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Bienestar General

“A Dos Metros de Ti”: Una Mirada a la fibrosis quística

La película «A dos metros de ti» (“Five Feet Apart” en inglés) narra la historia de dos adolescentes, Stella Grant y Will Newman, quienes se encuentran durante su tratamiento en un hospital. Ambos sufren de fibrosis quística, una enfermedad genética que afecta gravemente los pulmones y otros órganos.

Los protagonistas, se encuentran en la obligación de mantener una distancia de dos metros debido a la naturaleza contagiosa de su enfermedad.  

A pesar de esta limitación, surge una historia de amor entre los dos personajes, enfrentándose a desafíos emocionales y físicos. La película aborda temas como la importancia de la conexión humana, la superación de las limitaciones impuestas por la enfermedad y la valentía de confrontar la realidad.

Enfocándose en la fragilidad de la vida y la fuerza del amor, la trama destaca la necesidad de encontrar esperanza y alegría en situaciones difíciles. Más allá de ser una historia romántica, «A dos metros de ti» busca aumentar la conciencia sobre la fibrosis quística y sus impactos diarios, transmitiendo un mensaje de esperanza y resiliencia, instando a apreciar cada momento y las relaciones significativas.

¿Qué es la fibrosis quística?

La fibrosis quística es una enfermedad genética la cual hace que ciertas glándulas del cuerpo no funcionen adecuadamente. Estas se conocen como las glándulas exocrinas que son responsables de las secreciones raras y resbaladizas tales como: sudor, moco, las lágrimas, la saliva y los jugos digestivos. 

En el caso de la fibrosis quística, las glándulas exocrinas, excepto as del sudor, secretan productos mucosos que son muy espesos y pegajosos, de tal manera que obstruye los conductos de paso y causan tapones. Los tapones de moco usualmente se encuentran en los pulmones y causan problemas al respirar y digerir alimentos.

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¿Qué no es la fibrosis quística?

La fibrosis quística no es contagiosa. Debido a que causa tos, algunas personas piensan que puede contagiarse. Pero la verdad es que es una enfermedad genética; uno nace con la condición. 

La fibrosis quística no afecta el cerebro. Algunas personas confunden la fibrosis quística  con la parálisis cerebral. Es importante resaltar que no afecta el cerebro, el sistema nervioso, ni la capacidad para aprender.

Actualmente, esta enfermedad no tiene cura, pero se busca implacablemente. El tratamiento, la mayor parte de la gente con fibrosis quística, crece y llega a tener una vida activa y plena. Se está invirtiendo mucho tiempo, esfuerzo y dinero para encontrar nuevas y mejores formas de tratarla.

Detección

Para llevar a cabo un diagnóstico de fibrosis quística, los médicos sacan una muestra de sangre para hacer análisis genéticos o realizan una prueba del sudor. La prueba del sudor mide la cantidad de sal en la sudoración de una persona. Un nivel alto de sal en la sudoración puede indicar la presencia de fibrosis quística.  

Además, como parte de la evaluación de los síntomas, se pueden realizar radiografías de tórax, pruebas de función pulmonar con máquinas especializadas, cultivos de esputo para detectar infecciones y pruebas de materias fecales para medir la absorción de grasas en las heces. Estas pruebas ayudan a obtener una evaluación completa de la condición del paciente.

La detección a tiempo ayuda a retrasar o prevenir problemas de salud graves y permanentes relacionados con la fibrosis quística.

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