Please ensure Javascript is enabled for purposes of website accessibility
CardiovascularesCondiciones Crónicas

Entendiendo las enfermedades del corazón en Puerto Rico

En Puerto Rico, nos enfrentamos a una alta prevalencia de enfermedad coronaria, lo que representa un desafío significativo para la salud pública. En este contexto, contamos con la experiencia del Dr. Eugenio Mulero Portela, cirujano cardiotorácico y director de los servicios de cirugía vascular del Mayagüez Medical Center, quien compartió aspectos clave relacionados con las enfermedades cardiovasculares en Puerto Rico y las opciones disponibles para abordarlas.

El Dr. Mulero Portela destacó que la enfermedad coronaria es un problema de salud significativamente prevalente en Puerto Rico. Este fenómeno se debe a una serie de factores de riesgo, como una alta tasa de diabetes, hipertensión y hábitos poco saludables, incluyendo la dieta, el tabaquismo y el consumo de alcohol. Además, la genética también juega un papel crucial en esta situación.

Comprendiendo las enfermedades coronarias y valvulares

El experto enfatizó la importancia de distinguir entre estas dos condiciones, ya que a menudo los pacientes las confunden. “Las arterias del corazón se conocen como las arterias coronarias y, cuando se obstruyen, pueden causar infartos. Por otro lado, las válvulas cardíacas son estructuras dentro del corazón que permiten que la sangre fluya en una sola dirección y evitan que regrese”, señaló. 

Angina de pecho como síntoma de problemas coronarios

El Dr. Mulero Portela subrayó que la angina de pecho es un síntoma temprano de problemas coronarios. «Si una persona tiene problemas con sus coronarias pueden experimentar angina de pecho, que es un dolor que a menudo se siente como una presión en el pecho, especialmente durante el esfuerzo», menciona.

La angina de pecho es un síntoma temprano de problemas coronarios. En algunos casos, puede comenzar como un malestar leve durante la actividad física y luego volverse más frecuente y severo. El especialista mencionó que, en pacientes diabéticos, los síntomas pueden ser diferentes, y en lugar de experimentar dolor en el pecho, pueden sentir fatiga o malestar en la boca del estómago. 

De hecho, según el Dr. Mulero, aproximadamente el 40% de los pacientes diabéticos presentan una forma atípica de angina, lo que significa que no experimentan el dolor clásico en el pecho.

“A menudo, las personas no experimentan lo que esperarían cuando hacen un esfuerzo, incluso tareas cotidianas como trabajar en casa. Puede escuchar a alguien decir: «Antes subía las escaleras sin problemas, pero ahora tengo que descansar un rato en la habitación». Si sospecha que algo está mal, la primera cosa que un médico debe considerar es esa sospecha, especialmente si el paciente tiene factores de riesgo”, resaltó. 

Detección temprana y tratamiento de las enfermedades coronarias

En cuanto a los estudios para detectar enfermedades coronarias, estos son generalmente realizados por cardiólogos, que son médicos especializados en el corazón y los vasos sanguíneos. “Comienzan con pruebas de estrés para evaluar la función cardíaca. Si los resultados son positivos, pueden realizar un cateterismo cardíaco, que es el estándar de oro para determinar si una arteria está bloqueada”, señaló.

“En mi caso, como cirujano cardiotorácico, mi responsabilidad es abordar la reparación una vez que se confirma la obstrucción de las arterias coronarias. También trabajamos en las válvulas cardíacas. Actualmente, hay dos enfoques principales: la cardiología intervencional y la cirugía cardiovascular”. 

La cirugía sigue siendo el estándar de oro, especialmente para pacientes con enfermedad arterial severa, ya que ofrece beneficios a largo plazo. La decisión sobre qué enfoque utilizar se toma en conjunto con el paciente y su médico, considerando la gravedad y la extensión de la enfermedad.

Lee más: Estudio evidencia dietas que podrían brindar protección cardiovascular

Importancia de un estilo de vida sano

Asimismo, cuando se llega a la sala de operaciones y se realiza la reparación o el puente coronario (bypass), la prevención es esencial. Esto incluye dejar de fumar, realizar cambios en la dieta, aumentar la actividad física y seguir tomando los medicamentos recetados. Además, es crucial controlar enfermedades como la diabetes, ya que las arterias aún pueden enfrentar desafíos después del procedimiento.

“En cuanto a los problemas con las válvulas, los síntomas son similares, pero la fatiga es uno de los más comunes. Esto se debe a que el corazón bombea sangre en una sola dirección gracias a las válvulas”, confirmó. 

Es decir, si las válvulas comienzan a fallar, la sangre puede retroceder, lo que afecta la circulación. Esto puede provocar fatiga y, en casos graves, dificultad para respirar, ya que los pulmones luchan por expulsar la sangre que regresa. Las válvulas cardíacas requieren atención cuando presentan un problema significativo, ya que la fatiga y la dificultad para respirar pueden ser síntomas alarmantes.

De acuerdo con el doctor, la gravedad de la enfermedad valvular se clasifica en cuatro niveles: normal, leve, moderado y severo. En ocasiones, durante una cirugía para reparar una arteria coronaria obstruida mediante bypass, si se detecta que la válvula está en un estado moderado, es posible aprovechar la intervención para abordar ambas cuestiones simultáneamente. Sin embargo, “cuando se trata de la válvula en sí, generalmente se opera en casos de severidad significativa. Las dos válvulas que con mayor frecuencia requieren atención son la válvula aórtica y la válvula mitral”. 

La válvula mitral a veces se puede reparar, pero en ocasiones es necesario reemplazarla. En cuanto a la válvula aórtica, en la mayoría de los casos se opta por su reemplazo debido a la durabilidad y fiabilidad de las nuevas tecnologías de válvulas disponibles.

Avances tecnológicos en beneficios del paciente

“A lo largo de los años, la tecnología en el campo cardiovascular ha avanzado significativamente, lo que ha mejorado los resultados para los pacientes. En mi experiencia de casi 30 años, he sido testigo de un cambio notable en los procedimientos y resultados. La mortalidad ha disminuido considerablemente, con más del 95% de los pacientes recuperándose con éxito”. 

Los avances también se reflejan en la durabilidad de las válvulas cardíacas utilizadas en las cirugías. Anteriormente, las válvulas de cerdo tenían una vida útil limitada, pero ahora existen opciones que pueden durar 20 o incluso 30 años sin la necesidad de tomar anticoagulantes a largo plazo.

Después de una cirugía valvular o coronaria, el enfoque se centra en la recuperación del paciente: “Afortunadamente, el proceso postoperatorio ha evolucionado significativamente. La mayoría de los pacientes pueden ser extubados el mismo día de la cirugía, y en cuestión de días, están fuera de la unidad de cuidados intensivos y listos para regresar a casa. En lugar de un período de recuperación prolongado, alentamos a los pacientes a caminar todos los días desde el día después de la cirugía. Incluso aquellos que eran atletas de alto rendimiento pueden volver a su actividad física gradualmente. Nuestra meta es que los pacientes puedan disfrutar de una vida activa y saludable después de la cirugía”.

La idea de que una cirugía cardíaca implica estar inmovilizado durante meses ya no es válida. “Desde el día uno, animamos a los pacientes a moverse y caminar. Incluso les proporcionamos pautas específicas para que puedan volver a sus actividades de manera segura”. Esto incluye a personas que, antes de la cirugía, eran muy activas y ahora pueden retomar sus rutinas. La recuperación es un proceso que enfatiza la movilidad temprana y el retorno a una vida activa y saludable.

“Lo que debemos hacer es tomar medidas para reducir los riesgos. Si sabes que tienes factores de riesgo en tu familia o eres diabético, no puedes cambiar tu genética, pero puedes cambiar tu estilo de vida”.

Te puede interesar: Cuidar el corazón: promueven la educación cardiovascular desde la infancia

Aquí toda la entrevista:

Mostrar más

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba