Cuando el calor ataca, no solo tú lo sientes: tu perro también puede sufrir, y mucho. Aunque parezcan incansables y juguetones, los perros son especialmente sensibles a las altas temperaturas. Este verano, con el termómetro disparado, es clave saber cómo ayudarlos a mantenerse frescos y evitar riesgos como el golpe de calor, que puede poner en peligro su vida.
A diferencia de los humanos, los perros no sudan por todo el cuerpo. Su manera principal de regular la temperatura es a través del jadeo, lo que también los deshidrata con rapidez. Además, aunque sudan levemente por las almohadillas de sus patas, no es suficiente para enfriar todo su cuerpo. Por eso, necesitan de nuestra ayuda para sobrellevar los días más calurosos.
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El Colegio de Médicos Veterinarios de Puerto Rico recomienda algunos consejos muy sencillos pero efectivos:
- Agua fresca siempre disponible: Asegúrate de que tu mascota tenga acceso constante a agua limpia, idealmente en un lugar con sombra para que no se caliente.
- Comida en las horas más frescas: El apetito puede disminuir con el calor, así que es mejor alimentar a tu perro en la mañana temprano o al final de la tarde.
- Ambiente adecuado: Nunca lo amarres. Dale un espacio ventilado y fresco, lejos del sol directo.
- Evita el ejercicio en horas de calor: Las caminatas y el juego intenso deben quedar para el amanecer o el atardecer. Además, ten cuidado con el asfalto caliente: puede quemar sus patas.
- Refrescarlo con agua: Mojar suavemente su cabeza, abdomen y patas ayuda mucho. También puedes darle chapuzones controlados en una piscina o río aptos para mascotas.
- Jamás lo dejes en el carro: Ni siquiera con las ventanas abajo. En minutos, un auto estacionado se convierte en una trampa mortal.
Sobre el pelo, no todo corte es buena idea. Aunque recortarlo puede parecer una solución, el pelaje también protege del sol. Consulta siempre con un veterinario antes de cortar.
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¿Y cómo saber si tu perro está sufriendo un golpe de calor? Atención a estos signos: jadeo intenso, piel muy caliente, babeo excesivo, cansancio, comportamiento extraño o dificultad para caminar. Si los notas:
- Llévalo a la sombra.
- Ofrécele agua sin forzarlo.
- Enfríalo poco a poco con una toalla húmeda en la cabeza y cuello.
- Si no mejora pronto, acude de inmediato a una clínica veterinaria.
Cuidar a tu perro durante el calor extremo no es complicado, solo requiere atención y mucha responsabilidad. Para más información, puedes contactar al Colegio de Médicos Veterinarios de Puerto Rico al 787-520-0237 o visitar su página en Facebook: CMVPR.
