En la actualidad las nuevas tecnologías nos permiten comunicarnos instantáneamente y con mayor facilidad. Un texto o una nota de voz han reemplazado las formas en que nos comunicamos anteriormente; pero, ¿cómo afecta esto a nuestro cerebro?
Estudios recientes han demostrado que detrás de la comodidad de la comunicación cotidiana como, audios, textos, emojis e imágenes se puede esconder un costo emocional. Esto se debe a que nuestro cerebro prefiere la calidez de una voz real para sentir cercanía y comprensión genuina.
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¿Qué dice la ciencia?
Un grupo de expertos de la Universidad de Texas, liderado por el Dr. Amit Kumar, realizó el análisis de cómo varía nuestra percepción de conexión y satisfacción emocional de acuerdo al medio de comunicación que empleamos. Durante el experimento realizado, fueron cientos de voluntarios los que participaron, donde debían comunicarse con amigos, familiares o conocidos a través de una llamada telefónica, un mensaje de texto o un correo electrónico.
En el estudio, antes de comenzar con la interacción, cada persona debía prever cómo se sentirían antes de iniciar contacto y luego evaluar la experiencia una vez finalizada la interacción.
El resultado del análisis de las respuestas fue claro: las llamadas telefónicas permiten construir un vínculo más cercano y satisfactorio que cualquier modalidad escrita. Los participantes que optaron por el contacto de voz, describieron en su mayoría una sensación de mayor conexión, empatía y comprensión respecto a quienes utilizaron el texto.
Además, quienes en un principio se mostraban nerviosos por la llamada, los resultados posteriores reflejaron una experiencia más positiva en cuanto a sus expectativas.
Resultados
Los expertos encontraron en el estudio que muchos de sus participantes subestimaron el impacto positivo de una simple llamada y sus posibles incomodidades como la vergüenza o el temor a no saber qué decir. En la investigación los especialistas explican que esto se debe, en gran parte, a la riqueza del canal auditivo; el tono, el ritmo, las pausa, las risas o los silencios comunican más que una frase escrita.
Por su parte, la comunicación a través de la voz habilita el intercambio de emociones de forma más directa y profunda, mientras que los mensajes escritos suelen perder matices fundamentales. Los hallazgos evidencian que la preferencia por los mensajes escritos se debe a la practicidad, rapidez y facilidad de mantener conversaciones en simultáneo.
Los investigadores concluyeron que se debe reconsiderar las costumbres que tenemos digitalmente, cuando se trata de transmitir o compartir experiencia significativas, los especialista recomiendan poner como prioridad la llamada telefónica.
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