Por: Gilvic Carmona-De Jesús, M.A., PsyD
Psicólogo/Conferenciante
Un creciente número de personas experimentan diariamente síntomas constantes de dolor crónico producto de una inflamación en las articulaciones. Al mismo tiempo suelen notar sensibilidad en las coyunturas, rigidez articular, fatiga, fiebre y hasta pérdida de apetito. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), confirmaron en 2019 que 3 de cada 10,000 personas en el mundo sufren de esta condición de la cual se desconoce su origen. La prevalencia del 1% de la población general aumenta con la edad y ocurre sin importar género, raza o edad.
Esta enfermedad llamada artritis reumatoide ha sido una de las causas de incapacidad más comunes reportada en los últimos. Al mismo tiempo, la depresión y la ansiedad se consideran enfermedades incapacitantes, que, según la Organización Mundial de la Salud, serán las primeras causas de incapacidad en el 2025. (OMS, 2018).
Múltiples estudios concluyen que usualmente la artritis reumatoide y la depresión ocurren en conjunto. De hecho, algunos expertos plantean que la depresión pudiera ser un síntoma de la propia condición. Otros aspectos que sería importante analizar es si los pacientes que sufren de artritis comienzan a experimentar ansiedad y depresión como consecuencia del malestar provocado por la enfermedad, o simplemente son condiciones que cohabitan. Lo que si sabemos hoy es que es importante que el paciente de artritis sea evaluado en su dimensión emocional ya que se sabe que ambos padecimientos pueden afectarse mutuamente.
Actualmente no se tiene una idea clara si la depresión y la ansiedad son productos de los dolores y la angustia del paciente, al sentirse incapaz de seguir con su rutina diaria o son parte del desarrollo de la misma enfermedad, autoinmune.
Por otro lado, las molestias varían casi de persona a persona, por lo que se hace difícil para el personal médico y los familiares comprender lo que el paciente esta experimentado, esto lacera la autoestima del paciente y la confianza en si mismo. Todo esto se agrava con la incertidumbre de no saber cómo la enfermedad irá afectándoles en el futuro.
El ser humano, sobretodo en la etapa productiva de su vida, posee una serie de expectativa, tanto en su ámbito personal, como en formar una familia, realizar ciertas actividades físicas, viajes, así como el ámbito profesional, que se pudieran ver considerablemente afectadas por la artritis reumatoide o por su tratamiento, algunos pueden experimentar sentimientos de pérdida al evaluar aquellas actividades que ahora se les hace complicado realizar.
Un dato importante es que las personas previamente diagnosticadas con depresión antes de presentar síntomas de artritis reumatoide van a ser menos receptivos a tratamiento de esta última por lo que se puede convertir en una situación compleja. El problema es que la depresión y la ansiedad podrían agravar y aumentar la intensidad de los síntomas de la artritis por lo que es importante buscar ayuda psicológica que complemente el tratamiento de esta enfermedad degenerativa.
Si te han diagnosticado artritis reumatoide o tienes algún familiar con esta condición es importante que aprendas a vivir en bienestar a pesar de las circunstancias adversas, estudios ha demostrado que la actitud positiva es importante para manejar la condición. Cuando estamos felices nuestro cerebro segrega endorfinas una sustancia que está asociada a la disminución del dolor.
A continuación, algunas herramientas que te ayudaran a lidiar con la artritis reumatoide y las emociones fuertes asociadas a esta:
- Practica mindfulness o meditación. Esta práctica está asociada al bienestar, manteniendo una conexión con tu respiración lo cual evitará que te mantengas centrado en el dolor. Aprendes a mirar al dolor con curiosidad y sin ponerle una etiqueta de cuan negativo o molestoso es.
- Mantente educado acerca de tu condición. Esto te ayudará a mantenerte empoderado de la condición, debido a que podrás saber que esperar se ella.
- Realiza actividad física moderara. En ocasiones te sentirás tan adolorido y con tantas molestias que no querrás hacer ejercicios, sin embargo, mientras realices actividad física te ayudara a mantenerte distraído.
- Modera tu alimentación. Existen alimentos como los carbohidratos, las harinas y las azucares refinadas que hacen que se incremente los dolores y las molestias, busca alimentarte adecuadamente.
- Evita situaciones estresantes. El estrés está relacionado al incremento de enfermedades cardiovasculares y al incremento del dolor.