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Primer estudio clínico sobre alimentación antiinflamatoria en Puerto Rico

El proyecto DAIN – FEAT está realizando el primer estudio clínico en Puerto Rico sobre la dieta antiinflamatoria que deben seguir los pacientes con enfermedades crónicas. En BeHealth conocimos detalles inéditos de esa investigación de la mano de dos de los “cerebros” detrás del estudio.

Se trata de la licenciada María Quintana, nutricionista – dietista, y Lianeris Estremera Rodríguez, MS JDc, que además es reclutadora y coordinadora de campo del proyecto DAIN – FEAT, quienes dieron detalles al respecto.

¿En qué consiste  la metodología?

Las expertas aseguraron que el estudio se divide en cuatro puntos donde analizarán varios aspectos de cómo la nutrición incide en el progreso o retroceso de enfermedades como la colitis y el Crohn.

“Son cuatro puntos específicos al principio, que sería la primera semana, y a mediados del final, hacemos una revisión final y decimos un fallo para cerrar el estudio. En estos cuatro momentos los pacientes contestan cuestionarios, son digitales, toman muestras de sangre y una muestra de heces fecales para poder ver cómo se están sintiendo y qué es lo que me está diciendo el cuerpo a través de esas muestras biológicas. A raíz de la exposición y que están haciendo la dieta antiinflamatoria”, aseguró Estremera.

Lo que dicen los pacientes

Varios de los participantes del estudio aseguran que, desde que implementaron los tips nutricionales que les recomiendan las investigadoras, han visto cambios notables en la mejoría de los síntomas de las enfermedades inflamatorias intestinales.

“Ellos están bastante contentos porque han visto algunas mejoras, quizás en algunos síntomas, porque a lo mejor consumían mucha azúcar y entonces le daba mucha diarrea y entonces la dieta trata de controlar lo que son los azúcares en la dieta”, dijo.

Una de las apuestas de la dieta antiinflamatoria en mención es cambiar la harina convencional por otras más nutritivas. Dicen los pacientes que les sirvió bastante. ¿Por qué?

“Ahora pueden cambiar por distintas harinas como harina de pan, de avena, de garbanzo, almendra, de lentejas. Hay variedades. Tenemos un paciente en particular que cambió su harina de trigo por harina de pan y el cambio que notó fue significativo”, aseguró la experta, quien dio a conocer que el paciente dejó de evacuar tan seguido.

“A lo mejor él pensaba que estar yendo al baño continuamente era algo normal para él por la condición. Pero cuando él cambió y vio que no tenía que ir al baño tanto con tanta frecuencia como antes estaba fascinado”, dijo.

Otra de las alternativas que usó ese paciente, según una de las expertas, fue tomar jugos naturales que, a juicio de él, le ayudó considerablemente. Sin embargo, “le dijimos mira, trata de evitar los jugos”, comentó la experta, quien dio a conocer que eso le sirvió para dejar de ir al baño.

“Eso mejora su calidad de vida. No hay una dieta ahora mismo específica para curar la condición, pero sí mejoran los síntomas, así que al mejorar los síntomas mejoran su calidad de vida y es un cambio para ellos significativo”, destacó.

El ejemplo

Las expertas también dijeron que este tipo de iniciativas les ha servido a otras pacientes para motivarse a comer mejor y así tomar decisiones frente a cómo adecuar mejores hábitos alimenticios.

“Ha sido una retroalimentación positiva e inspiradora para otros pacientes que puedan ser parte del estudio. Es la información que tienen que les da el poder de tomar decisiones y tomar control sobre su condición. Así que más allá de ser un participante de un estudio clínico, recibe mucha información que es muy valiosa en el proceso y que en verdad es invaluable, porque son estos cambios que se traducen en mejorar síntomas y esa es la expectativa que tenemos”, mencionó.

De hecho, dice que la nutrición es un tema clave para los pacientes porque “la primera pregunta que le hacen a los doctores es ¿qué yo puedo comer?”, dijeron.

Así las cosas, las expertas invitaron a pacientes que vivan con EII para que entren a la investigación: “Si hay alguien que padezca la enfermedad de Crohn, que tenga 21 o 65 años y vive en Puerto Rico, es importante que vivan aquí para poder seguir los procedimientos, que se pongan en contacto con nosotros”, dijeron.

Las clases

Desde el proyecto también se contemplan clases de gastronomía para que los pacientes aprendan a hacer platillos que, verdaderamente, les funcionen para sus condiciones.

“Los que están en el grupo control al final también tendrían la oportunidad de estar en unas clases de cocina. Tenemos una chef que se llama Chef Ámbar, que es la que nos da las clases de cocina y son muy buenas porque nosotros desarrollamos un recetario de recetas excelentes. Entonces tenemos un manual donde hacemos esas clases de cocina”, destacó.

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