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Condiciones CrónicasPárkinson

Síntomas motores de la enfermedad de Parkinson

Hoy, viernes 29 de abril del 2022 la Academia Puertorriqueña de Neurología en unión al Programa Educativo de la MDS-PAS realizó a través de Facebook Live de la Academia de Neurología se realizó el Simposio Educativo en Desórdenes de Movimiento 2022, un espacio para pacientes y cuidadores de este tipo de condiciones donde resalta la enfermedad de Parkinson.

En su primera ponencia, el doctor Sergio R. Chang, neurólogo clínico de Guatemala abordó sobre los síntomas motores en el párkinson, los cuales en ocasiones pueden pasar desapercibidos y desarrollarse incluso años antes de un diagnóstico de párkinson.

«La enfermedad de Parkinson tiene presencia a nivel mundial, no discrimina en cuanto a raza ni estrato económico; en cuanto al género, las personas de sexo masculino se ven más afectadas que las personas de sexo femenino. La edad también es un factor de riesgo, tanto así que se considera que el 1% de la población mundial mayor a 60 años se verá afectada por esta enfermedad y su número incrementa al igual que la edad», inició el especialista.

Esto supone que, para el año 2030, haya aproximadamente 12 millones de personas con la enfermedad de Parkinson.

Fue en 1817 cuando el doctor James Parkinson describió la enfermedad que posteriormente llevaría su nombre. Luego de su observación en diversos de sus pacientes nota trastornos del movimiento de sus extremidades, compromiso de fuerza muscular, propensión de mover el tronco hacia adelante, etc.

Pasaron varios años hasta que se retoma su definición describiendo la rigidez y la lentitud para los movimientos. Así, la enfermedad de Parkinson es considerado un trastorno neurodegenerativo, crónico, progresivo e incapacitante de presentación heterogénea marcada por síntomas motores y no motores que actualmente afecta a millones de personas a nivel mundial.

Actualmente se considera la segunda enfermedad neurodegenerativa, luego de la demencia por Alzheimer. Posee fases preclínicas y prodómicas antes de establecerse la fase clínica y no tiene cura, aunque sí tratamiento médico y quirúrgico.

Síntomas premotores

Antes de la fase clínica de la enfermedad se pueden evidenciar síntomas premotores como el estreñimiento, insomnio y cuadros depresivos sin que haya una situación evidente.

Síntomas no motores

Puede afectar las esferas neuropsiquiátricos, cognitivos, autonómicos, trastornos de sueño y alteraciones sensitivas.

Síntomas motores

En este caso, precisó el especialista, son cuatro: temblor, rigidez, acinesia e inestabilidad postural. Asimismo, afirma que se describen también síntomas motores secundarios como la disminución del braceo cuando el paciente camina, la tasa de parpadeo disminuida, la disminución en la gesticulación facial, la disminución de la voz y la dificultad para darse vuelta en la cama.

«Los primeros cambios se describen como facies en máscara, que significa que el paciente pierde la gesticulación que puede hacer con sus músculos faciales ante una serie de estímulos. Esto, aunado a que nosotros parpadeamos entre 12 y 20 veces por minutos, en los pacientes disminuye llegando a niveles entre 5 a 10 parpadeos por minuto», precisó el ponente.

Poca expresividad facial

En algunos pacientes puede haber retracción o elevación del párpado superior de ambos ojos. El factor común es la poca expresividad facial. La voz es más baja con palabras cada vez más pegadas con un habla muy monótona. El paciente pierde la capacidad para elevar o disminuir el volumen, o que hace que sea poco entendible.

Babeos

También, los pacientes pueden presentar babeos que no se deben a una producción incrementada de saliva, sino por una dificultad para deglutir la saliva. Así, estos pacientes pueden tener dificultad para digerir alimentos tanto líquidos como sólidos.

«Adicionalmente, hay compromiso en los movimientos de los ojos», cuando el paciente quiere enfocar un objeto determinado o mirar hacia arriba.

Temblor

El temblor es el movimiento más característico al que estamos acostumbrados a ver. El 90% de los pacientes lo llegarán a tener en algún momento de la enfermedad. Sin embargo, según el doctor Chang, el temblor es unilateral y puede afectar o el lado derecho o el lado izquierdo.

Rigidez

El paciente manifiesta una sensación de tiesura o dureza. Puede evocarse cuando de forma pasiva hacemos una flexión y extensión del brazo o muñeca. Esta rigidez condiciona posiciones en la postura del paciente. Cada vez más los brazos están más pegados al tronco y al pecho, los pasos se van haciendo más cortos y los pies están cada vez más juntos y hay poca coordinación entre los diferentes músculos.

Lentitud en los movimientos

Tanto el movimiento como la amplitud del movimiento sean muy bajitos en los pacientes. La escritura, por otro lado, va siendo cada vez más pequeño, llamada micrografía.

Inestabilidad postural

No les permite tener un equilibrio adecuado y les hace propensos a sufrir caídas. Se observa cuando el paciente está de pie y que, ante un ligero empujón, con apenas unos pasos debería tener la capacidad de evitar caerse, capacidad que pierde el paciente de Parkinson incluso sentado. «Por tanto es importante ofrecer al paciente un sillón o silla con respaldo adecuado donde el paciente pueda apoyarse».

Alteraciones en la marcha

Son características que, en asociación con la lentitud y la rigidez que provocan los brazos pagados al cuerpo, hay menos equilibrio. Los pasos son cortos, pies muy juntos y con el tórax hacia adelante, lo que provoca que el centro de gravedad del paciente se pierda y a su vez ocasiona inestabilidad.

Otros de los síntomas son la dificultad para moverse en la cama y la discinesia tardía que se manifiesta a través de movimientos involuntarios que resultan incapacitantes.

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