Las inundaciones son uno de los riesgos meteorológicos más comunes ante la llegada de un huracán. Estos causan daños materiales y ponen en peligro la vida de miles de personas.
La causa más común de muerte en las inundaciones es conducir un vehículo a través de aguas de inundación peligrosas. Sin embargo, hay diferentes maneras de proteger a sus familias.
¿Cómo prepararnos?
Ante un aviso de inundación recomendamos lo siguiente:
- Reunir suministros de emergencia
- Escuchar la radio o canal local para conocer las últimas noticias
- Guardar sus registros de vacunación (podría ser en algún recipiente a prueba de agua)
- Perparar una reserva de agua y alimentos
- Resguarde dentro del hogar los artículos que tenga en el exterior de la casa
- En caso de ser necesario, se debe evacuar, corte los suministros de servicios y cierre la válvula principal de gas
- Aléjese de zonas propensas a inundación: zonas bajas, cañones, arroyos o torrenteras, etc.
Después de la inundación, ¿qué se recomienda?
- Evite manejar por aguas estancadas o zonas inundadas. Recuerde que solo 6 pulgadas de agua pueden hacerle perder el control de su vehículo
- Siempre beba agua limpia y segura
- En caso de que haya sido evacuado, no regrese a casa hasta que las autoridades locales lo determinen
- Escuche las recomendaciones de las autoridades locales sobre el uso del agua, para saber si su agua es segura para beber y bañarse.
Recuerde, el daño inicial que causan las inundaciones no es el único riesgo. Las aguas de inundación estancadas también pueden propagar enfermedades infecciosas, contener sustancias químicas peligrosas y causar lesiones.
