¿Cómo las enfermedades inflamatorias del intestino afectan a los adultos mayores?

El Dr. Alexis González Rivera, gastroenterólogo, visibilizó la importancia de atender oportunamente a los pacientes mayores con síntomas relacionados con las enfermedades inflamatorias del intestino (EII) debido a que muchas veces se deja de lado este grupo poblacional.

La Academia Americana de Gastroenterología considera como paciente envejeciente a un paciente mayor de 60 años y actualmente 15 de cada 100 personas mayores de 60 años reciben diagnóstico de Crohn y Colitis ulcerosa.

“Gran parte de estos pacientes tienen síntomas pero no saben que tiene la condición hasta que transcurre un tiempo prolongado”, advirtió el gastroenterólogo.

Gran parte de esta problemática radica en que muchos especialistas centran su atención en la prevención o detección temprana de las EII en jóvenes dejando de lado a los adultos, que hoy registran un alto número de casos.

Además de esto, el bajo número de especialistas en gastroenterología retrasa una atención temprana y adecuada.

“Un paciente envejeciente que empieza de la nada con un dolor abdominal no específico, es algo que se debe monitorear más aún si comienza con diarrea de día o de noche”, advirtió el gastroenterólogo.

Signos y síntomas de alarma

• Dolor abdominal
• Diarreas diurnas o nocturnas
• Sangrado rectal
• Sensación de pujo
• Pérdida de peso injustificada
• Hemoglobina baja
• Necesidad de ir al baño sin poder evacuar

Evaluación para el diagnóstico

El Dr. González destacó que los tipos de examenes que hacen parte de una evaluación básica, entre los que se destacan:

• Órdenes de sangre (CBC + diferencial)
• Proteína C reactiva
• Examen comprensivo de sangre (CMP)
• Ferritina para medir los índices de hierro en sangre
• Peso índice de masa corporal 

Adicional a ello, los pacientes con síntomas como diarrea requieren otros exámenes como:

• Cultivo de excreta
• Ova y parásitos de excreta
• Calprotectina fecal

Estudios de imágenes

• Colonoscopia: Es la herramienta más importante dentro de la evaluación y es necesaria para la detección y durante el seguimiento de la enfermedad.

• Tomografía computarizada: En la que se encuentra la enterografía, efectiva para diferenciar una enfermedad que está activa con una de cicatrización, que esté más leve, o la resonancia magnética, que también ha demostrado ser muy efectiva.

• Resonancia magnética MRI realizada por especialistas en este tipo de imágenes.

Terapias disponibles

Es importante evaluar los efectos secundarios de las terapias disponibles, aun con más cuidado en la población envejeciente, pues se debe tener en cuenta la polifarmacia, dado la cantidad de medicamentos de base que utilizan.

“Luego de los 60 años se ha documentado que los pacientes utilizan más de 5 medicamentos recetados y ahora hay una situación adicional con suplementos vitamínicos y tratamientos naturales, lo que puede ocasionar una mala interacción, por eso debe considerarse antes de iniciar un tratamiento”, explicó.

En tabletas orales como la prednisona puede generar aumento de diabetes o trombos intravenosos, por lo que se recomienda su uso por corto tiempo.

• Rectales, algunos de ellos pueden enfrentar a riesgo de enfermedad renal.
• Subcutáneas o jeringuillas, pueden llegar a generar riesgo de infección pulmonar.
• Intravenosas, tiene de 10 a 11% de riesgo a reacción severa y riesgo de afección pulmonar.

Para concluir, el especialista destacó además la importancia de revisar el riesgo de infección, que se ha evidenciado ser muy alto en este grupo de la población.

Así mismo, deben evaluarse otros factores o condiciones como diabetes, casos de infartos o enfermedad cardiovascular con el fin de ofrecer al paciente alternativas seguras.

Aspectos previos a comenzar tratamiento

• Evaluación de Hepatitis P
• Prueba de tuberculina
• Historial de vacunación
• Posibilidad de identificar centro de infusión
• Educarse sobre el tratamiento de elección

“Es de suma importancia hacer un diagnóstico temprano y tratar el perfil de la enfermedad adecuadamente tomando en cuenta riesgo vs beneficio”, finalizó el Dr. González.