La pérdida de su hijo le permitió a Bruny conocer la bondad de la donación
Las pérdidas en ocasiones se presentan luego de situaciones difíciles que llevan a las personas a tomar decisiones que como familiares nunca quisiéramos recibir.
Bruny Rivera, es la madre de José Gilberto, un joven amante de la natación que tuvo la oportunidad de representar a Puerto Rico en unas competencias que se realizaron en Estados Unidos, resultando ganador junto a otros dos puertorriqueños. Esta madre comparte su testimonio y las enseñanzas que le dejó su hijo al partir.
Bruny recuerda como a sus 18 años, José Gilberto era un joven travieso que hacía maldades a su hermano mayor.
“Lo recordamos siempre como un niño jovial, un nene que nos llenaba de alegrías. Cuando yo llegaba del trabajo siempre me abría la puerta de la casa para que yo le hiciera comida y le prestara el teléfono. Cada vez que llego a casa lo recuerdo así”, expresó.
El día de la pérdida
Tras una corta salida con su pareja, al regreso a casa Bruny se encontró con una lamentable escena en el cuarto de su hijo.
“Yo no lo podía creer porque hacía 10 minutos había hablado con él y no podía creer lo que estaba pasando, intentamos reanimarlo pero no veíamos resultados y mi esposo dijo que fuéramos al hospital pero lamentablemente no pudimos hacer nada”, afirmó.
Pese a lo impactante que puede resultar la pérdida de un hijo, una noticia para la que ningún padre está preparado, Bruny es consciente que la fe en Dios les dio la fortaleza que necesitaban para enfrentar ese momento.
La decisión de donar
El esposo de Bruny ha sido donante de sangre por varios años, por eso el tema de la donación ya se había tratado en casa.
Enfrentando la noticia y estando en el hospital, tuvieron comunicación con LifeLink de Puerto Rico, quienes resolvieron sus dudas como para qué servía donar, cómo beneficiaba a otras personas y así tomaron la decisión de tener un regalo de vida con quienes esperaban con esperanza por una oportunidad.
“A pesar de tener tristeza, angustia y dolor como madre, surgió una esperanza y 25 personas tuvieron la oportunidad de mejorar su calidad de vida, entre ellos niños, jóvenes, adultos, personas de todas las edades que hoy tienen un pedacito de mi hijo”, afirmó.
Bruny destaca que hoy se siente una mujer comprometida con LifeLink de Puerto Rico porque les enseñó como familia la importancia de donar y cuál es la misión de servicio de la organización.
“A pesar de todo, para nosotros fue una satisfacción saber que nuestro hijo salvó a 25 personas”, destacó.
Para el cierre, Bruny exaltó la importancia de llevar el mensaje de LifeLink a más personas destacando la importancia de donar para salvar no solo a pacientes a pacientes sino también a sus familias.
“Lo recordamos como un niño travieso que a pesar de su partida mejoró la calidad de vida de varias personas”, aseveró.
