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“Ha sido un proceso enriquecedor”: así le ha ido a Abigail enfrentando la colitis ulcerosa

¿Sabes qué es vivir por más de 25 años con una enfermedad crónica como la colitis ulcerosa? Aunque suene un proceso largo y bastante complicado de llevar, la fe, los tratamientos médicos y cambios en el estilo de vida le permitieron a la puertorriqueña Abigail Dones sobrellevar la condición y hoy dejar un mensaje esperanzador.

BeHealth conoció, de su propia boca, el trasegar médico y de vida que esta mujer boricua ha tenido que enfrentar con esta enfermedad inflamatoria intestinal (EII), que se convirtió en una de las cientos de pacientes que recibieron las recomendaciones de la reconocida gastroenteróloga Esther Torres, reconocida en la isla por su insigne labor por la población con estas condiciones.

La colitis ulcerosa suele generar diarrea, a menudo con sangre o pus, así como molestos dolores y cólicos abdominales. Abigail narró lo que le generó la condición desde el siglo pasado, cuando apenas se empezaban a desarrollar los tratamientos para esta condición autoinmune.

“Yo tuve la batería de síntomas como vómitos, diarrea con sangrados, pérdida de peso, náuseas. Desde mucho antes de que yo fuera diagnosticada con la condición eran síntomas que no eran constantes, que era con el tiempo”, recordó.

Sin embargo, Abigail no entendía por qué enfrentaba esa sintomatología hasta que un día decidió ir al médico y recibió una noticia que le cambiaría la vida para siempre: era paciente con colitis ulcerosa.

“Entre 1996 y 1997 encontraron síntomas que no daban tregua y tuve que ir a médico generalista. En el 97 fue cuando la especialista y, a través de una colonoscopía, me dio el diagnóstico. Estuve un año con diferentes medicamentos, entre ellos cortisona. En aquel tiempo se utilizaba mucho la aspirina. Con ellos logré llegar a una remisión completa”, contó.

Las cirugías

Dentro de las opciones de tratamiento para esta enfermedad están las intervenciones quirúrgicas. La paciente se enfrentó a varios de estos procedimientos para mejorar y hoy estar viva para contarlo. Dentro de las cirugías a las que se sometió estuvo una remoción del colon, que se conoce científicamente como colectomía.

“El intestino se me intoxicó. Fue lo que llevó a los doctores a que fuera transferida a una gastroenteróloga excelente que hay en Puerto Rico, que se llama la doctora Esther Torres. Según el equipo de cirujanos, recomendaron remover el colon porque había una perforación en mi barriga. Estaba muy grande. El dolor no cesaba. Ahí fue que me removieron el colon y luego se dieron cuenta de la perforación y decidieron colocar una colostomía. Estuve un año en ese proceso con la compañía de medicamentos. En este caso fueron bajando poco a poco. Después de eso lo removieron completamente”, rememoró.

Sin embargo, no fueron una ni dos veces las que Abigail se enfrentó al bisturí. “Fueron varias intervenciones para remover el colon. La primera fue en el 98. La segunda fue una colostomía de emergencia en febrero del 99 y la otra fue a finales del 99 donde quitaron la colostomía”, dijo.

Resiliencia

Como mencionamos, sufrir de alguna condición crónica no es fácil. Sin embargo, Abigail logró encontrar el balance que hoy la tienen contando su historia para empoderar a los pacientes y dejarles algunas de las recomendaciones que a ella le sirvieron para hoy estar en remisión.

“Es un proceso difícil en cuanto a modificar la alimentación, tomar el medicamento. Fue un proceso donde hay que darle gracias a Dios. Yo soy una persona creyente. Gracias a todo el equipo médico. Yo sé que la cirugía para mucha gente puede ser un proceso y un sacrificio pero ha sido un proceso bien enriquecedor. Yo no he visto este proceso como algo que me limite sino algo que me anima a seguir hacia adelante. Ahora mismo voy a mis chequeos anuales, pero no estoy con medicamentos. La remoción del colon y haber hecho más cirugía de la colostomía ha significado yo tener una vida prácticamente sin síntomas y sin medicamentos”, comentó.

Finalmente, le dejó una emotiva exhortación a quienes, como ella, llevan una vida con la colitis ulcerosa, una de las condiciones del intestino que, desafortunadamente, sigue siendo muy común en la población mundial.

“Es importante que vayan donde un buen especialista que los diagnostique. Si ya están diagnosticados o están enfrentándose al proceso de internalizar la idea de que tienen una condición o de la posibilidad de que esos medicamentos sean de por vida, pues que sigan los consejos que da el doctor. Al día de hoy hay tantas herramientas diferentes, hay tantas personas y tantos grupos de apoyo. Hay doctores capacitados para trabajar con esta condición contrario a hace muchos años atrás, así que por favor, busquen alternativas, busquen opciones. Mantengan una alimentación saludable porque hay cosas que no les funcionan a todos. No están solos pasando por esta situación, que se mantengan informados, que a veces uno tiene el día difícil, a veces en el día o temporadas en que yo no puedo sentir que ya uno está cansado, pero que no se rindan, que no se rindan. Hay que mantener buena actitud, hay que mantener la fe”, concluyó.

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