vitamina B12 se debe a la falta de absorción de estos nutrientes básicos para la producción de glóbulos rojos sanos. Esto sucede al mismo tiempo que varias complicaciones: una deficiente ingesta de vitaminas en la dieta se asocia a menudo con un defecto en la producción de glóbulos rojos congénitos. Los glóbulos rojos maduros son grandes y relativamente pequeños, ya que una gran parte ya está destruida en la médula hematopoyética.
La anemia por deficiencia de B12 en la mayoría de los sujetos es causada por la ausencia del factor intrínseco, una proteína creada por la mucosa gástrica que permite la asimilación de la vitamina.
Su destrucción en el 90% de los casos es causada por mecanismos autoinmunes: las células inmunes atacan las células que producen el factor intrínseco considerándolas inexactamente elementos extraños al cuerpo. La patología se conoce como gastritis autoinmune o atrófica tipo A.
Esta enfermedad va acompañada de una dieta deficiente en alimentos que contienen vitamina B12, como la carne y los productos lácteos. Los vegetarianos, por ejemplo, corren el riesgo de sufrir una deficiencia de vitamina B12.
La deficiencia de ácido fólico, que se encuentra principalmente en las frutas verdes y las verduras de hoja, se debe principalmente a una dieta pobre en esta vitamina. Las personas que se someten a diálisis y las mujeres embarazadas o lactantes tienen una mayor necesidad de folatos. El abuso del alcohol y el uso de ciertos medicamentos (antiulcerosos) pueden influir en la absorción del ácido fólico.
En ambas situaciones, puede haber anormalidades metabólicas. Esto ocurre, por ejemplo, cuando hay enfermedades intestinales crónicas (colitis ulcerosa y enfermedad de Crohn) o enfermedad celíaca, que causan daño a las vellosidades intestinales e inducen a una mala absorción.
Las intervenciones que han dado lugar a la eliminación o desviación de las vías intestinales del tracto intestinal pueden disminuir la capacidad de asimilar los nutrientes.
¿Cuáles son los síntomas de la anemia por deficiencia de vitaminas?
Los síntomas incluyen:
- Fatiga y debilidad extremas (astenia)
- Palidez
- Humor irritable
- Dolor de cabeza
- Insomnio
- Falta de aliento
- Mareo y vértigo
- Latidos irregulares del corazón
- Dificultad en el movimiento
- Confusión mental
- Pérdida de memoria
La anemia por deficiencia de B12 también presenta lengua lisa y enrojecida en los bordes y la punta, cambio en la percepción de los sabores, color de ictericia de la dermis y la parte blanca (esclerótica) de los ojos.
La deficiencia de vitamina C también está relacionada con el escorbuto, una patología ahora bastante rara, en la que se producen pequeñas hemorragias bajo la piel o alrededor de las encías.
La deficiencia de folato durante el embarazo puede afectar al desarrollo y el crecimiento del feto, causar malformaciones congénitas de la médula espinal (espina bífida) y provocar un nacimiento prematuro.
¿Cómo se puede prevenir la anemia por deficiencia de vitaminas?
La prevención de la anemia por carencia de vitaminas puede llevarse a cabo manteniendo una dieta variada y equilibrada, que incluya el consumo de alimentos ricos en vitaminas, especialmente frutas, verduras y cereales integrales. En particular, los alimentos ricos en folato son, por ejemplo, las verduras de hoja verde y los frutos secos.
La vitamina B12 se encuentra en grandes cantidades en la leche, los productos lácteos y el yogur, las carnes rojas y blancas, los mariscos.
La vitamina C se encuentra en el brócoli, los cítricos, las fresas, los pimientos y los tomates. En determinadas condiciones, al tratar de quedar embarazada, durante el embarazo y la lactancia, es posible prevenir la deficiencia de folato, bajo la supervisión del médico tratante, tomando suplementos. Es esencial evitar el tabaco y el abuso del alcohol.