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¿Cómo establecer una buena relación entre el niño y las vacunas?

Aunque las vacunas hacen parte del esquema de protección desde que nacemos, afrontarlas se convierte en un desafío para el bebé y la madre. Con los meses, y con más conocimiento de causa del niño o niña, las inyecciones puede convertirse en un ataque de ansiedad junto con temor en cada uno de ellos. 

Este proceso, sigue generando una barrera en la visita al pediatra, al identificar como sinónimos el control con las vacunas. Así lo dieron a conocer especialistas de Children’s Health, enfocados en una encuesta que reveló que un 50% de los niños entre los 2 años y 5 años, teme a las visitas clínicas. 

No obstante, se han desarrollados por parte de diversos especialistas, estrategias que pueden minimizar la mala relación entre los niños y las vacunas.

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  1. Ejemplo: Children’s Health recomienda a los padre vacunarse frente a los hijos, esta imagen puede ayudar a calmar su turno.
  2. Mensaje positivo: Elogiar al niño después de la inyección, con frases como “¡Hiciste un gran trabajo!” o “Eres muy valiente”, puede reforzar la idea de que enfrentarse a las vacunas es algo positivo.
  3. Interacción: Realizar actividades que no requieran tanto movimiento, pero que sean divertidas para el niño.
  4. Recompensa: Saber que tiene un regalo o premio debido a su esfuerzo, hará que maneje el dolor más sano.

¿Qué dice la UNICEF?

La entidad, en su sitio web, tiene a la mano una serie de consejos prácticos que podrán ayudar a la experiencia de vacunarse.

  1. Abrir la conversación: Hablar con el niño antes de la cita y explicarle en términos sencillos qué va a suceder puede reducir la ansiedad. Evitar sorpresas y prepararles con antelación es clave para que se sientan más seguros.

2. Validar sus sentimientos: Es importante reconocer el miedo o la preocupación del niño y hacerle saber que está bien sentirse nervioso. Validar sus emociones puede generar confianza y calma.

3. Explicar la importancia de las vacunas: Dependiendo de la edad, es útil explicar que las vacunas los mantienen fuertes y evitan que se enfermen. Hacerles ver el propósito de las inyecciones puede cambiar su perspectiva.

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4. Tranquilizar después de la vacuna: Una vez que la vacunación ha pasado, es fundamental ofrecer consuelo. Un abrazo, palabras amables o simplemente estar a su lado puede ayudar a que se recuperen emocionalmente más rápido.

 

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