Tiroiditis de Hashimoto: qué es y cómo tratarla
La tiroiditis de Hashimoto es una de las enfermedades que afectan a la glándula tiroides. Forma parte de la familia de la tiroiditis autoinmune crónica.
¿Cuál es la diferencia con otras formas de tiroiditis?
«Es una variante más rara de la tiroiditis y se asocia, en particular, con un aumento del volumen del cuello, el llamado bocio. Mientras que en otras formas de tiroiditis esto no ocurre. Sin embargo, la enfermedad es la misma y tiene las mismas causas, los mismos síntomas y las mismas terapias», explicó el profesor.
Un cansancio desproporcionado, el primer síntoma
Los síntomas más comunes de la tiroiditis autoinmune dependen principalmente de la gravedad del hipotiroidismo desarrollado por el paciente; en algunos casos de formas muy leves, es incluso asintomática. A menudo los síntomas y las molestias son muy vagos y borrosos. El primero de todos es un cansancio desproporcionado a las actividades diarias.
A medida que el hipotiroidismo progresa, se asocia con la somnolencia, una sensación de frío, piel fría y seca, una voz que se vuelve más ronca y el aumento de peso corporal. Por último, en los casos más graves y avanzados, los síntomas más llamativos son los síntomas psiquiátricos con estados de ansiedad, ataques de pánico y depresión.
Un defecto en el sistema inmunológico
Como enfermedad autoinmune, el defecto está en el sistema inmunológico que ya no reconoce a la tiroides como un componente normal del cuerpo y en su lugar produce anticuerpos contra ese órgano para destruirlo.
Es una enfermedad familiar y no hereditaria: significa que se transmite una predisposición genética a la enfermedad – que aún no conocemos – que el paciente lleva consigo y a cualquier edad de la vida la enfermedad podría manifestarse. También podría saltarse una generación.
Terapias
Hasta la fecha no existe todavía una cura definitiva para la tiroiditis autoinmune como la de Hashimoto: lo que podemos hacer en este momento es tratar la tiroides administrando la hormona tiroidea sintética en comprimidos al paciente, dando la dosis adecuada a cada paciente. De esta manera la calidad de vida vuelve a ser perfecta y no tiene contraindicaciones.
