Conoce el reciente evento para visibilizar la lucha contra la dermatitis atópica en Puerto Rico
El evento «Crónicas de una lucha diaria», organizado por la Alianza de Apoyo al Paciente con Dermatitis Atópica, abrió sus puertas para visibilizar un tema que afecta profundamente a miles de familias en Puerto Rico: la dermatitis atópica. Esta condición, muchas veces incomprendida o subestimada, impacta la vida diaria de quienes la padecen, especialmente de los más pequeños, y también de sus cuidadores, que se enfrentan a retos constantes en la búsqueda de un tratamiento adecuado. El evento fue una plataforma para educar, sensibilizar y promover un cambio en la manera en que se aborda esta enfermedad en la isla.
Desde el principio, el Dr. Francisco Colón Fontanez, reconocido dermatólogo pediátrico, destacó la importancia del componente genético en la dermatitis atópica. Con una frase contundente, recordó a los asistentes que «el 70 % de los pacientes con esta condición tienen papá o mamá con antecedentes de asma o dermatitis», subrayando cómo los antecedentes familiares son un factor clave en el desarrollo de la enfermedad. El Dr. Colón también resaltó un dato alarmante: «casi el 50 % de los pacientes son diagnosticados antes de los seis meses de edad». Este diagnóstico temprano puede ser un desafío tanto para los padres como para los profesionales de la salud, ya que requiere cuidados intensivos y una atención especializada para evitar complicaciones mayores a largo plazo.
Además de los aspectos médicos, el evento puso en el centro de la discusión el impacto emocional y psicológico de la dermatitis atópica. La senadora Migdalia Padilla, firme defensora de la educación sobre salud en las escuelas, expresó su preocupación por la falta de conocimiento sobre la condición entre la población más joven. En sus palabras, «Queremos que nuestros niños y niñas aprendan sobre la condición y crezcan con una salud mental adecuada». La senadora impulsa un proyecto de ley que, de aprobarse, permitiría que las escuelas públicas y privadas eduquen sobre la dermatitis atópica, no solo para mejorar la calidad de vida de quienes la padecen, sino para fomentar una sociedad más empática y consciente de las luchas invisibles que muchas personas enfrentan.
La Dra. Lymarie Águila González, dermatóloga, también brindó un enfoque crucial sobre los desafíos diagnósticos en adultos. «Diagnosticar la dermatitis atópica en la adultez puede ser difícil, esta puede confundirse con alergias a medicamentos, alimentos, sarna y otras complicaciones», señaló. Esta confusión en el diagnóstico no solo retrasa el tratamiento adecuado, sino que prolonga el sufrimiento del paciente, afectando su calidad de vida de manera significativa. Durante su intervención, la doctora hizo hincapié en la importancia de la atención médica especializada y en la necesidad de una mayor sensibilización sobre la condición para evitar estos errores de diagnóstico.
En un enfoque más integral, la Dra. Rosaly Cartagena, psicóloga y nutricionista, presentó la conexión entre la salud física y emocional en los pacientes con dermatitis atópica. «La dermatitis no solo afecta la piel, también influye en la salud emocional», expresó. La Dra. Cartagena explicó que la constante lucha contra los brotes, la picazón, y la incomodidad genera una carga emocional considerable en los pacientes, especialmente en los niños, quienes pueden desarrollar ansiedad o estrés como resultado de su condición. «Una alimentación adecuada y el manejo del estrés pueden hacer una gran diferencia en su control», agregó, destacando la importancia de un enfoque holístico que incluya tanto el tratamiento médico como el bienestar psicológico y nutricional de los pacientes.
Otro de los puntos clave del evento fue el reto de vivir con dermatitis atópica en un clima tropical como el de Puerto Rico. El Dr. Wilfredo Cosme Blanco, presidente de la Asociación Puertorriqueña de Médicos Alergistas, explicó que «vivir en la isla con dermatitis atópica es un reto debido al sudor, calor y la humedad alta». Estas condiciones ambientales, comunes en la isla, exacerban los síntomas de la dermatitis, lo que hace aún más vital la educación y el manejo adecuado de la enfermedad. Para muchas familias, el camino hacia un diagnóstico y tratamiento efectivo puede ser largo y frustrante. Según el Dr. Cosme, la clave está en educar a los padres y pacientes desde el principio, proporcionándoles las herramientas necesarias para mejorar su calidad de vida y prevenir complicaciones a largo plazo.
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Cerrando el evento con un mensaje de esperanza, Brenda Gerena, Directora Ejecutiva de la Asociación Puertorriqueña de Dermatitis Atópica (AAPDA), celebró el avance legislativo que busca mejorar la vida de los pacientes. «Hoy estamos en la antesala de celebrar también el proyecto de ley para educar y crear un entorno de mayor bienestar para niños con la condición», anunció Gerena con entusiasmo. Este proyecto de ley promete ser un paso crucial en la lucha por visibilizar la dermatitis atópica y garantizar que tanto pacientes como cuidadores reciban el apoyo que merecen.
En definitiva, «Crónicas de una lucha diaria» no solo puso sobre la mesa la importancia del diagnóstico y tratamiento de la dermatitis atópica, sino que también mostró el impacto emocional y social que esta condición tiene en la vida de los pacientes. El evento fue un llamado a la acción para continuar educando, concientizando y trabajando en pro de una mejor calidad de vida para quienes viven con dermatitis atópica, una lucha que no se detiene.
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