¿Tasas de tabaquismo en descenso? Progresos y desafíos en América Latina
El consumo de cigarrillos causa daños en casi todos los órganos del cuerpo y es la principal causa prevenible de muerte prematura en los Estados Unidos. Aunque ha habido una disminución en las tasas de tabaquismo, se estima que fumar contribuye a aproximadamente 480.000 muertes al año, según los Institutos Nacionales de Salud (NIH).
Además, el tabaco representa una de las mayores amenazas para la salud a nivel mundial y es el principal factor de riesgo para enfermedades no transmisibles (ENT), como enfermedades cardiovasculares, cáncer, diabetes y enfermedades respiratorias crónicas. En la Región de las Américas, el tabaquismo causa la muerte de más de 1 millón de personas anualmente.
A pesar de los numerosos estudios que resaltan los riesgos del consumo de tabaco, en 2020 todavía el 22,3% de la población mundial consumía tabaco, concretamente el 36,7% de los hombres y el 7,8% de las mujeres, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
¿Cuáles son las estadísticas en América Latina?
Aunque también contribuyen al problema global, la mayoría de los países de América Latina han logrado resultados positivos al reducir el consumo de tabaco en las últimas tres décadas. Según datos de 2021, América Latina es la región que ha tenido la mayor disminución en el consumo de tabaco en las últimas décadas, siendo Brasil, Colombia y Costa Rica los países que han progresado más.
En contraste, El Salvador fue el único país de la región donde aumentó el consumo de tabaco. En un lapso de veinte años (de 2000 a 2020), la prevalencia del consumo de tabaco en la región disminuyó del 28% al 16,3%, convirtiéndola en la segunda región con la menor prevalencia en el mundo. Sudamérica se destacó aún más al convertirse en la primera subregión en ser completamente libre de humo en 2020, lo que significa que más de 400 millones de personas están protegidas de la exposición al humo de segunda mano. Es probable que la región logre la meta establecida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) de una reducción relativa del 30% en la prevalencia del consumo de tabaco en personas de 15 años o más para el año 2025.
Sin embargo, a pesar de estos logros significativos, persisten muchos retos y desafíos, ya que el tabaquismo sigue siendo un grave problema de salud pública en la región.
El consumo de tabaco sigue siendo más común entre los hombres, pero es importante destacar que la brecha de género se está reduciendo significativamente. Además, se están implementando nuevas estrategias que están teniendo éxito en la prevención del consumo de tabaco entre los jóvenes.
Tomemos como ejemplo Argentina. En este país, se ha observado una disminución constante en el tabaquismo entre la población de 13 a 15 años. Los datos muestran que la prevalencia del consumo de tabaco ha pasado del 22% en 2007, al 20,5% en 2012, y luego al 16% en 2018.
Es interesante notar que, a diferencia de lo que ocurre en la población adulta, apenas existen diferencias en la prevalencia del consumo de tabaco entre hombres y mujeres en la población joven. En general, la brecha entre hombres y mujeres fumadoras se está reduciendo cada vez más. De hecho, en algunos países incluso se observa que las chicas fuman más que los chicos.
Esto resalta la importancia de abordar el consumo de tabaco de manera integral, considerando tanto a hombres como a mujeres y prestando especial atención a los jóvenes. Las estrategias de prevención deben adaptarse a los cambios en los patrones de consumo y dirigirse a ambos géneros por igual, para lograr una disminución sostenida del consumo de tabaco en todas las poblaciones.
Fuentes: NIH, OMS, BBC y Medscape