junio 13, 2025

Hipersexualidad: Lo que Netflix no te contó en ‘La viuda negra’

La reciente serie documental La Viuda Negra de Netflix ha reactivado el interés público por la hipersexualidad, un trastorno de la conducta sexual que, aunque no figura oficialmente en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), genera preocupación entre profesionales de la salud mental por su impacto en la vida emocional, laboral y social de quienes la padecen. En la producción, basada en un caso real ocurrido en España, una mujer seduce y manipula a múltiples parejas hasta lograr que uno de ellos asesine a su esposo, evidenciando cómo una conducta sexual compulsiva puede escalar a consecuencias extremas.

En una conversación con BeHealth, el psicólogo clínico Gilvic Carmona explicó que la hipersexualidad —antes llamada “ninfomanía”, término hoy en desuso por su carga sexista— se caracteriza por un patrón persistente de pensamientos, fantasías y conductas sexuales excesivas que causan malestar clínicamente significativo o deterioro funcional en diversas áreas de la vida. Aunque aún no está formalmente reconocida por el DSM-5, la comunidad profesional ya identifica su presencia en numerosos pacientes.

“Este trastorno no se limita al placer sexual; la persona pierde el control de sus impulsos, y eso la lleva a consecuencias emocionales y sociales devastadoras”, afirmó Carmona.

Entre los síntomas más comunes se encuentran pensamientos sexuales obsesivos, masturbación compulsiva (incluso en lugares inapropiados), uso excesivo de pornografía, búsqueda constante de nuevas parejas sexuales y prácticas de alto riesgo, como encuentros anónimos en lugares públicos o sin protección. Esta conducta puede derivar, además, en una pérdida progresiva del autocontrol, aumento en la frecuencia e intensidad de los actos sexuales, y una desconexión emocional total con las personas involucradas.

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El especialista comenta que una de las señales más críticas es la utilización del sexo como único mecanismo de afrontamiento emocional. Personas con hipersexualidad pueden recurrir al sexo frente a situaciones de estrés, ansiedad, tristeza, o incluso como sustituto de vínculos afectivos.

En cuanto a las causas, Carmona destacó que el trastorno es multifactorial: Puede originarse a partir de experiencias traumáticas en la infancia (como abuso sexual o exposición precoz a la sexualidad), condiciones neurológicas, cambios hormonales, consumo de sustancias o enfermedades mentales como el trastorno bipolar, donde en la fase maníaca es común observar una desregulación de los impulsos sexuales.

A nivel emocional, la hipersexualidad suele acompañarse de ansiedad, depresión, sentimientos de culpa y vergüenza, baja autoestima, e incluso ideas suicidas.

“Muchos pacientes terminan atrapados en un ciclo: se sienten ansiosos, buscan sexo como escape, y luego se sienten culpables por no poder controlarse”, explicó Carmona. Esta espiral emocional puede ser particularmente destructiva cuando afecta relaciones estables, entornos laborales o cuando se oculta debido al estigma social.

Uno de los aspectos más complejos es que el trastorno suele ser invisibilizado o malinterpretado por la sociedad, pues la cultura popular y los medios tienden a trivializar o sexualizar en exceso este comportamiento, lo que perpetúa su estigmatización. Carmona advierte que muchos pacientes no buscan ayuda por miedo al juicio moral. “Cuando la sociedad ridiculiza o demoniza esta conducta, lo que hace es empujar al silencio a quienes más necesitan apoyo”, apuntó.

Alternativas de atención

Respecto al tratamiento, el psicólogo indicó que la terapia de primera línea es la terapia cognitivo-conductual, que permite identificar y modificar los pensamientos y comportamientos obsesivos relacionados con la conducta sexual. En algunos casos, especialmente si existe una comorbilidad como trastorno bipolar o TDAH, puede requerirse tratamiento farmacológico.

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El momento de buscar ayuda llega cuando la conducta empieza a interferir con la vida diaria. “Si el comportamiento sexual genera consecuencias negativas constantes en tu vida personal, laboral o emocional, y te sientes culpable o fuera de control, es momento de buscar orientación profesional”, concluyó Carmona.

Además, hizo un llamado a los profesionales de la salud mental a capacitarse adecuadamente en sexualidad humana, y a abordar estos casos con empatía y sin prejuicios. La desinformación, indicó, es una barrera crítica tanto para la prevención como para el tratamiento efectivo.

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