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Anticoagulación para el tratamiento de la trombosis venosa profunda

Una de las dudas más recurrentes de los pacientes con trombosis venosa profunda es acerca del tratamiento al que se someterán para aliviar su condición. Por eso hoy hablaremos de los anticoagulantes, que son el método novel para esta enfermedad que se caracteriza por la formación de coágulos de sangre en una vena profunda.

Tipos y efectos

Dentro de la terapia anticoagulante están la warfarina, la vitamina K, los inhibidores del factor Xa y el inhibidor directo de la trombina. De hecho, varios estudios han evidenciado múltiples beneficios en los pacientes con trombosis venosa profunda.

Entre sus bondades, según reporta la literatura médica científica, están los efectos farmacodinámicos, entre muchos otros. En esa línea, debes saber que el tratamiento con anticoagulantes se implementa durante los primeros cinco días luego de que se diagnostica la condición.

El principal objetivo de la terapia con anticoagulantes es prevenir la propagación de la trombosis y la tromboembolia pulmonar. Para estos fines, los médicos recomiendan que se ingieran los anticoagulantes orales sumados a un tratamiento previo con heparina no fraccionada o heparina de bajo peso molecular.

“Los filtros de vena cava no se recomiendan en pacientes con trombosis venosa profunda aguda, pero pueden considerarse en pacientes con contraindicaciones para la anticoagulación. La mayoría de los pacientes con trombosis venosa profunda proximal debe recibir solo con tratamiento anticoagulante y no tratamiento trombolítico”, explican las guías para la trombosis que explica el Dr. Reinaldo Hamamoto para MedsCap.

Tiempos del tratamiento

Las guías también definen que los pacientes con esta condición y que necesitan un anticoagulante deben someterse a los anticoagulantes entre los 3 y 6 meses dependiendo de cada caso. Lo importante, es que se logre evitar o que se propague alrededor del cuerpo y desate otras anomalías en el cuerpo humano como la tromboembolia venosa.

Existen otros parámetros que deben tomarse en cuenta: por ejemplo, si aparte de la trombosis, los pacientes también tienen diagnósticos de enfermedad inflamatoria intestinal o enfermedades autoinmunes, en cuyo caso, el riesgo podría aumentar al punto que se podrían desencadenar complicaciones hemorrágicas, entre otras.

“En los pacientes con trombosis venosa profunda asociada a un factor de riesgo transitorio (p. ej., una intervención quirúrgica bajo anestesia general ≥ 30 minutos), se recomienda el tratamiento primario con anticoagulantes durante tres a seis meses. Por lo general, el tratamiento se suspende una vez que se resuelven los factores de riesgo”, agregan las guías.

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