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Fallo cardíaco: 5 datos claves que debes conocer

“El fallo cardíaco es esta condición cardiovascular en donde tenemos un corazón ineficiente, que no tiene la capacidad de poder bombear la cantidad de sangre suficiente hacia el resto de los órganos del cuerpo. Es un corazón que no está lo suficientemente fuerte para bombear. Por ende, la cantidad de sangre que bombea es poca o es un corazón que no se puede relajar o llenar, así que, aunque tenga la capacidad de bombear, al no poder llenarse adecuadamente, la cantidad de sangre que expulsa no es suficiente para poder suplir las demandas metabólicas que tienen los demás órganos del cuerpo”.

Así abordó el doctor Juan Nieves, cardiólogo con especialización en fallo cardíaco avanzado y trasplante de corazón de Puerto Rico Cardiology, sobre el fallo cardíaco, cuya prevalencia en la población mundial en adultos mayores se sitúa en torno al 10% y sigue aumentando.

Factores de riesgo del fallo cardíaco

El fallo cardíaco, también explicó, se produce por diversos factores como la hipertensión. Según indicó, “ser hipertenso por una cantidad de años puede provocar daño suficiente en el corazón” o en aquellos pacientes que no tienen su condición lo suficientemente controlada. Adicionalmente, la enfermedad coronariana provoca que las arterias se encuentren tapadas y, por ende, no están recibiendo el oxígeno o la sangre que necesita, lo que podría provocar fallo cardíaco.

El consumo de alcohol en exceso, la cocaína o el cigarrillo son también otros factores que podrían repercutir en un fallo cardíaco. Por otro lado, se encuentran las infecciones virales como la influenza o el coronavirus, el cual ha provocado miocarditis en diversos pacientes contagiados, lo que provoca fallo cardíaco.

Agregó, además, que la genética juega un papel también importante como factor de riesgo. Si algún familiar ha tenido un fallo cardíaco usted tiene riesgo de sufrir esta condición.

Otros factores son la diabetes, azúcares descontroladas. “Por eso es importante mantener la azúcar controlada, la presión controlada y disminuir los factores de riesgo para arterias tapadas de nuestro corazón, disminuir el uso de tabaco y el alcohol; o prevenir infecciones como el coronavirus a través de la vacuna. Todo esto disminuye nuestro riesgo de fallo cardíaco”.

Prevención del fallo cardíaco

Evitar fumar: Para prevenir el fallo cardíaco, según refiere el especialista, es importante dejar de fumar en primer lugar. Fumar crea una cascada inflamatoria y toxinas que provoca daños en las arterias, tanto en las grandes como en las pequeñas. “Y eso provoca que el flujo de sangre en el corazón sea limitado significativamente, así que eso aumenta mucho el riesgo de fallo cardíaco.

Limitar el consumo de alcohol: “Se sabe que el alcohol es la causa reversible más común de fallo cardíaco”, precisó el cardiólogo.

Realizar ejercicio: Las guías recomiendan por lo menos 30 minutos de ejercicio aeróbico donde pongamos el corazón a trabajar. Lo mínimo serían 5 veces a la semana, pero si se pueden hacer 3 veces sería lo idóneo.

“Sobre todo mantener un estilo de vida que nos permita que no nos suba la presión, ya sea disminuyendo la cantidad de sal consumida, manteniendo niveles de azúcar óptimo y mantener un estilo de vida saludable. Y, sobre todo, si existe un componente genético significativo, ante la más mínima sospecha, debo buscar ayuda de un especialista en fallo cardíaco que nos haga una evaluación. Porque son factores que no podemos evitar, pero si los logramos identificar a tiempo podemos evitar muchísimas de las complicaciones a largo plazo de esta condición”, explicó el Dr. Nieves.

Síntomas a tener en cuenta en el fallo cardíaco

El doctor explica que, como el fallo cardíaco consiste en que el corazón no puede suplir de sangre suficiente al resto del cuerpo, el síntoma más común es la fatiga:

“El resto de mis órganos, mi músculo, mi cerebro, mis riñones no tienen suficiente sangre. Por ende, yo voy a estar sintiendo fatiga, voy a sentirme cansado, voy a caminar de aquí allá y voy a sentir que no tengo la misma energía que tenía antes”.

Hay otras personas que además de sentir fatiga sienten falta de aire de noche mientras duermen y necesitan dormir más con más de una almohada. Eso ocurre porque se acumula agua en los pulmones y, como el corazón no tiene la capacidad de bombear lo suficiente, tendemos a retener agua. “Así que vemos que las piernas se hinchan, empezamos aumentar de peso o sentimos que nos falta aire”.

También afirmó que la tos podría ser uno de los síntomas, el cual podría incluso confundirse con asma.

“En una etapa más avanzada de la condición se ve que no está llegando suficiente sangre a las extremidades distales. Por ende, las piernas están bien frías, desarrollan úlceras, empiezan a tener problemas renales porque no les llega suficiente sangre a los riñones. Y entonces estamos teniendo problemas del riñón, del hígado, etcétera”.

Diagnóstico del fallo cardíaco

Para poder diagnosticar el fallo cardíaco primero se debe tener una alta sospecha, precisó el galeno, porque para el fallo diario cardíaco lo primero es un diagnóstico clínico.

“Cuando yo como un médico veo a un paciente que tiene estas quejas que mencioné anteriormente, tengo que sospechar que tiene fallo cardíaco”.

Así comienza el proceso de confirmación del diagnóstico mediante una serie de laboratorios donde se puede evaluar cuán avanzada está la condición, cómo está la función del riñón, los marcadores que determinan la cantidad de fluido del líquido que tiene el cuerpo u ordenar una placa de pecho donde se puede ver la distribución de volumen y ver cuánta agua el paciente tiene en los pulmones.

“También se puede realizar un ecocardiograma, que es un sonograma del corazón donde se puede determinar el tamaño del corazón, pues el fallo cardíaco tiende a poner el corazón más grande y muchas veces esa es la clave”.

Además, con este examen se puede medir la función del corazón y cómo bombea.

“Una vez yo lo identifico, es bien importante tratarlo. Si la causa de su fallo cardíaco es, por ejemplo, una alta sospecha de arterias tapadas, tengo que encargarme -como cardiólogo- de asegurarme que las podamos destapar. Poder hacerle un cateterismo, poder determinar si tiene algunas lesiones en el corazón y eso mejore el flujo de sangre del corazón y mejore significativamente la contractibilidad de ese músculo y la capacidad de bombeo del corazón y poder suplir de sangre muchísimo mejor en el cuerpo”.

Por otro lado, las válvulas en el corazón que se abren y cierran, pueden no estar funcionando adecuadamente y, por tanto, puede provocar que se tenga un corazón que no bombea sangre efectivamente. Esto se identifica mediante diversos estudios, entre ellos el ecocardiograma. Esto entonces puede ser tratado como muchas de las causas del fallo cardíaco.

“Por eso es importante que ante la más mínima sospecha de que puedo estar teniendo esto que se llama fallo cardíaco, busque ayuda y pueda ir a un cardiólogo que me logre identificar clínicamente, pero, sobre todo, confirmar con unos estudios que, en efecto, yo tengo fallo cardíaco. Si se diagnostica temprano realmente hay una alta probabilidad de disminuir el daño que provoca esta condición, a nivel no solamente del corazón sino del cuerpo en general y los demás órganos”.

Tratamientos actuales para el fallo cardíaco

El doctor Nieves comentó que hoy en día hemos avanzado muchísimo tanto en el diagnóstico como en el manejo de la condición:

“Antes, cuando uno identificaba a un paciente con fallo cardíaco, los medicamentos y tratamientos que teníamos eran limitados y se basaban únicamente en ayudarte con los síntomas”.

Actualmente, a diferencia de años anteriores, existen medicamentos que no solamente ayudan con los síntomas, sino que ayudan a mejorar la calidad de vida y a su vez disminuir la mortalidad.

“Es importante saber que el fallo cardíaco es una condición con una mortalidad muy alta. En los pacientes que tienen fallo cardíaco, hay una probabilidad de que fallezca del 50% en los 5 años siguientes al diagnóstico, especialmente en aquellos que no se diagnosticaron temprano”.

Todos los cambios y adelantos en los tratamientos han permitido el uso de diuréticos que son mucho más potentes, medicamentos que ayudan a botar el exceso de agua. También existen medicamentos que mejoran el funcionamiento del corazón, pues hacen que el corazón funcione con mucha más fuerza, así como medicamentos que disminuyen la mortalidad y logran que el riesgo de mortalidad por fallo cardíaco disminuya significativamente.

“Y no solamente tenemos medicamentos que han revolucionado el tratamiento del fallo cardíaco, sino también tenemos dispositivos, resincronizadores que son como marcapasos colocados en el corazón que hacen que el corazón sea más eficiente en el bombeo de sangre”.

También mencionó el avance a través del uso de desfibriladores, que son dispositivos implantados en pacientes que tienen un alto riesgo de arritmia cardíaca y puede corregir las arritmias cardíacas y salvarle la vida. También existen dispositivos como las bombas que hacen la función del corazón: van sacando la sangre del corazón y la van llevando al cuerpo.

“Y, por último, cuando el tratamiento médico o el tratamiento con dispositivos no han sido efectivos, tenemos una opción de vida: el trasplante de corazón”.

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