En la etapa leve del alzhéimer, los síntomas pueden pasar desapercibidos o confundirse con el proceso normal de envejecimiento. Por eso es crucial realizar chequeos médicos regulares para detectar cualquier señal temprana de la enfermedad y comenzar intervenciones adecuadas lo antes posible.

A medida que el alzhéimer progresa a la etapa moderada, los daños en el cerebro se vuelven más evidentes, especialmente en áreas relacionadas con el lenguaje, el razonamiento y la percepción sensorial. En esta etapa, la persona puede experimentar delirios, alucinaciones y dificultades para reconocer a familiares y amigos cercanos.

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Finalmente, en la etapa grave del alzhéimer, la persona pierde la capacidad de comunicarse y expresar sus necesidades de manera efectiva. Esta etapa es especialmente desafiante para los cuidadores, ya que requiere atención a tiempo completo y cuidados personalizados para preservar la calidad de vida del paciente.

¿Cómo afecta a la memoria?

Uno de los aspectos más conmovedores del alzhéimer es cómo afecta la memoria emocional. Aunque la memoria cognitiva puede deteriorarse significativamente, la memoria afectiva, relacionada con emociones y experiencias emocionales pasadas, puede permanecer más intacta durante más tiempo. Esto significa que las personas con alzhéimer pueden recordar eventos emotivos, como fiestas de cumpleaños o momentos especiales, a pesar de perder otros recuerdos más concretos.

¿Cómo podemos ayudar?

Para ayudar a las personas en la etapa final del alzhéimer, es importante centrarse en actividades que estimulen su memoria afectiva y les brinden comodidad y conexión emocional. Actividades como cepillar el cabello, mirar fotos antiguas juntos, preparar comidas favoritas, escuchar música especial y pasar tiempo al aire libre pueden ser reconfortantes y significativas para el paciente.

Además de estas actividades, el cuidado físico también es fundamental. Controlar la alimentación, estar atento a las señales de dolor o malestar, brindar protección contra infecciones y proporcionar apoyo a tiempo completo son aspectos clave del cuidado en esta etapa.

El alzhéimer es una enfermedad compleja que requiere comprensión, paciencia y cuidados especializados. El apoyo emocional y físico tanto para el paciente como para los cuidadores es fundamental para mejorar la calidad de vida en cada etapa de la enfermedad.

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La entrada ¿Cuáles son los últimos recuerdos de una persona con alzhéimer avanzado? se publicó primero en BeHealth.

El líder de la investigación, Michal Schnaider Beeri, quien dirige el Centro de Investigación de Alzheimer en Rutgers, descubrió que en hombres de mediana edad con un alto riesgo de alzhéimer, una mayor cantidad de grasa alrededor del páncreas estaba relacionada con un peor rendimiento cognitivo y un menor volumen cerebral. Sin embargo, este vínculo no se observó en mujeres.

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El estudio incluyó a 204 personas sanas de mediana edad, pero con antecedentes familiares de alzhéimer, lo que los coloca en mayor riesgo de desarrollar la enfermedad. Utilizando imágenes de resonancia magnética, el equipo examinó los depósitos de grasa alrededor del páncreas, el hígado y el abdomen de cada participante.

Lo interesante es que este estudio plantea preguntas sobre cómo la grasa corporal, especialmente la que está cerca de nuestros órganos, puede afectar nuestra salud cerebral. Además, destaca la importancia de entender que hombres y mujeres pueden responder de manera diferente a estos factores.

Así que la próxima vez que escuches sobre la importancia de mantener un peso saludable, recuerda que no se trata solo de tu apariencia física, sino también de proteger tu cerebro contra enfermedades como el alzhéimer.

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Carlos Ochoteco, periodista retirado y figura querida, ha emprendido una travesía única al convertirse en el principal cuidador de su madre que enfrenta la desafiante etapa avanzada del alzhéimer. Este relato no solo es un testimonio de amor filial, sino también una ventana a la vida cotidiana de quienes asumen la responsabilidad de cuidar a seres queridos afectados por enfermedades neurodegenerativas.

«Esta responsabilidad es mía, y la asumo con mucho amor», dice Ochoteco.

Y es que Carlos se ha convertido en el único sostén para su madre, asumiendo la carga total de cuidado. La ausencia de hermanos para compartir responsabilidades ha convertido este compromiso en un viaje solitario, pero para Carlos, cada día es una oportunidad para demostrar amor y dedicación.

«Hace unos 8 años, notamos cambios en su comportamiento. Fue entonces cuando decidí llevarla a vivir conmigo», compartió en nuestra entrevista exclusiva.

La historia de Carlos comienza hace aproximadamente ocho años, cuando los primeros indicios de la enfermedad de Alzheimer hicieron su aparición. Los cambios en el comportamiento de su madre fueron el catalizador que lo llevó a tomar la decisión trascendental de traerla a vivir consigo. Esta elección, aunque inicialmente desafiante, ha llevado a una conexión más profunda y una vida compartida.

En un viaje marcado por la incertidumbre, Carlos ha adoptado la filosofía de vivir el día a día. La progresión de la enfermedad ha creado desafíos constantes, pero él ha aprendido a abrazar cada momento, enfrentando los retos con amor y paciencia. Mantener la conexión simbólica con su madre se ha convertido en una prioridad, incluso si esto significa recurrir a «mentiras piadosas» para preservar la armonía en sus conversaciones.

«En cuanto a la pregunta sobre quién cuida al cuidador y cómo me cuido, admito que debería cuidarme más», confesó.

Una narrativa que destaca la importancia crítica de cuidar al cuidador. A pesar de los desafíos del síndrome del cuidador, Ochoteco ha encontrado formas de equilibrar su vida. La ayuda en casa le permite disfrutar de momentos de descanso y tomar tiempo para sí mismo, subrayando la necesidad de mantener la salud mental y emocional.

«Que ella diga que soy una buena persona a los que me acompañan de vez en cuando, o que soy su amigo, es suficiente para mí», dijo.

Carlos compartió también con BeHealth sus reflexiones sobre las pequeñas victorias en su travesía. Ser reconocido como un amigo por su madre, incluso cuando no lo ve como su hijo, se convierte en un aliento de esperanza. En cada pequeño gesto de afecto y en cada declaración de cariño, encuentra fuerza para enfrentar los desafíos diarios.

La vida de Carlos Ochoteco es indudablemente un testimonio de amor, paciencia y adaptabilidad en medio de las complejidades de cuidar a alguien con alzhéimer y destaca la necesidad de comprender y abrazar cada día, proporcionando inspiración para aquellos que comparten una travesía similar de cuidado y dedicación.

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Conoce su historia aquí:

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“A veces me cuestiono si parte de la violencia que tienen de los pacientes que tienen alzhéimer viene porque los cuidadores no entienden la enfermedad”, sostuvo.

Gran parte del conocimiento adquirido sobre el alzhéimer por “Pepo”, comenzó tras el cuidado de su padre, quien también fue diagnosticado con la enfermedad hace algunos años.

“Pepo” recuerda que leyó muchos libros para educarse y la gran conclusión que tomó de ellos es que el azúcar añadido, que muchas personas consumen, suele desencadenar complicaciones en la salud como diabetes, obesidad, enfermedades crónicas y condiciones mentales como el párkinson y el alzhéimer.

Aunque su padre no tuvo estos conocimientos para actuar desde la prevención, “Pepo” sí logró educarse y sabía que tenía que tomar medidas en los hábitos de su mamá, quien estaba igualmente diagnosticada con alzheimer.

“Al día de hoy mami no me ha dicho una mala palabra. A todos los demás si, a mis hermanos, hermanas, con todos se ha puesto agresiva y, ¿por qué conmigo no?. Porque el cuido requiere mucho, pero mucho amor. Si no tienes amor no vas a poder, porque es el cuido como el de un niño pequeño tienes que estar ahí 24/7”, enfatizó el reconocido periodista.

Claves para forjar una buena relación cuidador-paciente

Para “Pepo” es importante entrar en el mundo del paciente, compartir la música que les gusta, cantar juntos y responder 20 veces las mismas inquietudes.

En sus tiempos libres va al cuido a buscar a mamá y entiende que lo reconoce porque lo llama con la mano.

“Ella borró a sus nietos y ahora va con sus hijos. Para que veas cómo es la cosa, ese amor de madre a hijo en el caso de ella todavía está ahí plasmado porque ella nos llama por los nombres”, destacó.

Para él, todas las experiencias con su madre son gratificantes y más allá de ser su madre es vista como un ser de luz, a la que hasta ahora ocasionalmente le escucha una mala palabra.

Entre sus recuerdos están los días de calma, de oración y de amor que solía tener su mamá en casa.

“Yo no veo la manera de que yo no pueda estar con ella. Yo me mude cerca de la casa de ella para poder estar juntos”, resaltó.

¿Cuál es la importancia del cuidado del cuidador?

“Las veces que no me toca ser cuidador, yo trabajo mucho en meditación, práctico ejercicio por lo menos 3 veces y busco  formas de prepararme para no caer en el síndrome del cuidador, porque si caigo ahí, ella no va a seguir teniendo la calidad de vida que yo trato de darle cuando estoy con ella”, señaló.

“Pepo” sabe que tiene que cuidarse y por eso busca descansar bien a pesar del sufrimiento que puede implicar ver a su mamá con esta condición.

“Ambos nos abrazamos y nos besamos como nunca lo habíamos hecho. Es como si se percibiera que en un momento dado va a trascender, pero el día que pase, hoy o mañana, tengo una paz tremenda”, aseguró.

Para él es claro que muchos cuidadores no están preparados para cuidar a estos pacientes, porque por ejemplo, a diferencia de un paciente de cáncer terminal, que hasta el último día tiene consciencia y es racional. “Estos pacientes se te van del razonamiento y tú tienes que irte con ellos y traerlos poquito a poco”.

Claves de cuidado 

Como hijo de dos pacientes con alzhéimer, recomienda  evitar la confrontación, acompañarlos y hacer juntos las cosas que ellos deseen (siempre y cuando no sean peligrosas).

“Yo he sabido salir a la marquesina a las 2:30 de la mañana, para enseñarle que es de noche, que no podemos salir porque es peligroso. Busco siempre reforzar lo que para ella antes era importante y ella siempre evitaba salir a altas horas”, recordó.

Destacó que el cuidador en todo momento tiene que desarrollar un grado de empatía e indagar sobre cómo esa otra persona está pensando.

“Cuando mamá golpea la cama, yo comprendo que ella no sabe en dónde está, no sabe quién está con ella y ahí, en ese momento, debes decirle mira mami yo estoy contigo, no estás sola, estamos en tu cuarto, en la cama, no te preocupes y acompañar con un abrazo y ya resolviste el asunto”, afirmó.

¿Tiene “Pepo” riesgo de presentar alzhéimer?

 José «Pepo» García se encontró en Facebook con un anuncio que decía, “si usted es mayor de 65 años o más y sus padres fueron diagnosticados con alzhéimer, llame a este lugar”.

Se contactó y le realizaron una prueba de sangre para ver si contenía unas proteínas que producen placas que bloquean y  hacen perder la memoria y producen el alzhéimer.

Los resultados aunque tardaron unos meses, llegaron con noticias positivas, ya que señalaban que “Pepo” no cualifica en este momento.

“En el alzhéimer, si te lo diagnostican hoy, la condición comenzó hace 20 años. En esencia, si tengo 67 ahora, por lo menos de aquí a los 87 yo no voy a tener alzhéimer”, aseveró.

Los últimos años de su vida, “Pepo” se ha dedicado a aplicar sus conocimientos y ha adoptado cambios en su estilo de vida en beneficio de su salud con técnicas como el ejercicio y la meditación.

“Uno tiene que conectar más en este tiempo con la naturaleza, porque son tiempos difíciles, particularmente en Puerto Rico que además de la pandemia, terremoto, María, inestabilidad en el gobierno y todas las cosas que siguen pasando, mentalmente si uno no hace unos ajustes y se prepara para alcanzar esa química positiva y contrarrestar esa química negativa está perdido”, concluyó el reconocido periodista.

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La enfermedad de Alzheimer es una patología que tiene una gran prevalencia en el adulto mayor. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) es un síndrome debido a una enfermedad del cerebro, generalmente de naturaleza crónica o progresiva, en la que hay deficiencias de múltiples funciones que repercuten en la actividad cotidiana del cerebro. El Alzheimer afecta la habilidad de las personas para recordar, razonar y comunicarse, siendo esta la causa más común de demencia, un deterioro gradual de la memoria, el comportamiento y otras funciones mentales.

Las funciones cognitivas de la persona con alzhéimer, como pensar y hablar, la memoria, el juicio y la orientación, se van deteriorando a lo largo de la condición impactando la ejecución de las actividades diarias. Las tareas que por mucho tiempo aprendió y realizó la persona, se convierten en pasos difíciles de hacer o comprender. Los retos y desafíos a los que se enfrentan son innumerables. Su prognosis dependerá de muchas variables internas y externas. La progresión de la enfermedad y el efecto que tiene varia en cada persona.

La terapia ocupacional realiza un papel clave en el tratamiento del alzhéimer ya que procurará capacitar a la persona a alcanzar el mayor grado de independencia posible en su vida diaria en áreas como autocuidado, ocio, trabajo, entre otros. Esta disciplina atiende las prioridades y necesidades del paciente integrando diferentes enfoques compensatorios y de adaptación con el propósito de mantener su funcionamiento óptimo y la participación en las actividades de su interés.

Los terapeutas ocupacionales trabajan con el paciente de alzhéimer desde diferentes enfoques de tratamiento y técnicas. A continuación, se presentan SIETE técnicas de intervención en estos pacientes:

1- Modificaciones en las actividades

Se analizan las actividades o tareas significativas de la persona con el fin de diseñarlas para que las pueda ejecutar de una manera más fácil, simplificando comandos, para mantener por más tiempo tanto la independencia como la autonomía personal y funcional en sus actividades diarias. Se deben repetir las instrucciones según sea necesario, utilizar palabras fáciles de entender con un tono de voz respetuoso.

2- Modificaciones en el ambiente

Se evalúa el o los lugares o entornos donde el paciente pasa más tiempo o realiza actividades diarias, como por ejemplo la habitación, sala, baño, entre otras áreas con el propósito de sugerir cambios que faciliten su movilidad, prevenir caídas y mantener su participación. Una buena iluminación ayudará a mantener a la persona orientada al igual tener los lugares (puertas y gavetas) claramente rotulados.

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3- Entrenamiento en el uso de equipos de asistencia tecnológica

El uso de la tecnología de asistencia en pacientes con alzhéimer incluye productos (tanto genéricos como personalizados), modificaciones ambientales, servicios y procesos que permiten la participación de personas en múltiples ambientes. Desde el entrenamiento del uso de utensilios para la alimentación, equipos para la vestimenta o aseo, hasta la recomendación a familiares o cuidadores sobre instalaciones de sensores de movimiento o de ubicación para la persona con alzhéimer, cuando existe el riego de desorientación.

4- Orientación a la realidad

Dado los cambios en las funciones cognitivas según el avance de la condición, se integran estrategias terapéuticas como colocarle fotos de la persona y familiares y/o cuidadores, se utilizan identificaciones o “nametags” al ofrecer servicios, tener visible relojes y calendarios, entre otros artículos que le permitan al paciente mantenerse orientado en tiempo, lugar y espacio.

5- Estimulación cognitiva

Consiste en el uso de técnicas que estimulen el desarrollo de habilidades cognitivas, como la memoria, el pensamiento lógico e inferencial, el lenguaje y la forma de pensar. La estimulación cognitiva implica la realización de diferentes actividades como por ejemplo, ejercicios para ejercitar la memoria de personas mayores como rompecabezas, crucigramas y dinámicas relacionadas al pasado o actividades cotidianas que promuevan la reminiscencia.

6- Estimulación sensorial

Varios estudios han demostrado que la estimulación sensorial disminuye la ansiedad, agresividad y apatía de la persona con alzhéimer, proporcionándole un estado de bienestar y seguridad a la hora de realizar sus actividades cotidianas. Consiste en potenciar y mantener las funciones de los cinco sentidos mediante actividades de atención, concentración, fijación, coordinación, motricidad y reconocimiento de estímulos.

7- Psicomotricidad

Mediante estas intervenciones se ejercitan la mente, cuerpo, afectividad y roles sociales del paciente. Se ofrecen actividades adaptadas que promuevan la coordinación, equilibrio, fuerza muscular, coordinación motora, motricidad, esquema corporal, percepción del cuerpo en el espacio, procesos mentales como la memoria reciente y remota, atención, lenguaje expresivo y comunicativo, comunicación no verbal.

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La terapia ocupacional juega un papel importante en la educación del cuidador y sus familiares. Entre las recomendaciones para los familiares y cuidadores esta hacer una reminiscencia casera en el que se puedan ver fotos, imágenes de eventos y vacaciones familiares, hablar de su la vida profesional del paciente y conversar sobre hechos pasados que eran recuerdos agradables. Se deben contar aquellas historias positivas y de agrado para el paciente una y otra vez. Aunque no existe suficiente evidencia científica para avalar esta intervención, la misma puede estimular positivamente a la persona afectada ayudándole a mantener su atención y manteniendo los vínculos emocionales con sus familiares.

Entre más pronto se inicien las técnicas adecuadas tras el diagnóstico, mayores serán las posibilidades de que la persona pueda llevar una vida independiente dentro de los límites de su salud durante muchos años.

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La reducción de la agilidad, el equilibrio, dificultad en destrezas motoras y disminución en destrezas cognitivas aumentan el riesgo de caerse o tropezar. Estos accidentes pueden tener como resultado consecuencias de fracturas, trauma a la cabeza o lesiones más serias.

La organización National Council on Aging (NCOA) ha declarado septiembre como el mes de prevención de caídas, celebrado también por la Asociación Americana de Terapia Ocupacional (AOTA).

También septiembre se le atribuye el mes de concienciación de la enfermedad de Alzheimer. Por la relación que tienen ambas condiciones, Maribel García, terapista ocupacional y consultora certificada en envejecimiento en el lugar de vida (Certified Aging in Place Specialist), ofrece los siguientes consejos útiles y sencillos que pueden ayudar en la prevención de caída, en personas con deterioro cognitivo y/o dificultades en la movilidad.

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Consejos para el bienestar físico

• Permite que la persona se integre en sus actividades diarias y de preferencia.
• Motívalo y acompáñalo a caminar en áreas seguras dentro y fuera de la casa.
• Realiza con la persona una rutina sencilla de ejercicios para mantener la fuerza muscular de brazos y piernas e integra ejercicios de balance. El mantener los músculos fortalecidos disminuye el riesgo a sufrir una caída.

Consejos en el hogar

• Intenta que el pavimento o camino a la entrada de la casa esté libre de grietas o desniveles que puedan provocar el tropiezo y la pérdida de balance. Puedes colocar una cinta adhesiva de color brillante que ayude a indicar que hay un desnivel.  
• En el área de la sala elimina muebles que sean muy acojinados y bajos; esto dificulta que la persona pueda levantarse y asumir una posición de pie. Considera la posibilidad de colocar muebles con superficie más dura, elevados y que tengan descansabrazos. 
• Elimina todos los obstáculos que se encuentran en las diferentes partes de la casa.
• Ilumina bien el área donde acostumbra a caminar la persona, colocando luces con sensores de movimiento.
• Elimina alfombras decorativas en cualquier parte de la casa y cámbialas por alfombras antideslizantes.
• Evita los pisos muy brillosos, podría causar la sensación de estar mojados y crear inseguridad en la persona al caminar.
• Si la persona camina sujetando las paredes coloca pasamanos en el pasillo que permitan una movilidad más segura.
• Coloca un inodoro portátil (commode) sobre el inodoro o una barra de seguridad para facilitar el sentarse y levantarse.
• En el área donde se baña coloca una silla de baño, barras de seguridad, alfombra antideslizante, ilumine bien el área y evita que camine en piso mojado.

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Consejos para mejorar seguridad

• Para la seguridad es importante tener funcionando adecuadamente una alarma de humo o fuego y tener un extintor.
• Motiva a la persona a utilizar zapatos cerrados sin cordones.
• Puedes colocar un sistema de alerta (en inglés conocido como “bed alarm system”) en la cama para saber cuándo la persona intenta salir de la cama. También se consiguen para colocar en silla de ruedas.
• En la cama se puede colocar una baranda que le asista a la persona al levantarse de la cama con mayor facilidad. 
• Si la persona presenta dificultad para caminar no se le debe comprar o regalar equipos como el andador de cuatro ruedas. 

El uso de equipos de asistencia debe ser recomendado por un profesional de la salud como fisiatra, profesional en terapia física o terapia ocupacional.

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El espacio fue dirigido por la Dra. María Goncalves, PhD, quien aseguró que dentro de los factores de riesgo de esta condición están la diabetes, el sedentarismo, el tabaquismo, la depresión, obesidad y la baja escolaridad, dentro de muchos otros.

“La prevención es factible en todas las edades. Siempre me preguntan cuál es el mejor momento para empezar a prevenirla. El mejor momento es ahora. No es lo que pudimos haber hecho hace algunos años. Se puede empezar a prevenir desde el vientre de la madre. Igual si las personas tienen 70, 80 o 90 años también pueden hacer cosas para tener una mejor salud cognitiva”, señaló la galena.

Así mismo, la experta asegura que si hay riesgos de diabetes se deben implementar mejores hábitos alimenticios para que el cerebro no resulte afectado debido a los niveles de glicemia. “La hipertensión, dentro de lo que se está observando, se puede prevenir. Si el paciente ya tiene hipertensión va a ser un factor que si desarrolla hipotensión va a afectar la salud cognitiva”, dijo.

En esa línea, la médica recomendó ir constantemente al médico para tratar varias de esas anomalías que inciden drásticamente en la salud de los pacientes y que, como ya se dijo, tienen una repercusión directa en el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer.

Así mismo, aunque actualmente se intenta normalizar todos los cuerpos, la doctora dijo que no se puede descuidar el peso porque la obesidad es uno de los principales causantes de enfermedades cognitivas y neurodegenerativas como el alzhéimer.

“Es importante que nosotros aceptemos a las personas como son, pero entender que la obesidad no es un tema de simple estética, tiene que ver con salud y es un factor de riesgo para el desarrollo cognitivo”, insistió la doctora. 

Aunque no lo creas, los trastornos de salud mental también son determinantes en un diagnóstico de alzhéimer debido a que, según la médica, quienes logran tratarse contra la ansiedad y la depresión crearán lo que llamó un “factor protector” de anomalías cerebrales. 

Otros tips

La doctora Goncalves también mencionó que existen algunos sencillos métodos que ayudan al cerebro y a las neuronas a evitar, no solo el alzhéimer, sino también el párkinson y otros problemas cognitivos que pueda desarrollar el ser humano.

Dentro de estos, según dijo la galena, están la estimulación cognitiva que consiste en fortalecer la memoria, las funciones ejecutivas, la velocidad de procesamiento y la atención son claves para estimular el cerebro y así prevenir esos trastornos.

Así mismo, la experta recomendó consultar al médico cuando ya es consistente que se presenten problemas de memoria que impidan realizar con normalidad las labores del día a día o que un paciente empiece a preguntar varias veces las mismas cosas. Incluso, si identificas que alguien cercano está olvidando datos e información importante o se le dificulta seguir instrucciones, lo más recomendable es consultar con el doctor.

A continuación la charla completa:

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Al ser una enfermedad progresiva, en las primeras etapas de su desarrollo los síntomas son muy sutiles y tienden a empeorar con los años. 

Aunque las características clínicas de la enfermedad pueden variar mucho de una persona a otra, el síntoma más temprano y obvio suele ser una importante pérdida de memoria que se manifiesta, sobre todo al principio, con dificultad para recordar acontecimientos recientes.

Este síntoma puede ir acompañado de otros déficits que dificultan la realización de las actividades cotidianas de forma independiente. También pueden aparecer trastornos del lenguaje, que van desde el déficit para nombrar objetos, el empobrecimiento del vocabulario utilizado y el recurso a frases estereotipadas, hasta la pérdida de la expresión verbal correcta de los pensamientos. Otro síntoma común es la desorientación espacial y temporal.

Los cambios de personalidad también son frecuentes: pueden manifestarse como desinterés por las aficiones o como un cambio de humor. A veces, el inicio de la enfermedad está marcado por la desconfianza hacia otras personas, a las que se acusa de robar objetos o cosas que el enfermo no puede encontrar.

1. Dificultades de memoria

Deficiencia en la capacidad de aprender nueva información o de recordar información previamente aprendida.

¿Cuándo puede ser un síntoma de enfermedad?

• Olvidas fácilmente la información que acabas de aprender.
• Te olvidas de los aniversarios, los cumpleaños o las citas.
• Los miembros de tu familia se quejan de que a menudo preguntas o repites las mismas cosas.
• Utilizas notas u otras estrategias para recordar con mucha más frecuencia.
• Pones las cosas en lugares inusuales.
• Te ha pasado que no encuentras la cartera, las llaves o las gafas, aunque pienses detenidamente en la última vez que las usaste.
• Has acusado a otros de robarte estos objetos.

¿Cuándo es un cambio típico relacionado con la edad?

• Pocas veces has olvidado una cita, un cumpleaños o el nombre de alguien, pero al cabo de un rato, o concentrándote, lo has recordado. Los pequeños lapsos de memoria son normales.

2. Desorientación espacio-temporal

Pérdida de la capacidad de reconocer lugares o rutas familiares; a nivel temporal, dificultad para percibir el paso del tiempo e indicar la hora y la fecha.

¿Cuándo puede ser un síntoma de enfermedad?

• Te pierdes de camino a casa.
• Olvidas dónde estás o no recuerdas cómo has llegado hasta allí.
• A menudo te sientes confundido sobre la fecha actual.
• Te cuesta recordar si un acontecimiento ocurrió hace unas horas o unos días.

¿Cuándo es un cambio típico relacionado con la edad?

• Te confundes sobre qué día es, pero rápidamente te das cuenta del error.
• Te cuesta orientarse en rutas o lugares a los que no sueles ir.
• A veces pierdes las cosas que utilizas con más frecuencia, pero luego las vuelves a encontrar, rememorando tus últimas acciones.
• De vez en cuando pierdes las gafas y el mando a distancia.

3. Déficits de lenguaje

Pueden manifestarse como dificultades para expresar un concepto o comprenderlo.

¿Cuándo puede ser un síntoma de enfermedad?

• Cuando hablas, no siempre se encuentras la palabra correcta.
• Te resulta difícil seguir una conversación larga.
• Te detienes a la mitad y no tienes idea de cómo continuar tu discurso.

¿Cuándo es un cambio típico relacionado con la edad?

• Es posible que todos tengan una palabra precisa en mente y experimenten la sensación de tenerla «en la punta de la lengua».

4. Déficit de planificación o de resolución de problemas

Dificultad creciente para realizar una actividad determinada, incluso la habitual, y/o para encontrar estrategias útiles para resolver dificultades o imprevistos.

¿Cuándo puede ser un síntoma de enfermedad?

• Tienes dificultades para planificar tu día.
• Te resulta difícil seguir todos los pasos de una receta, incluso las que has utilizado muchas veces
• Te cuesta concentrarte en tareas detalladas, sobre todo si tienen que ver con números (por ejemplo, llevar la cuenta de las facturas y gestionar la cuenta bancaria).
• Algunas tareas que siempre has hecho sin problemas ahora te parecen complejas.
• No recuerdas algunas de las reglas de tu juego favorito.
• Has perdido la iniciativa a la hora de enfrentarte a tu pasatiempo.

¿Cuándo es un cambio típico relacionado con la edad?

• Te has dado cuenta de que te has saltado un paso en la ejecución de una receta.
• Has cometido ocasionalmente errores no graves de los que luego te has dado cuenta, por ejemplo, al rellenar el talonario.
• Necesitas ayuda para aprender a utilizar un nuevo aparato. Tras algunas dificultades iniciales, ahora lo utilizas de forma independiente.

5. Disminución o falta de juicio

Dificultad para tomar decisiones

¿Cuándo puede ser esto un síntoma de enfermedad?

• Ha tomados decisiones imprudentes, como las compras juzgadas imprudentes por tus familiares.
• Cuidas menos tu aspecto (por ejemplo, sales en pijama o con ropa inapropiada).

¿Cuándo es un cambio típico relacionado con la edad?

• Has tomado malas decisiones de vez en cuando, pero sin efectos graves para ti y tu familia.

6. Apatía

Disminución de la motivación para realizar cualquier acción o comportamiento. A menudo produce un retraimiento de la vida social

¿Cuándo puede ser esto un síntoma de enfermedad?

• Ya no te dedicas con tanto entusiasmo como antes a los proyectos de trabajo o a tu afición favorita.
• Te falta motivación para entablar conversaciones y salir con tus amigos de siempre.
• Te encuentras viendo la televisión o durmiendo más de lo habitual.

¿Cuándo es un cambio típico relacionado con la edad?

• A veces te sientes cansado y agobiado por el trabajo, la familia y las obligaciones sociales, pero no las descuidas ni las abandonas.

7. Cambios en el estado de ánimo y la personalidad

¿Cuándo puede ser un síntoma de enfermedad?

• Te sientes frecuentemente confundido, triste o ansioso.
• Fuera de tu entorno familiar, aumentan los sentimientos de inseguridad y miedo.
• Los miembros de tu familia y tú notan cambios en tu personalidad.

¿Cuándo es un cambio típico relacionado con la edad?

• Tiendes a crear una rutina y te irritas si se altera de alguna manera.

8. Dificultades visuales

No son secundarios a enfermedades oculares, como las cataratas o el glaucoma.

¿Cuándo puede ser un síntoma de enfermedad?

• Te resulta difícil leer palabras escritas, reconocer letras o percibir diferencias entre colores.
• No es fácil juzgar las relaciones espaciales entre los objetos y las distancias.

¿Cuándo es un cambio típico relacionado con la edad?

• Hay algunas dificultades de visión relacionadas con la edad, pero con unas gafas adecuadas o una visita al oftalmólogo, ¡el problema se soluciona!

¿Cuál es la diferencia entre el Alzheimer y los cambios típicos relacionados con la edad?

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Pareciera que no tuviera relación alguna, sin embargo recientes estudios han encontrado que el uso de audífonos para tratar la pérdida auditiva podría ayudar a retrasar el desarrollo de problemas cognitivos.

Hasta hoy no había aún un estudio grande y aleatorizado que demostrara completamente estos vínculos. Sin embargo, un equipo de investigación financiado por los NIH y co-dirigido por el Dr. Frank Lin de la Universidad Johns Hopkins inscribió a casi 1,000 adultos de entre 70 y 84 años en un ensayo clínico con el fin de analizar este tema. 

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Los investigadores compararon la tasa de deterioro cognitivo durante un período de tres años entre personas que recibieron y no recibieron audífonos en participantes con una pérdida auditiva considerable de dos poblaciones de estudio diferentes. 

Los investigadores asignaron aleatoriamente a los participantes a una de dos intervenciones. Alrededor de la mitad recibió audífonos e instrucciones sobre cómo usarlos. La otra mitad fue asignada a un programa de educación para la salud centrado en promover el envejecimiento saludable. Ambos grupos recibieron visitas de seguimiento cada seis meses para reforzar la capacitación.

¿Qué ocurrió?

Resultó que las personas que recibieron los audífonos reportaron una mejora sustancial en las habilidades de comunicación a lo largo del estudio. Por otro lado, aquellos en el grupo de educación para la salud, como se esperaba, no experimentaron mejoras en la audición y la comunicación.

En el análisis principal de todos los participantes del estudio, los investigadores no observaron diferencia en la tasa de cambio en el funcionamiento cognitivo entre las personas que recibieron los audífonos y las que no los recibieron.

Sin embargo, cuando el análisis se centró en las personas del estudio de salud cardíaca, que tenían un mayor riesgo de demencia, el beneficio de los audífonos fue considerable. Aquellos que recibieron audífonos experimentaron una reducción de casi el 50% en la tasa de deterioro cognitivo en comparación con las personas en el grupo de educación para la salud.

«La pérdida auditiva es muy tratable en la última etapa de la vida, lo que la convierte en un importante objetivo de salud pública para reducir el riesgo de deterioro cognitivo y demencia», dice Lin.

Los investigadores continúan siguiendo a los participantes del estudio para observar cómo se desarrollan los cambios en la cognición con el tiempo. También están examinando escaneos cerebrales y datos sobre la participación social para comprender mejor cómo proteger la audición puede prevenir el deterioro cognitivo en adultos mayores vulnerables.

«Hasta que sepamos más», agregó Lin, «recomendamos para la salud y el bienestar en general que los adultos mayores se hagan revisar la audición regularmente y aborden adecuadamente cualquier problema auditivo».

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Los detalles evidencian que en la prueba se utilizan marcadores fluorescentes que suelen añadirse a las células moribundos. Éste sería un primer indicio de la muerte celular que se presenta en el cerebro y puede ser vista en la retina.

Detalles de la investigación

Por ahora el estudio se está realizando en ratones de laboratorio (mostrando una alta efectividad), pero los ensayos clínicos buscan ser practicados en humanos.

El objetivo principal busca lograr que la prueba esté disponible en diferentes clínicas de oftalmología con el fin de detectar el alzhéimer de manera temprana en un público general.

Los detalles de la investigación clínica fueron publicados en la revista Cell Death and Disease, y se destaca porque podría superar la dificultad que actualmente enfrentan los investigadores para determinar lo que está ocurriendo dentro del cerebro de los pacientes con diagnóstico de alzhéimer.

¿Cómo se alcanza el diagnóstico?

Un nuevo tinte fluorescente diseñado por químicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MTI), Estados Unidos podría resolver muchos misterios clínicos sobre la enfermedad de Alzheimer. 

La profesora Francesca Cordeiro, quien dirigió la investigación en el Instituto de Oftalmología de la Universidad de Londres, de acuerdo con una publicación de la BBC, explicó que «pocas personas saben que la retina es una extensión directa, aunque delgada, del cerebro».

«Por eso es totalmente posible que en el futuro una visita a un oftalmólogo para examinar nuestra visión podrá también permitir revisar el estado de nuestro cerebro”…”Espero que este análisis para alzhéimer esté disponible en las clínicas dentro de cinco años» señaló la investigadora de acuerdo con BBC.

La técnica consiste en aplicar tinte fluorescente para lograr que las células se vean como puntos verdes porque absorben el tinte fluorescente, lo que permite incluso seguir el progreso de la enfermedad cerebral observando en la retina células moribundas.

El tinte es una molécula que se adhiere a las placas de proteínas beta-amiloide que se forman en los cerebros de las personas que padecen la demencia senil. Esas placas son responsables de destruir las neuronas en varias regiones del cerebro (principalmente en el hipocampo), ocasionando signos como pérdida de la memoria e independencia.

El mayor reto para el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas

«Actualmente el mayor obstáculo en la investigación de nuevos tratamientos para enfermedades neurodegenerativas es la falta de una técnica con la cual pueda analizarse la respuesta del cerebro a esas nuevas terapias». Sin embargo, aclaró la investigadora Cordeiro que con esta técnica se busca dar solución a este problema.

Lo que se espera a futuro

Los expertos creen que para el año 2050 más de 115 millones de personas sufrirán demencia en el mundo. Sin duda una cifra alarmante por lo que este tipo de trabajos son importantes para lograr detectar y tratar de forma temprana la condición.

«Si detectamos la enfermedad en sus primeras etapas, podríamos tratar y revertir la progresión de la enfermedad a medida que se desarrollan nuevos tratamientos», dijo a BBC Rebecca Wood, de la organización Alzheimer Research Trust, quien a su vez destacó la importancia de continuar creando mayores técnicas de detección.

«La investigación de la demencia actualmente carece de un método para analizar la respuesta del cerebro a nuevos tratamientos, así que esta técnica podría superar ese obstáculo».

La investigación que dio origen al tinte fluorescente es parte de una iniciativa más amplia de desarrollo de tecnologías de percepción impulsada por el Instituto para Nanotecnologías de Soldados del MIT.

Fuente BBC y La Nación

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