«La endocrinología es un campo multifacético que abarca desde el manejo de enfermedades metabólicas hasta trastornos hormonales complejos», comenta la Dra. Hernández. 

«Es apasionante poder descifrar los intricados mecanismos que regulan nuestro organismo y ayudar a nuestros pacientes a encontrar equilibrio en su salud hormonal», agregó.

La Dra. Canales, por su parte, añade: «Una de las cosas más interesantes de la endocrinología es cómo las hormonas pueden influir en prácticamente todos los aspectos de nuestra vida, desde el estado de ánimo hasta el metabolismo y la reproducción. Es un campo en constante expansión, con nuevas investigaciones que nos desafían a repensar lo que creíamos saber».

¿Envejezco?

Entre los temas más relevantes que abordan ambas expertas se encuentra el impacto de las hormonas en el proceso de envejecimiento. «Es fascinante observar cómo ciertas hormonas pueden desempeñar un papel crucial en la forma en que envejecemos», explica la Dra. Hernández. «Desde la pérdida de densidad ósea hasta la disminución de la función sexual, las hormonas tienen un impacto significativo en la calidad de vida a medida que envejecemos».

La Dra. Canales agrega un dato curioso: «Aunque es común asociar el envejecimiento con una disminución en la producción hormonal, en realidad, algunos estudios sugieren que los niveles de ciertas hormonas, como el cortisol, pueden aumentar con la edad. Esto puede tener importantes implicaciones para la salud y el bienestar a medida que envejecemos».

Otro tema de interés es el papel de las hormonas en la regulación del peso corporal. «La obesidad es una epidemia global que está estrechamente relacionada con desequilibrios hormonales», comenta la Dra. Hernández.

«Entender cómo las hormonas como la insulina y la leptina influyen en el metabolismo y el apetito nos brinda herramientas fundamentales para abordar este problema de salud pública», dijo.

La labor

La Dra. Canales, además, asegura que el trabajo de los endocrinólogos va más allá de solo tratar enfermedades, “sino que también educamos a nuestros pacientes sobre la importancia de un estilo de vida saludable y cómo pueden influir positivamente en su salud hormonal», señala.

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Al abordar el tema de las enfermedades endocrinas más comunes, ambas coinciden en la importancia del diagnóstico temprano y el manejo adecuado. «Desde la diabetes hasta los trastornos de la tiroides, muchas de estas condiciones pueden controlarse eficazmente con el tratamiento adecuado», señala la Dra. Hernández. 

«Nuestro objetivo es mejorar la calidad de vida de nuestros pacientes a través de un enfoque integral que abarque la educación, la prevención y el tratamiento».

En cuanto al futuro de la endocrinología, ambas profesionales están emocionadas por las posibilidades que ofrecen los avances en la investigación y la tecnología. «Estamos viendo desarrollos prometedores en áreas como la terapia hormonal y la medicina personalizada», afirma la Dra. Canales. «Esto nos permite brindar tratamientos más precisos y efectivos, adaptados a las necesidades individuales de cada paciente».

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Las galenas brindaron una visión fascinante de la endocrinología como un campo en constante evolución, donde la comprensión de las hormonas y su impacto en la salud humana continúa siendo un desafío para encontrar nuevos métodos diagnósticos y terapéuticos. 

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La Dra. María Eugenia García Ayala, neuróloga subespecialista en Dolores de Cabeza, explicó para BeHealth que “esto se relaciona con las fluctuaciones hormonales que ocurren durante diferentes etapas de la vida de una mujer, como por ejemplo, durante la menstruación y la ovulación”.

Las migrañas pueden manifestarse más seguido y de manera más intensa en las mujeres debido a fluctuaciones hormonales, especialmente en respuesta a una abrupta disminución en los niveles de estrógeno. Esta disminución hormonal tiende a ocurrir justo antes del inicio de la menstruación, pero también puede manifestarse durante el período de embarazo y la etapa de la menopausia.

La migraña y el período menstrual

Se ha comprobado que el rápido descenso en los niveles de estrógeno, después de haber estado elevados, es el factor desencadenante de las crisis de migraña durante el período menstrual. Estas crisis de migraña ocurren entre los dos días previos al inicio de la menstruación y los dos días posteriores, tanto en mujeres con ciclos menstruales regulares como en aquellas que utilizan anticonceptivos que contienen estrógenos.

Así, el estrógeno puede actuar como un desencadenante de la migraña. Por lo tanto, es posible que algunas personas experimenten migrañas durante momentos como la menstruación o la ovulación.

“Es relevante notar que el ciclo menstrual también desempeña un papel significativo en el desencadenamiento de la migraña. Las fluctuaciones en los niveles de estrógeno, especialmente durante etapas como el embarazo y la menopausia, pueden contribuir a desencadenar episodios de migraña”, precisó la especialista.

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La migraña y el embarazo

La migraña constituye un tipo de dolor de cabeza tan incapacitante que muchas mujeres afectadas eligen posponer su embarazo debido a esta razón. Sin embargo, en realidad, durante el período de gestación, esta condición puede aumentar en intensidad o, en contraste, disminuir, lo cual está influenciado por el trimestre específico.

“S bien algunas mujeres pueden experimentar mejoras, otras pueden ver un aumento de los episodios debido a estas fluctuaciones hormonales”, compartió con BeHealth.

En esta etapa, la relación con la migraña es un poco diferente. Durante el primer trimestre es posible que se presenten varios episodios de dolor de cabeza. Sin embargo, en el segundo y tercer trimestre, los episodios de dolor de cabeza tienden a disminuir en frecuencia. “Esto se debe a que el embarazo mantiene niveles hormonales más estables para sostener la gestación. Por lo tanto, durante estos trimestres, es menos común experimentar migrañas de manera frecuente”.

La doctora también resaltó que durante el embarazo, la elección de medicamentos debe ser discutida con un médico, ya que muchos medicamentos pueden ser perjudiciales para el feto. 

“Si el dolor de cabeza es frecuente antes del embarazo, la situación puede variar. En general, durante el segundo y tercer trimestre del embarazo, se observa una mejora en la frecuencia de las migrañas”, dijo.

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Las hormonas son también la aguja biológica del estado de ánimo, porque estimulan zonas importantes del cerebro: basta un ligero desequilibrio en su producción para desencadenar multitud de trastornos.

¿Qué es un desequilibrio hormonal?

El término desequilibrio hormonal hace referencia a una afección en la que la producción de hormonas se ve alterada de algún modo en su equilibrio ideal sin dar lugar, no obstante, a patologías reales.

Las hormonas son vectores responsables tanto de acciones específicas como de la comunicación general que tiene lugar entre nuestros distintos distritos corporales y son producidas por las glándulas de nuestro cuerpo. Aunque su desequilibrio a menudo llega a afectar a nuestro estado general de salud, generalmente está representado por un estado fisiológico, como la menopausia en las mujeres.

Los desequilibrios a nivel físico, pero también psicológico y emocional, pueden deberse a una producción no óptima de hormonas por parte de nuestras glándulas (suprarrenales, páncreas, hipófisis, tiroides, ovarios, testículos, etc.). Definir con precisión el estado de las hormonas puede ser una tarea muy compleja, ya que los niveles de cada una de ellas pueden fluctuar en cualquier momento del día. Del mismo modo, poder correlacionar los trastornos hormonales con las hormonas responsables no es precisamente una tarea trivial y depende sobre todo de las glándulas implicadas.

¿Cuáles son los síntomas de un desequilibrio hormonal? 

Son señales a las que no solemos dar mucha importancia, pero que pueden ser muy importantes. La actividad hormonal juega un papel vital en el mantenimiento de la salud; de hecho, regula actividades importantes como el crecimiento, el metabolismo o la función sexual.

Las afecciones hormonales comunes que afectan tanto a hombres como a mujeres podrían causar cualquiera de las siguientes señales o síntomas:

• Aumento de peso
• Protuberancia de grasa entre los hombros
• Pérdida de peso inexplicable, y a veces repentina
• Fatiga
• Debilidad muscular
• Dolor muscular, sensibilidad y rigidez
• Dolor, rigidez o inflamación en las articulaciones
• Ritmo cardíaco acelerado o disminuido
• Sudoración
• Mayor sensibilidad al calor o al frío
• Constipación o deposiciones más frecuentes
• Micción frecuente
• Aumento de la sed
• Aumento del apetito
• Disminución del deseo sexual
• Depresión
• Nerviosismo, ansiedad o irritabilidad
• Visión borrosa
• Infertilidad
• Adelgazamiento del cabello o cabello fino y quebradizo
• Piel seca
• Rostro inflamado
• Rostro redondeado
• Estrías de color púrpura o rosa

Ten en cuenta que, estos síntomas no son específicos, y experimentarlos no significa necesariamente que tienes un desequilibrio hormonal.

¿Cuáles pueden ser las causas de un desequilibrio hormonal?

Las causas pueden ser de lo más variadas, y algunas no son del todo conocidas. Dependen de la glándula involucrada e incluyen:

• Causas genéticas (hereditarias)
• Presencia de anticuerpos producidos por nuestro sistema inmunológico, dirigidos contra la glándula (enfermedades autoinmunes)
• Medicamentos
• Deficiencias o excesos dietéticos
• Trauma
• Cirugía o radioterapia
• Infecciones (virales, bacterianas, tuberculosis…)
• Sustancias tóxicas o los llamados “disruptores endocrinos”

¿Qué pruebas debo hacer para diagnosticar desequilibrios hormonales?

Dependiendo de tus síntomas, tu médico puede sugerir una o más pruebas de diagnóstico. También puedes pedirle a tu médico que realice estas pruebas.

Pruebas de sangre

Tu médico enviará una muestra de tu sangre a un laboratorio para su análisis. La mayoría de las hormonas se pueden detectar en la sangre.

El médico puede solicitar un análisis de sangre para saber cómo está tu tiroides y tus niveles de estrógeno, testosterona y cortisol.

Examen pélvico

Si eres mujer, tu médico puede realizar una prueba de Papanicolaou para detectar bultos, quistes o tumores inusuales.

Si eres hombre, tu médico puede revisar tu escroto para detectar cualquier bulto o anomalía.

Ultrasonido

Una máquina de ultrasonido utiliza ondas sonoras para observar el interior del cuerpo. Los médicos pueden solicitar un ultrasonido para obtener imágenes del útero, los ovarios, los testículos, la tiroides o la glándula pituitaria.

Pruebas adicionales

En ocasiones se necesitan pruebas más avanzadas. Estas incluyen:

• Biopsia
• IRM
• Radiografías
• Gammagrafía de la tiroides
• Prueba de recuento de espermatozoides

¿Es posible prevenir los desequilibrios hormonales?

En general, la mayoría de los trastornos hormonales no son prevenibles, ya que no dependen de nosotros.

Sin embargo, ciertamente podemos hacer todo lo posible para modificar a nuestro favor ese componente ambiental, ya sea grande o pequeño, que afecta el desarrollo del problema.

Esto quiere decir: comer sano, adquiriendo en la justa medida todos los micro y macronutrientes que nuestro cuerpo necesita para realizar sus funciones de la mejor forma posible; realizar ejercicio físico regular, sin exagerar; respetar la necesidad que tiene nuestro cuerpo (y nuestra mente) de tener que descansar y recargar energías, a través del yoga, la meditación o brindándonos un buen descanso nocturno. 

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