Ivette: el apoyo de quienes enfrentan la fibromialgia

Siendo profesional de la salud, Ivette Rivera Escribano recibió el diagnóstico de fibromialgia, una condición de la que conocía muy poco y que al buscar en Internet encontró que no tenía cura.

La fibromialgia es una afección crónica que causa dolor en todo el cuerpo, fatiga y otros síntomas. Las personas con fibromialgia pueden ser más sensibles al dolor que aquellas que no la tienen.

“Estuve dos años luchando y al escuchar fibromialgia yo solo pensaba en dolor, nada más”, recuerda.

Grupos de apoyo

Ivette empezó a buscar grupos de apoyo en España y México donde señalaban estar adelantados en temas de fibromialgia  

“Cuando llegué allí me sentí muy aceptada y empecé a aprender sobre la enfermedad”, destaca.

Ivette afirma además, que sí existen herramientas para tener una mejor calidad de vida ya que al principio su enfermedad fue muy difícil especialmente en su parte cognitiva, pues olvidaba muchas cosas que antes hacia sin complicaciones.

“En el trabajo yo hacía muchas cosas de memoria y empece a usar tarjeticas”, expresa, mientras recuerda que esto empezó a ser muy extraño para sus compañeros y jefes.

¿Cuándo aparecieron los síntomas?

A pesar de ser diagnosticada en 2019 los signos de la fibromialgia empezaron a afectar el día a día de Ivette hace aproximadamente 13 años.

“Como yo trabajaba con doctores, yo trate de lidiar con ellos y cuando me quejaba de dolor ellos mismos me inyectaban”, manifiesta, haciendo evidente que muchas veces se busca el manejo de algunos síntomas sin tener un diagnóstico certero.

Destaca que en la mayoría de los casos, cuando la fibromialgia es diagnosticada, ya el paciente la está padeciendo 6 u 8 años atrás.

“Yo llegué casi a 300 libras porque estaba muy hinchada, mis piernas, las manos, la cara y llegó el momento en que yo me di cuenta que ya no estaba siendo activa en mi trabajo y decido retirarme”, explica.

El diagnóstico

Su encuentro con un reumatólogo fue clave para mejorar algunos de sus síntomas con el apoyo de medicamentos, pero sabe que las terapias farmacológicas deben ser apoyadas con otros cuidados y hábitos de vida para  salir adelante.

La fibromialgia en la actualidad

“Yo tengo un buen tratamiento con un reumatólogo y manejamos otras alternativas como la nutrición y acuaterapia que es excelente para el paciente con fibromialgia”, destacó.

Sabe que una buena actitud es indispensable y aunque es consciente de que hay días malos, intenta enfrentar su condición siendo apoyo para otros pacientes con la misma condición.

“Muchas personas se deprimen y yo no soy la excepción, hay momentos en que me siento impotente, deprimida o ansiosa, pero en mi caso yo confío mucho en Dios y en la parte espiritual. No voy al psicólogo o psiquiatra pero esto sí se recomienda porque no es fácil lidiar con la depresión”, expresó.

De paciente a paciente 

Ivette trabaja como servidora en el grupo de apoyo Fibromialgia – GAFI Grupo de Apoyo  que puedes encontrar en redes como facebook, en donde médicos comprometidos con el paciente con fibromialgia y personas que enfrentan la misma condición actuaran como guía en busca de una mejor calidad de vida.

“Hay que hacer un buen historial médico, un buen físico y si el reumatólogo conoce sobre fibromialgia, la va a diagnosticar bien”, destacó.

Ivette quisiera que en poco tiempo el paciente tuviera más accesibilidad a tratamientos eficientes y más médicos capacitados y sensibles frente a la condición y sus síntomas.

La fibromialgia es un síndrome que afecta a casi 6 millones de personas, por lo que desde su perspectiva como paciente cree que es necesario mayor empatía.