Please ensure Javascript is enabled for purposes of website accessibility
*Leyendo con nuestros niñ@sBeKids

Dislexia: ¿Cómo identificar este problema de aprendizaje?

Los trastornos específicos del aprendizaje (TEA) son un grupo de discapacidades en las que hay dificultades significativas en la adquisición y uso de la lectura, la escritura y el cálculo.

La principal característica de esta categoría es su «especificidad»; es decir, el trastorno afecta a un dominio específico y circunscrito de capacidades indispensables para el aprendizaje (lectura, escritura, cálculo), dejando intacto el funcionamiento intelectual general.

En este sentido, BeHealth abordó con Natalia Canto, directora Académica del Multisensory Reading Centers of Puerto Rico, sobre una de las dificultades de aprendizaje: la dislexia.

Para iniciar, Canto explicó que los seres humanos no nacemos con un cerebro lector, pero sí con uno que permite crear los circuitos para la lectura: “El aprendizaje de la lectura no es algo natural, sino que tiene que ser enseñado y aprendido. El cerebro lector se va formando y ese circuito en la lectura se volviendo cada vez más eficiente”, precisó.

Existen actualmente muchas dificultades de la lectura que tienen un trasfondo en propiamente problemas con la adquisición del lenguaje, pues se ha evidenciado que la dislexia parte de un problema específico en el procesamiento fonológico del lenguaje:

“Para esos niños escuchar los sonidos que comprenden la palabra “casa”, por ejemplo, es mucho más difícil”, explicó.

Adicionalmente, resaltó que estos niños desde pequeños pueden tener dificultades con la sensibilidad a las rimas y la sonoridad del lenguaje. Son niños que no dominan al tiempo que se supone secuencias básicas como los días de la semana o el alfabeto. También tienen problemas para nombrar las cosas. Es decir, “no tienen esa fluidez de poder retraer palabras específicas del lenguaje”.

Ante esto, uno de los principales problemas es que no se realiza el diagnóstico de forma oportuna:

“Lo que sucede es que esperamos demasiado para diagnosticar a un niño con una dificultad de lectoescritura. Hay que estar pendiente desde kinder garden, desde los 5 años que ves en los niños estas destrezas prelectoras como saber las letras del abecedario o poner las letras para formar sílabas o palabras”.

Y es que es bien importante un diagnóstico oportuno y estar alertas a los avances de los niños en esos grados iniciales. Pues, si se espera a que el niño inicie el proceso con la lectura para realizar el diagnóstico, “se pierde una ventana de oportunidades sumamente importantes”.

La importancia de un diagnóstico temprano

“En un niño en el que detectamos la dificultad en kinder garden y comenzamos a ayudarlo a desarrollar todas estas destrezas fonológicas, va a poder desarrollar con mayor facilidad y compensar y desarrollar sus destrezas evitando lagunas y frustraciones mucho mayores”, explicó Canto.

Por eso la importancia que, tanto padres como educadores, tengan en cuenta estos detalles en los más pequeños.

“Se sabe que los niños que tienen dislexia son altamente inteligentes con un problema bien específico en la mecánica de la lectura. Muchas veces la dislexia se hereda: hay un 50% de probabilidad de que se herede de un padre, tío o primo”, explicó la entrevistada.

Además, enfatizó en que “tenemos que ser bien consciente de las dificultades que los niños están presentando y, como educadores, tenemos que llevar un portafolio de avalúo y observaciones bien específicas y precisas en cuanto a las deficiencias y los rezagos que los niños están presentando”.

“Un educador que tiene las herramientas y que conoce el proceso de desarrollo de la lectura es un educador que empieza a ver esas alertas rojas”, confirmó.

Cuando un niño empieza a mostrar rezagos en lectoescritura y lo atendemos puntualmente y rápido las oportunidades de mejoría son mucho mayores.

“Nosotros trabajamos de una manera bien diagnóstica, en donde descubrimos dónde es que está el niño y qué el niño no sabe. Vamos trabajando una manera bien estructurada y sistemática con mucha repetición; de una manera multisensorial que va a hacer que el niño aprenda mucho más rápido”, enfatizó.

En cuanto al tiempo requerido para apoyar al niño, explicó que debemos tener en cuenta que la dislexia viene en diferentes grados y hay niños que tienen una dislexia severa. Sin embargo, por lo general la intervención oscila entre uno y dos años; aunque en algunos niños se requiere una intervención más extensiva y depende de cómo el niño va progresando.

Desinformación en Puerto Rico sobre la dislexia

Sobre el conocimiento de la dislexia en Puerto Rico mencionó que hace falta mayor educación debido a que existen aún muchos tabúes y el temor a ponerle el nombre a la dislexia, lo que trae consecuencias negativas.

“Muchas veces, cuando el niño llega a nosotros después de tercer grado, ya esa ventana está más cerrada porque se demora mucho en diagnosticar el problema. Cuando identificamos a los niños antes de tercer grado logramos que ellos avancen y remediar en ciertas dificultades; de lo contrario el niño siempre queda leyendo bien lentamente y el progreso es mucho más lento”, explicó a BeHealth.

Sumado a esto también se encuentra el impacto emocional de un niño frustrado por, a pesar de su esfuerzo, tener dificultades en su lectura y escritura.

“Lo más peligroso en este momento es la falta de conocimiento; siempre he dicho que la dislexia es algo que, si se trata a tiempo y con el acercamiento oportuno, se puede remediar de manera que los niños logren leer a un nivel que los ayude a ejecutar académicamente de una manera adecuada”, finalizó.

Mostrar más

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba